Pacto por el terror en Europa
A partir de 1979, y durante cuatro a?os, ETA Pol¨ªtico-militar y el m¨¢s temido terrorista internacional colaboraron en varios atentados en Europa. La alianza se quebr¨® porque Carlos actu¨® en Francia. Personas que participaron en los contactos descubren detalles in¨¦ditos de ese nexo
Ser¨ªa en el oto?o de 1977 cuando Sabin Achalandabaso paseaba por la localidad francesa de San Juan de Luz y, al detenerse en un sem¨¢foro, observ¨® que un hombre le hac¨ªa se?as con las cejas desde la acera de enfrente. Achalandabaso, que hab¨ªa sido delegado de ETA Pol¨ªtico-militar en Argelia, pod¨ªa haber hecho cualquier cosa (darse media vuelta, por ejemplo), pero opt¨® por acercarse a ese hombre con aspecto de funcionario, y preguntarle a la cara: ¡°?Te tengo que conocer de algo?¡±.
¡ªDeber¨ªas conocerme porque te llevo siguiendo un a?o ¡ªrespondi¨® el misterioso hombre con una sonrisa¡ª. ?Nos podemos tomar un caf¨¦?
Achalandabaso asinti¨®.
Tomaron asiento en una cafeter¨ªa pr¨®xima. Su interlocutor se identific¨® como funcionario de la DST, el contraespionaje franc¨¦s. La conversaci¨®n fue breve. Tras explicarle que la polic¨ªa francesa conoc¨ªa la existencia de relaciones entre ETA y el terrorista internacional de origen venezolano Ilich Ram¨ªrez S¨¢nchez, alias Carlos (1949), le propuso que le contara todo lo que supiera de ello. A cambio, se compromet¨ªa a darle pistas sobre la desaparici¨®n un a?o antes, en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, del dirigente de ETA Pol¨ªtico-militar, Eduardo Moreno Bergareche, Pertur. Esa desaparici¨®n, cuya autor¨ªa y desenlace ya entonces suscitaba, y todav¨ªa hoy, muchos interrogantes entre sus compa?eros: eran muchos los que dudaban de la versi¨®n, seg¨²n la cual le hab¨ªan secuestrado disidentes de ETA Pol¨ªtico-militar que se integraron en ETA Militar en 1977, los conocidos como berezis (comandos especiales).
Achalandabaso rechaz¨® la propuesta.
Al d¨ªa siguiente recibi¨® una notificaci¨®n oficial de la prefectura francesa por la que le retiraba el permiso de residencia en Francia. Personas que participaron en esos contactos revelan a El PA?S detalles no conocidos hasta ahora.
El contraespionaje franc¨¦s contact¨® con ETA p-m en 1977 para conocer c¨®mo eran sus relaciones con Carlos
La contundente reacci¨®n de la prefectura no era balad¨ª. La polic¨ªa francesa persegu¨ªa con aut¨¦ntico celo a Carlos desde que el 27 de junio de 1975 asesinara en la parisina calle Toulliers a dos funcionarios de la DST francesa y a un liban¨¦s cuando trataban de detenerlo. Carlos, vinculado entonces al Frente Popular de Liberaci¨®n de Palestina (FPLP), ten¨ªa su base en Yemen del Sur.
Por entonces, Carlos era una figura del terrorismo internacional. No solo le buscaban los franceses. Hab¨ªa muchos Gobiernos occidentales interesados en su captura, sobre todo desde que el 21 de diciembre de 1975 lider¨® un comando que asalt¨® la sede de la OPEP en Viena para tomar como rehenes a 42 personas, entre ellos a los ministros del petr¨®leo de los pa¨ªses miembros del cartel petrolero. Esa fue una acci¨®n muy arriesgada, que termin¨® con la muerte de tres de los secuestrados, entre ellos el representante libio. Esta ¨²ltima muerte fue un error, que le cost¨® caro a Carlos porque hab¨ªa cometido ese acto terrorista por encargo del l¨ªder libio Gadafi, quien no perdon¨® este error. Como quiera que Libia era el refugio de Carlos, ¨¦ste tuvo que cambiar de domicilio y pasar una temporada en Argelia antes de montar su base de operaciones en Yemen del Sur.
Y fue en Argelia donde Carlos y ETA contactaron. Algo que sab¨ªan los franceses.
En los campos de entrenamiento de la Academia de polic¨ªa de Argel resid¨ªan entonces militantes de varias organizaciones revolucionarias, sobre todo palestinas y movimientos de liberaci¨®n africanos. Entre las organizaciones revolucionarias europeas hab¨ªa representaciones del MPAIAC (el movimiento revolucionario canario que lideraba Antonio Cubillo y que dispon¨ªa de una emisora en territorio africano) y de ETA Pol¨ªtico-militar, que acababan de ser autorizadas por el r¨¦gimen de Boumedian para utilizar sus campos de entrenamiento, como represalia al Gobierno espa?ol por ceder el S¨¢hara a Marruecos. Muchos de los m¨¢s cualificados militantes de ETA que destacaron por su actividad terrorista en los a?os setenta y ochenta en Espa?a pasaron por esos campos de entrenamiento.
All¨ª, Carlos conect¨® con la representaci¨®n de ETA Pol¨ªtico-militar. El terrorista internacional m¨¢s popular, que sent¨ªa querencia hacia el Pa¨ªs Vasco (casi 30 a?os despu¨¦s manifest¨® en el juicio celebrado en Par¨ªs que sus or¨ªgenes eran ¡°negros, indios y vascos¡±), invit¨® a los militantes polimilis a su campo de entrenamiento de Yemen del Sur. Accedieron tres.
Aquel era un campo de entrenamiento mucho m¨¢s precario que los que ced¨ªa Argelia, recuerda uno de los polimilis. A los tres polimilis que acudieron al campo de Yemen del sur les qued¨® como recuerdo haber coincidido con el comando de seis terroristas de las C¨¦lulas Revolucionarias alemanas y del FPLP, que particip¨® pocos meses despu¨¦s, el 27 de junio de 1976, en el secuestro de la aeronave de Air France, con 248 pasajeros, que hac¨ªa el recorrido Tel Aviv-Par¨ªs.
Aquel secuestro culmin¨® en Entebee (Uganda), el 4 de julio de 1976, con la intervenci¨®n de 100 comandos israel¨ªes que atacaron a los terroristas y a los soldados ugandeses. El balance fue brutal. Todos los terroristas fueron asesinados, as¨ª como 45 soldados ugandeses, tres rehenes y el oficial israel¨ª que comand¨® la operaci¨®n, Nathan Netanyahu, hermano del hoy primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn. Previamente al asalto, los terroristas liberaron a los pasajeros no jud¨ªos, la mitad, aproximadamente.
Por tanto, en 1977 no hab¨ªa existido m¨¢s relaci¨®n entre ETA y Carlos que la estancia de tres militantes en el campo de entrenamiento de Yemen del Sur. Pero la polic¨ªa francesa quer¨ªa conocer cualquier detalle del terrorista y de sus centros de entrenamiento.
Fue a partir de 1979 cuando la relaci¨®n entre ETA y Carlos se hizo m¨¢s estrecha. Y en esa nueva relaci¨®n represent¨® un papel fundamental un hombre muy peculiar, el ciudadano belga de origen flamenco, Luc Edgar Groven (1950), conocido como Lucas o Albert, que lleg¨® a ser responsable internacional de ETA Pol¨ªtico-militar.
Groven era todo un personaje. Proced¨ªa de la izquierda radical como otros muchos extranjeros que durante el franquismo hab¨ªan colaborado con ETA, tras el renombre internacional que esta organizaci¨®n alcanz¨® despu¨¦s del proceso de Burgos de 1970 y tras el atentado mortal contra el presidente del Gobierno franquista, el almirante Carrero Blanco, en 1973. Groven, adem¨¢s de actuar como responsable internacional de ETA Pol¨ªtico-militar desde finales de los a?os setenta, trabajaba tambi¨¦n para el IRA irland¨¦s. Sus relaciones le permit¨ªan mantener contacto con otras organizaciones armadas de la ¨¦poca y visitar los campamentos palestinos en Oriente Medio.
Groven conoci¨® a Magdalena Kopp, compa?era de Carlos, y a Johannes Weinrik, militantes de las C¨¦lulas Revolucionarias alemanas. Fue en Berl¨ªn en 1979. Weinrik y Kamal al Issawi, Ali, se convirtieron en los dos colaboradores habituales de Carlos en sus campa?as terroristas.
Porque Carlos hab¨ªa evolucionado en su actividad terrorista. Ya no era un mero hombre del FPLP palestino. Era un mercenario que trabajaba para el pa¨ªs que le pagaba, en la ¨®rbita de los enemigos de Estados Unidos, Israel y sus aliados. Entre sus clientes habituales figuraban Irak, Libia, Ruman¨ªa y Siria. Carlos estaba controlado por la Stasi, la inteligencia de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, que era lo mismo que decir el KGB sovi¨¦tico. Se mov¨ªa habitualmente por Budapest, la capital de Hungr¨ªa. All¨ª estaba su oficina central.
Y fue en Budapest donde mantuvieron el primer contacto Carlos y Groven, al que sol¨ªa acompa?ar alg¨²n otro dirigente de ETA Pol¨ªtico-militar. Carlos se comprometi¨® a proveer de armas y explosivos a ETA Pol¨ªtico-militar a cambio de que esta organizaci¨®n le facilitara autom¨®viles para cometer atentados en Europa. Fue un periodo de colaboraci¨®n no muy largo porque ETA Pol¨ªtico-militar termin¨® disolvi¨¦ndose en septiembre de 1982. Desde febrero de 1981, tras el intento de golpe de Estado frustrado del 23-F, hab¨ªa iniciado un proceso de final de la violencia con una tregua. Pero hasta entonces, y durante dos a?os, Carlos y Groven, contrario al proceso de final de la violencia, llegaron a reunirse hasta cinco veces en Budapest.
El primer atentado de Carlos en el que se conoce que particip¨® ETA Pol¨ªtico-militar se produjo el 21 de febrero en 1981. Fue el atentado cometido en M¨²nich contra los locales de Radio Libre Europa, emisora financiada por Estados Unidos para realizar propaganda contra el bloque sovi¨¦tico.
Sin embargo, la verdadera colaboraci¨®n entre el terrorista y la organizaci¨®n vasca se produjo a partir de 1979
Carlos recibi¨® el encargo de la Ruman¨ªa de Nicolae Ceausescu. Los militantes polimilis consiguieron el autom¨®vil que utilizaron los terroristas de Carlos para destruir la emisora de radio. La explosi¨®n revent¨® los locales de Radio Libre Europa, pero no caus¨® v¨ªctimas. La operaci¨®n fracas¨®, al no lograr el objetivo de destruir las emisiones rumanas, sino las checas.
Groven tambi¨¦n consigui¨® el veh¨ªculo en el que fueron detenidos, el 16 de febrero de 1982, Magdalena Kopp, la compa?era de Carlos, y Bruno Breguet, Luca, otro colaborador del terrorista venezolano, cerca de la sede de la revista Al Watan Al Arabi, en la calle Marbeuf, de Par¨ªs, contra la que intentaron atentar. Breguet intent¨® disparar contra un polic¨ªa que les pidi¨® los papeles, pero se le encasquill¨® la pistola. Fueron detenidos. La polic¨ªa encontr¨® en el interior del veh¨ªculo dos bombonas de gas llenas, cinco kilos de penthrit y planos.
Dos meses despu¨¦s, el 22 de abril, primer d¨ªa del juicio de Magdalena Kopp y de Breguet, se produjo un atentado contra dicha publicaci¨®n que cost¨® la vida a una persona e hiri¨® a 63.
Aquel atentado fue un encargo de Siria. ETA Pol¨ªtico-militar siempre neg¨® la participaci¨®n en dicho acto terrorista y argument¨® que su norma era no atentar en territorio franc¨¦s, d¨®nde resid¨ªan muchos de sus miembros. Francia a¨²n no hab¨ªa decidido actuar con resoluci¨®n contra el santuario de ETA en su territorio, y los polimilis, a cambio, evitaban crear problemas a la polic¨ªa gala. Pero Carlos, tras la detenci¨®n de su novia, inici¨® una intensa campa?a terrorista en Francia para tratar de lograr su liberaci¨®n. Entre 1982 y 1985, Carlos asesin¨® en Francia a 11 personas e hiri¨® a cerca de 150.
Algunos de los atentados en Francia fueron muy graves. Hizo estallar una bomba en un tren que cubr¨ªa la ruta Toulouse-Par¨ªs el 29 de marzo de 1982, con un balance de cinco muertos. Puso una bomba en la estaci¨®n de tren marsellesa de Saint Charles, con dos muertos. Y otra contra el tren de alta velocidad a Tain, con tres muertos. Todo ello, adem¨¢s de la explosi¨®n en la revista Al Watan Al Arabi.
Magdalena Kopp fue condenada a cuatro a?os de prisi¨®n. Pero el tribunal le redujo siete meses la condena por buena conducta, siendo expulsada a la Rep¨²blica Federal Alemana. En un mes se traslad¨® a Siria y en 1985 se cas¨® con Carlos. En 1990, con motivo de la guerra del Golfo, abandonan Siria, al aliarse este pa¨ªs con Estado Unidos contra Irak, y se trasladan a Libia. All¨ª duran poco tiempo, y Kopp termin¨® su periplo en Venezuela antes de trasladarse a vivir a Alemania, ya separada de Carlos, donde hoy reside con su hija en su ciudad natal, Neu-Ulm.
ETA p-m encarg¨® a Carlos en 1982 que cobrara en L¨ªbano el rescate del secuestro del? padre de Julio Iglesias
La colaboraci¨®n entre Carlos y ETA Pol¨ªtico-militar tuvo su contrapartida para los etarras. La organizaci¨®n vasca recab¨® la colaboraci¨®n del terrorista Carlos con motivo del secuestro del padre del cantante Julio Iglesias. Lo secuestr¨® el 30 de diciembre de 1981 y fue liberado por los geos 20 d¨ªas despu¨¦s, el 19 de enero de 1982 en Trasmoz (Zaragoza).
Durante mucho tiempo hubo gran confusi¨®n acerca de este secuestro. Todav¨ªa hay quienes est¨¢n convencidos de que fue obra de delincuentes internacionales. El motivo de la confusi¨®n radica en que ETA Pol¨ªtico-militar nunca reivindic¨® el secuestro porque se encontraba en tregua desde el 28 de febrero de 1981. La realidad, seg¨²n han confirmado fuentes cercanas a esta organizaci¨®n, es que se trat¨® de una operaci¨®n de mera supervivencia econ¨®mica. ETA Pol¨ªtico-militar necesitaba dinero y le ven¨ªa bien la creencia de que el secuestro hab¨ªa sido obra de unos delincuentes. Pretend¨ªa reeditar el ¨¦xito que tuvo, en enero de 1981, con el secuestro del industrial alcire?o, Luis Su?er, que le report¨® unos 350 millones de pesetas (algo m¨¢s de dos millones de euros) tras liberarlo en abril de ese mismo a?o.
Para contribuir a la confusi¨®n, ETA recab¨® la ayuda de Carlos, a quien le pidi¨® que cobrase el rescate del secuestro del padre de Julio Iglesias en L¨ªbano. La colaboraci¨®n la negociaron Carlos y Luc Groven en Budapest. ETA pidi¨® 2.000 millones de pesetas a la familia Iglesias como precio por el rescate. La operaci¨®n se frustr¨® por la actuaci¨®n de los geos en Trasmoz (Zaragoza).
Curiosamente, la detenci¨®n del comando, del que formaban parte militantes desconocidos de ETA Pol¨ªtico-militar, fue fruto de una casualidad, alimentada por una indiscreci¨®n. Un militante residente en Ir¨²n (Gip¨²zkoa) coment¨® a miembros de su cuadrilla, pertenecientes a ETA Militar, para darse importancia, que el secuestro del padre de Julio Iglesias pertenec¨ªa a su organizaci¨®n. Una redada oportuna de la polic¨ªa entre los milis de la zona propici¨® la detenci¨®n del polimili, y de ah¨ª las pistas que condujeron a la polic¨ªa a Trasmoz (Zaragoza).
El ministro del Interior, Juan Jos¨¦ Ros¨®n, del Gobierno de UCD, que negociaba con Mario Onaindia y Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s la disoluci¨®n de ETA Pol¨ªtico-militar, temi¨® que el secuestro del padre de Julio Iglesias supusiera la ruptura de la tregua de los polimilis. Pidi¨® explicaciones a sus interlocutores y la banda terrorista contest¨® que aquella era una operaci¨®n de abastecimiento econ¨®mico y que no supon¨ªa la ruptura de la tregua.
Ocho meses despu¨¦s, en septiembre de 1982, ETA Pol¨ªtico-militar se disolvi¨®, pero un grupo de sus militantes se escindi¨®, los octavos, que con el tiempo se integraron en ETA Militar. Entre ellos, adem¨¢s de Groven, figuraban Arnaldo Otegi, hoy dirigente de la izquierda abertzale, y Javier L¨®pez Pe?a, Thierry, uno de los ¨²ltimos jefes de ETA Militar, detenido en 2008 en Burdeos (Francia).
ETA militar, liderada por Jose Ternera, nunca quiso colaborar con Carlos y si con grupos latinoamericanos
Durante 1980 y 1982 hubo varias operaciones de env¨ªo de armas de Carlos a ETA Pol¨ªtico-militar, en cumplimiento de su compromiso alcanzado con Groven. El primer viaje se produjo el 4 de noviembre de 1980 y se realiz¨® en una autocaravana Toyota adquirida con dinero de los polimilis.
En mayo de 1982, la DST francesa intercept¨® un cargamento de armas y explosivos de Carlos a los polimilis. El transportista era otro fichaje de Carlos, un anarquista franc¨¦s, Patrick Chabrol, al que acompa?aba su compa?era bretona, que recogi¨® la mercanc¨ªa en Bucarest (Ruman¨ªa) y de regreso a Francia not¨® que le segu¨ªan. Fue detenido al sur de Burdeos por la polic¨ªa gala.
La DST puso a ETA Pol¨ªtico-militar ante un dilema: o revelaba los itinerarios de los viajes, con la pretensi¨®n de conocer la tan perseguida ruta de Carlos, o pasaba el asunto a la polic¨ªa judicial. La direcci¨®n de ETA Pol¨ªtico-militar, asustada por las consecuencias tan graves para su organizaci¨®n de una intervenci¨®n de la polic¨ªa judicial francesa, decidi¨® colaborar. De este modo, las autoridades francesas conocieron el itinerario del tr¨¢fico de armas de Carlos. Empezaba en Yemen del sur y pasaba por Mosc¨², Berl¨ªn y Budapest. De la capital de Hungr¨ªa pasaba a Ruman¨ªa, Yugoslavia, Italia y Francia.
ETA Pol¨ªtico-militar est¨¢ convencida, seg¨²n uno de los dirigentes que conoci¨® a Carlos, de que la DST fue informada de la operaci¨®n por los servicios secretos de la Ruman¨ªa de Ceausescu, en un momento en el que el terrorista venezolano empezaba a sufrir el acoso de los pa¨ªses que le proteg¨ªan. ¡°Carlos era un fanfarr¨®n y actuaba por su cuenta. Lleg¨® un momento en el que comenz¨® a ser inc¨®modo para las organizaciones y los pa¨ªses que le proteg¨ªan. Hay que contar, adem¨¢s, con los cambios de alianzas de los pa¨ªses que le amparaban. Pronto perdi¨® el apoyo del FPLP. Pero tambi¨¦n lo perdi¨® de Libia, de Siria¡±, se?ala un polimili que trat¨® a Carlos.
Con la ca¨ªda del bloque comunista, en 1989, Carlos perdi¨® su ¨²ltimo refugio y acab¨® fijando su residencia en Sud¨¢n: en la capital, Jartum, fue entregado por su misma escolta a la polic¨ªa francesa el 15 de agosto de 1994. Las autoridades sudanesas hab¨ªan pactado su entrega con el Gobierno galo y su entonces ministro del Interior, Pandraud. Carlos fue trasladado a Par¨ªs.
Tras la operaci¨®n fallida del ¨²ltimo cargamento de armas, Luc Groven rompi¨® su relaci¨®n con Carlos, al comprender el riesgo que significaba para su seguridad y para la de la organizaci¨®n vasca. Para entonces, ETA Pol¨ªtico-militar ya estaba rota, por la decisi¨®n de disolverse. Groven se pas¨® a los escindidos, a los que no aceptaron el final de la violencia, los denominados octavos.
La DST temi¨® que los octavos mantuvieran los contactos con Carlos. Eso explica por qu¨¦, a?os despu¨¦s, en enero de 1984, la polic¨ªa francesa detuvo a la c¨²pula de los octavos y los expuls¨® a Panam¨¢ y Cabo Verde. Entre ellos estaba su l¨ªder, Txutxo Abrisketa, que viaj¨® a Cuba, donde hoy reside.
Aquella operaci¨®n policial francesa sorprendi¨® entonces, en 1984, porque no ten¨ªa precedentes y porque no afect¨® para nada a ETA Militar. Y es que ETA Militar rehus¨® mantener contactos con Carlos. Su responsable internacional en aquellos a?os, Josu Urrutikoetxea, Josu Ternera, lo rechaz¨®. No se fiaba del famoso terrorista internacional, ni de sus relaciones con el bloque comunista. Josu Ternera prefiri¨® intensificar las relaciones con los movimientos de liberaci¨®n latinoamericanos, m¨¢s afines a sus planteamientos nacionalistas.
Groven tambi¨¦n termin¨® mal. Pero no en la c¨¢rcel, como Carlos. No se apunt¨® a la decisi¨®n de ETA Pol¨ªtico-militar de acabar con la violencia en septiembre de 1982, escenificada en una sonada rueda de prensa en Biarritz, con los ya exetarras, present¨¢ndose a cara descubierta. Lo hizo un tiempo m¨¢s tarde a trav¨¦s de la llamada v¨ªa Azk¨¢rraga. El entonces senador del PNV, Joseba Azk¨¢rraga, recogi¨® a algunos disidentes de ETA Pol¨ªtico-militar, octavos, reinsertados con posterioridad. Uno de ellos fue Groven. En agosto de 1985 cruz¨® la frontera espa?ola, acompa?ado de su pareja, Itziar Hern¨¢ndez Zubizarreta, y de Azk¨¢rraga, y se instal¨® en el Pa¨ªs Vasco con todas las garant¨ªas legales.
Lleg¨® a ser eurodiputado en 1997. Muri¨® en Bilbao a?os despu¨¦s. Trabajaba en el Consorcio de Aguas de la capital vizca¨ªna. El 14 de agosto de 2011 apareci¨® muerto en su domicilio por causas naturales, pocos meses antes del segundo juicio de Carlos en Par¨ªs, al que deb¨ªa comparecer como testigo. Enfrentarse a su pasado, del que hac¨ªa a?os que se hab¨ªa arrepentido, le horrorizaba, manifiestan quienes le conocieron.
En realidad, Groven y los polimilis empezaron a desconfiar de Carlos por su comportamiento tras la detenci¨®n de su novia, Magdalena Kopp, en 1982. ¡°Mont¨® toda una campa?a personalista para reivindicar a su novia. Le mov¨ªa su orgullo herido m¨¢s que la lucha por una causa. No era un revolucionario. Era un aventurero que viv¨ªa a todo tren¡±, recuerda un expolimili que trat¨® con Carlos.
Tambi¨¦n recuerda c¨®mo ¡°actuaba como un ni?o mimado¡±. ¡°Se notaba que proced¨ªa de una familia de la alta burgues¨ªa. Sol¨ªa aparecer majestuoso, tocado con un gorro ruso¡±, se?ala el expolimili. De hecho, un primo de Carlos, el ingeniero Rafael S¨¢nchez Carre?o, es el influyente ministro de Energ¨ªa y Petr¨®leo del Gobierno venezolano de Hugo Ch¨¢vez. El presidente venezolano apoya expresamente a Carlos y ha intentado, sin ¨¦xito, su repatriaci¨®n a Venezuela. Francia se ha negado, al considerarlo ¡°un terrorista y no un revolucionario¡±.
Una an¨¦cdota ilustra la personalidad de Carlos. Usaba un coche espectacular. Un d¨ªa, mientras circulaba por las calles de Budapest, un autom¨®vil comenz¨® a obstaculizarle. El polimili que le acompa?aba le dijo a Carlos con iron¨ªa:
¡ªAh¨ª tienes a alguien que se rebela frente al poder.
Carlos se puso hist¨¦rico y respondi¨®:
¡ª?Es un contrarrevolucionario!
¡°Para Carlos, el mundo entero se divid¨ªa entre revolucionarios y contrarrevolucionarios. Todo era pura ret¨®rica porque nunca se hablaba de pol¨ªtica con ¨¦l¡±, a?ade el ex
El segundo juicio contra Carlos, iniciado en Par¨ªs en noviembre de 2011 y centrado en sus atentados en territorio galo entre 1982 y 1983, que costaron la vida a 11 personas, sirvi¨® para que afloraran las relaciones entre el terrorista internacional y ETA Pol¨ªtico-militar. La desaparici¨®n de los reg¨ªmenes comunistas propici¨® que se conocieran secretos de la Stasi y de la Securitate rumana. Esa informaci¨®n acab¨® en manos de jueces franceses y alemanes.
Durante el juicio, Carlos volvi¨® a representar su papel altanero y fantasioso, defendido por su nueva esposa, su abogada, Isabelle Coutant Peyre, de 60 a?os, tres menos que ¨¦l. El 15 de diciembre de 2011 fue condenado a cadena perpetua. Una cadena perpetua que se une a la que le fue impuesta en 1997 por el asesinato de dos polic¨ªas franceses y un civil liban¨¦s en 1975, y con el condicionante de que necesitar¨¢ un plazo m¨ªnimo de 18 a?os en prisi¨®n para poder solicitar cualquier beneficio procesal.
El juicio contra Carlos, que tiene en su haber un centenar de asesinatos, simboliza el fin de una ¨¦poca, la de un planeta en llamas entre los a?os sesenta y noventa, con unos movimientos revolucionarios extendidos a escala internacional que ten¨ªan, en muchos casos, su epicentro en los pa¨ªses del bloque sovi¨¦tico. La profesionalizaci¨®n de Carlos, su salto de la militancia del FPLP al trabajo mercenario, fue tambi¨¦n la muestra de su definitiva degeneraci¨®n pol¨ªtica.
El destino del bot¨ªn del secuestro de Su?er
ETA Pol¨ªtico-militar entreg¨® una parte importante del bot¨ªn logrado con el secuestro del industrial alcire?o Luis Su?er en 1981, unos 350 millones de las antiguas pesetas, al Frente Farabundo Mart¨ª, de El Salvador, con el que financi¨® la sangrienta ofensiva de Morazan, la primera en importancia que esta guerrilla latinoamericana protagoniz¨® en la guerra civil que asol¨® el pa¨ªs en los a?os ochenta. La guerrilla fracas¨® en aquella ofensiva y un millar de campesinos murieron en sus enfrentamientos con el Ej¨¦rcito.
ETA Pol¨ªtico-militar mantuvo secuestrado entre enero y abril de 1981 a Su?er, empresario valenciano, due?o de Cartonajes Su?er y Avidesa, y una de las mayores fortunas espa?olas de aquel momento. Tras cobrar el bot¨ªn, un dirigente de ETA Pol¨ªtico-militar, Txutxo Abrisketa, entreg¨® al l¨ªder del Frente Farabundo Mart¨ª salvadore?o, Joaqu¨ªn Villalobos, una parte importante del rescate en un encuentro celebrado en Par¨ªs.
ETA Pol¨ªtico-militar, cuya actividad ces¨® en septiembre de 1982, no limit¨® sus alianzas internacionales al terrorista Carlos. Mantuvo relaciones con numerosas organizaciones revolucionarias internacionales, sobre todo los movimientos de liberaci¨®n latinoamericanos, como el Frente Sandinista de Nicaragua y el Frente Farabundo Mart¨ª de El Salvador. Tambi¨¦n los mantuvo antes con los tupamaros uruguayos o con los del MIR chileno.
Algunos militantes polimilis? lucharon con los guerrilleros salvadore?os contra el Ej¨¦rcito durante la guerra civil de aquel pa¨ªs. Tambi¨¦n algunos militantes de ETA Militar, como Francisco Arriar¨¢n, que se cas¨® con una guerrillera salvadore?a y muri¨® en el curso de un ataque del Ej¨¦rcito salvadore?o contra la guerrilla. A Arriar¨¢n, que ten¨ªa amputada una pierna al resultar herido en un combate precedente, se le rompi¨® la muleta cuando hu¨ªa de una incursi¨®n por sorpresa del Ej¨¦rcito. Muri¨® acribillado a balazos. Tambi¨¦n ETA Pol¨ªtico-militar mantuvo relaciones con el Movimiento de las Fuerzas Armadas portugu¨¦s, tras la revoluci¨®n de los claveles del 25 de abril de 1974 contra la dictadura salazarista. Portugal se convirti¨® en lugar de encuentro de numerosos movimientos revolucionarios internacionales.
El principal l¨ªder del Movimiento de las Fuerzas Armadas, el teniente coronel Otelo Saraiva de Carvalho, entreg¨® a representantes de ETA Pol¨ªtico-militar instalados en Portugal todos los archivos de la PIDE (la temida polic¨ªa pol¨ªtica del dictador luso Oliveira Salazar, que colaboraba con la de Franco) en los que exist¨ªan referencias a ETA.
Saraiva de Carvalho mantuvo las relaciones con ETA, y en 1980, cuando se constituyeron las Fuerzas Populares del 25 de Abril, que ten¨ªan como referente pol¨ªtico al l¨ªder de la revoluci¨®n de los claveles,establecieron relaciones de colaboraci¨®n con los polimilis. Las Fuerzas Populares del 25 de Abril, integradas por militares revolucionarios desencantados por la deriva de la revoluci¨®n de los claveles y que realizaron algunos atentados y atracos, ten¨ªan un brazo pol¨ªtico, las Fuerzas de Unidad Popular, siguiendo un esquema similar al de los polimilis y Euskadiko Ezkerra.
Ambas experiencias acabaron pronto. Otelo Saraiva de Carvalho fue juzgado y condenado en 1984. Pero hubo una importante movilizaci¨®n popular en Portugal, que reivindic¨® su papel como art¨ªfice de la revoluci¨®n de los claveles, con lo que pronto fue puesto en libertad. A su vez, ETA Pol¨ªtico-militar se disolvi¨® en 1982.
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