Puede exhumar a los fusilados, pero le costar¨¢ 1.600 euros
Paralizada la apertura de una fosa en Salamanca porque los propietarios del terreno quieren dinero
Hay fosas abiertas ¡ªcasi 300 desde el a?o 2000¡ª, fosas pendientes de exhumar ¡ªal menos 1.200¡ª, y una cerrada con un candado. Est¨¢ en Pedrotoro (Ciudad Rodrigo, Salamanca) y es la propietaria del terreno quien lo ha puesto. Exige a la Asociaci¨®n Salamanca por la Memoria y la Justicia, que busca all¨ª los restos de entre 15 y 20 fusilados, una fianza de 600 euros. El arrendatario de la finca, de la misma familia, otros 1.000 como indemnizaci¨®n por da?os. Los arque¨®logos empezaron a cavar, pero no les dio tiempo a encontrar la fosa. Ahora la exhumaci¨®n est¨¢ paralizada. El subdelegado del Gobierno en Salamanca, Javier Gal¨¢n (PP), ha pedido a la Abogac¨ªa del Estado que le diga ¡°qu¨¦ procede hacer¡± despu¨¦s de que el juez de Ciudad Rodrigo, al que acudieron los familiares de las v¨ªctimas, dijese en un auto que eran ¡°las autoridades administrativas¡± quienes deben resolver el problema.
La asociaci¨®n tiene ingresada en su cuenta la subvenci¨®n de 7.200 euros que recibi¨® del Gobierno anterior para realizar esta y otras exhumaciones en la zona. ¡°Ese dinero es para pagar a los siete arque¨®logos, su alojamiento en un pueblo cercano, que por cierto, se llama ?gueda del Caudillo, las herramientas y el alquiler de la pala excavadora, que cuesta 30 euros la hora¡±, explica Severiano Delgado, su presidente. ¡°Esto no es una actividad mercantil, sino humanitaria. Por supuesto, no ganamos dinero con esto, ni nos parece bien que nadie pretenda ganarlo. A esta se?ora y al arrendatario del terreno, que es su hijo, les hemos ofrecido 800 euros como indemnizaci¨®n y dejarlo todo como estaba en 15 d¨ªas. El terreno no vale ni eso. Es un pastizal de secano¡±.
N. M., la propietaria, se enfada cuando este diario le pide su versi¨®n. ¡°?Le he pedido a un t¨¦cnico agrario que me eval¨²e los da?os y los he denunciado a la Guardia Civil!¡±.
El subdelegado del Gobierno en Salamanca, que se reuni¨® con la asociaci¨®n, sigue aconsejando a las partes que lleguen a un acuerdo. ¡°Da un poco de verg¨¹enza el asunto del dinero en un tema tan sensible¡±, admite.
Emilio Silva, presidente de la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica, no recuerda un caso as¨ª. ¡°Es de una falta de humanidad brutal. No est¨¢n buscando oro, sino restos de fusilados. Y lo que pide esta se?ora es como un rescate. Tiene secuestrado a un grupo de desaparecidos del franquismo¡±. De hecho, explica, para la mayor¨ªa de propietarios de fincas en las que hay fosas de la Guerra Civil, "es un alivio que vayamos a exhumarlos". As¨ª ocurri¨® recientemente en Espinosa de los Monteros (Burgos), donde el comprador de un chal¨¦ en cuyo jard¨ªn yac¨ªan los restos de 12 fusilados en 1936, permiti¨® a los arque¨®logos trabajar durante varios d¨ªas.
En ese grupo de desaparecidos, la asociaci¨®n Salamanca por la Memoria y la Justicia busca a ocho hombres? detenidos por falangistas, ingresados en? 1936 en la c¨¢rcel de partido de Ciudad Rodrigo y "puestos en libertad" sin que sus familias volvieran a saber de ellos.La asociaci¨®n cree que en este paraje de Pedrotoro podr¨ªan estar los restos de Gertrudis S¨¢nchez, La Gaona, una mujer a la que torturaron y fusilaron al principio de la Guerra Civil. Los falangistas tambi¨¦n mataron a dos de sus hijos.?
Los zapatos de la v¨ªctima, expuestos en un bar
Germ¨¢n Mart¨ªn, hijo de Manuel Mart¨ªn, alcalde de Ciudad Rodrigo por el Frente Popular fusilado en agosto de 1936, busca en el terreno de esta se?ora a su t¨ªo Avelino, detenido menos de cuatro meses despu¨¦s. "A mi padre lo mataron con casi toda la corporaci¨®n municipal.Ten¨ªa 44 a?os y cuatro hijos. Yo era el m¨¢s peque?o. ?l tuvo una sepultura individualizada. Pero despu¨¦s vinieron a por mi t¨ªo. Se lo llevaron detenido, dijeron que lo dejaban libre y nunca volvimos a saber nada", explica Germ¨¢n, de 80 a?os. Le indigna el problema que ha surgido con los propietarios del terreno para abrir la fosa donde gente mayor del pueblo le ha dicho que puede estar enterrado su t¨ªo. "Es una verg¨¹enza. Todo son obst¨¢culos. Esto deber¨ªa estar haci¨¦ndolo el Estado, no las asociaciones. Nuestros familiares no pueden estar por ah¨ª tirados".
?ngel de Miguel es nieto de otro desaparecido del franquismo que pod¨ªa estar en esta fosa, Alfredo Miguel Plaza, interventor en el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo con el Frente Popular. "Un d¨ªa un se?or mayor del pueblo me dijo que hab¨ªa o¨ªdo los disparos por aqu¨ª", explica. "Mi abuelo ten¨ªa 50 a?os y cinco hijos cuando lo mataron. Dos de ellos estaban luchando en el frente de Guadarrama con los franquistas cuando lo asesinaron. Mi padre, que ten¨ªa entonces 14 a?os, no habl¨® de esto hasta hace dos a?os. Todav¨ªa le daba miedo. Los zapatos de mi abuelo hab¨ªan estado expuestos como trofeo en el bar al que sol¨ªan ir".
?ngel Iglesias Ovejero busca en fosas al primer marido de su madre y a tres hermanos de ella, sus t¨ªos. Dos de ellos pueden estar en esta que ahora est¨¢ cerrada con un candado a la espera de un tal¨®n. "Uno ten¨ªa 24 a?os y el otro 26. No sabemos por qu¨¦ los mataron. No estaban se?alados pol¨ªticamente, eran analfabetos, se dedicaban a guardar cabras", explica. "No hay acta de defunci¨®n, ni tumba, ni l¨¢pida... Es como si no hubieran existido". Pero existieron. La madre de ?ngel los llor¨®: a sus tres hermanos y a su primer marido, todos asesinados entre agosto y septiembre de 1936. "Yo creo que los mataron a todos por miedo a que alguno quisiera vengar la muerte del otro. Fue una salvajada. Este pueblo ten¨ªa entonces menos de 1.500 habitantes y asesinaron a 19 vecinos".
?ngel Iglesias, catedr¨¢tico de ling¨¹¨ªstica, de 68 a?os, cuenta que su madre siempre supo qui¨¦n hab¨ªa matado a su primer marido. "Se lo dijo el se?or que conduc¨ªa la camioneta en la que se lo llevaron.Nosotros fuimos al colegio con los hijos de los asesinos..." Por eso ahora le duele que la fosa no se pueda abrir por un asunto de dinero. "Creo que lo que le pasa a la propietaria del terreno es que no le gusta que se hable de estas cosas, que se sepan. Pero tiene en su terreno algo que no es de su propiedad. Y nuestro deber es intentar recuperar los restos. Si fueran familiares suyos lo ver¨ªa de forma distinta".
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