11 meses de angustia por un error policial

Los ni?os Ruth y Jos¨¦, de seis y dos a?os, nunca salieron de la finca cordobesa de Las Quemadillas ¡ªun nombre que pasar¨¢ a la historia ignominiosa del crimen y a la de los errores policiales¡ª a la que les llev¨® su padre, Jos¨¦ Bret¨®n, entre la tarde del 7 y la ma?ana del 8 de octubre del a?o pasado. Dos informes de prestigiosos antrop¨®logos han determinado que los m¨¢s de 200 restos ¨®seos y seis dientes hallados en una hoguera prendida en la finca por el padre de los ni?os desaparecidos no eran restos de peque?os roedores ¡ªcomo determin¨® hace m¨¢s de diez meses la Polic¨ªa Cient¨ªfica¡ª sino de humanos menores de edad. Y, si todo se acaba confirmando tal y como esos informes y la investigaci¨®n se?alan, fue el padre de los ni?os quien los mat¨® y los arroj¨® a una pira sobre la que construy¨® un rudimentario horno crematorio, para luego mantener durante 11 meses una farsa sobre qu¨¦ ocurri¨® aquel 8 de octubre en el que dijo haberlos perdido mientras jugaban en el parque Cruz Conde de C¨®rdoba. Supuestamente; porque el padre, Jos¨¦ Bret¨®n, en prisi¨®n desde hace meses, lo sigue negando todo.

Los nuevos informes han dado un vuelco total a 11 meses de investigaci¨®n hasta llevarla al principio. La hoguera ya apagada en la que estaban esos huesos fue el primer sitio en el que la polic¨ªa mir¨®, convencida desde el principio de que Jos¨¦ Bret¨®n ment¨ªa y de que nada bueno le hab¨ªa pasado a los ni?os, a los que consideraba v¨ªctimas de una venganza de su padre, reci¨¦n separado y resentido por ello. Bret¨®n asegur¨® ante la polic¨ªa y el juez que en esa hoguera hab¨ªa quemado ropas, objetos y documentos desechados tras la reciente ruptura conyugal con su esposa. As¨ª, la mirada policial se desvi¨® hacia el resto de la parcela de Las Quemadillas, una propiedad situada a las afueras de C¨®rdoba que ha sido rastreada m¨¢s de 15 veces desde octubre.

La b¨²squeda se desvi¨® en busca de una fosa excavada en la finca porque la responsable de Antropolog¨ªa Forense de la Comisar¨ªa General de Polic¨ªa Cient¨ªfica, con m¨¢s de 20 a?os de experiencia en cat¨¢strofes, dijo que los huesos hallados en la hoguera pertenec¨ªan a ¡°roedores o peque?os carn¨ªvoros¡±, no a humanos. ?Es posible un error as¨ª en el CSI espa?ol, la joya de la corona policial? Seg¨²n el ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, ¡°un error cient¨ªfico¡±, que es como lo llam¨® ayer, lo tiene hasta el mejor equipo. Fern¨¢ndez D¨ªaz a?adi¨® que no piensa buscar responsabilidades por este fallo. Muchos miembros de la Polic¨ªa aseguraban ayer sentirse abochornados por el sufrimiento a?adido a la familia materna de los ni?os.

El fallo ha llevado a que durante 11 meses la polic¨ªa haya puesto del rev¨¦s la finca: la ¨²ltima vez, a finales de julio y primeros de agosto. Pero apenas nada se hab¨ªa avanzado hasta el 17 de agosto. Ese d¨ªa, Francisco Etxeberria, subdirector del Instituto Vasco de Criminolog¨ªa, entregaba el informe sobre los restos ¨®seos que hab¨ªa elaborado a petici¨®n de Ruth Ortiz, la madre de los ni?os desaparecidos. Los huesos y dientes, dec¨ªa el informe hecho con permiso judicial, son ¡°humanos y pertenecen a dos ni?os de dos y seis a?os¡±. No les pon¨ªa nombre y apellidos (de momento ha sido imposible extraer ADN), pero dec¨ªa que los ni?os a los que pertenec¨ªan esos restos hab¨ªan padecido ¡°una muerte violenta de tipo homicida desde el punto de vista m¨¦dico legal¡±. Y a?ad¨ªa que los huesos fueron sometidos a temperaturas de unos 800 grados, las propias de un horno crematorio.

La polic¨ªa cree que el exmilitar Jos¨¦ Bret¨®n pudo construir un peque?o horno con una chapa met¨¢lica y ladrillos para lograr esas altas temperaturas capaces de dejar los cuerpos casi en cenizas. De hecho, durante el rastreo con georradar del terreno se detect¨® un inusual endurecimiento de la arcilla bajo el lugar en el que estaba la hoguera, propio del que se logra con el barro en un horno.

El informe daba tal vuelco a la investigaci¨®n que Interior pidi¨® un informe de cotejo, que fue encargado a otro cient¨ªfico de prestigio: Jos¨¦ Mar¨ªa Berm¨²dez de Castro, director de Centro Nacional de Investigaci¨®n sobre la Evoluci¨®n Humana, paleoantrop¨®logo y experto en dientes. Su conclusi¨®n fue que algunos de los dientes correspond¨ªan a un menor con una edad de 6,22 a?os, con un error de m¨¢s-menos 43 d¨ªas. Y, ahora, ?qu¨¦?

La contradicci¨®n entre los informes (el primero, el policial, y los dos segundos) ha llevado al juez del caso, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Lainz, a encargar nuevas pruebas forenses para determinar si, como todo parece y como cree firmemente la polic¨ªa, esos restos son los de Ruth y Jos¨¦.

La polic¨ªa, seg¨²n las fuentes consultadas ayer, se ha reafirmado en su teor¨ªa inicial de que Jos¨¦ Bret¨®n, como ¨¦l mismo dijo, llev¨® el 8 de octubre a los peque?os a la parcela, donde previamente hab¨ªa guardado 140 litros de gas¨®leo que hab¨ªa comprado d¨ªas antes. Creen que all¨ª los hizo dormir con unos tranquilizantes (Orfidal y Motiv¨¢n) que tambi¨¦n compr¨® poco antes. Creen que les dio muerte, los inciner¨® y comenz¨® a montarse la coartada de que los hab¨ªa perdido en un parque de C¨®rdoba.

Eso es lo que cree la polic¨ªa. El supuesto infanticida, ¡°en su fuero interno, est¨¢ convencido de que esos no son sus hijos y de que no hay restos humanos¡±, seg¨²n asegur¨® ayer Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢nchez de Puerta, su abogado.