¡°Morir¨¦ con las botas puestas¡±
La Dulce Neus fue condenada a 28 a?os de c¨¢rcel por convencer a sus seis hijos para que matasen a su padre

"No, no, no, no¡±, r¨ªe, coqueta, Neus Soldevila, cuando se le pregunta si tiene pareja. Suma 69 a?os y lleva pendientes grandes de aro, varios anillos, pulseras y una blusa rosa con bordados en el cuello. Se disculpa varias veces por las chanclas ¡ª¡°este verano me he roto un dedo del pie, no s¨¦ c¨®mo, y se me hincha¡±¡ª y lamenta no haber podido cambi¨¢rselas por los zapatos que guarda en el bolso antes de sentarse a la mesa en la cafeter¨ªa Z¨²rich, en Barcelona. Soldevila es la Dulce Neus. Hace 31 a?os, en una finca en Espl¨²s (Huesca), su hija Marisol, que ten¨ªa 14 a?os, mat¨® de un tiro en la nuca a su marido, Joan Vila. Neus fue condenada a 28 a?os de c¨¢rcel por convencer a sus hijos para que asesinasen a su padre y montar luego una farsa acusando a los GRAPO. ¡°Mi madre me aguant¨® la mano y yo dispar¨¦¡±, cont¨® en un programa de televisi¨®n hace menos de un a?o Marisol, que ingres¨® en un reformatorio. Sus hermanos gemelos, Juan y Luis, de 17 a?os, y Mar¨ªa Nieves, de 18, tambi¨¦n fueron a la c¨¢rcel.
?A sus casi setenta a?os, Neus luce la misma media melena rubia oxigenada que en aquel 1 de octubre de 1986, cuando huy¨® de Espa?a en una circense fuga, acompa?ada de varios periodistas, aprovechando su r¨¦gimen abierto en prisi¨®n. Escap¨® a Sudam¨¦rica, donde vivi¨® casi dos a?os bajo la falsa identidad de Montserrat Ferrer. Hab¨ªa pasado cuatro a?os ya en la c¨¢rcel. El 8 de mayo de 1989 regres¨® extraditada a Espa?a, tras ser detenida por vender esmeraldas falsas.
Lo recuerda divertida, con la complicidad de su hermana Carmen, de 76 a?os, ambas nacidas en Torell¨®, en un pueblo en el interior de Catalu?a. ¡°?He estado en todas las prisiones de Espa?a!¡±, se r¨ªe, mientras rememora una vida con un asesinato, estafas, huidas, abogados medi¨¢ticos (como Emilio Rodr¨ªguez Men¨¦ndez), unos hijos que le han dado la espalda, amor¨ªos, la prensa... Ella que pensaba que acabar¨ªa siendo la se?ora de una casa de campo.
Eso le ha dado material de sobra para novelar. ¡°Empec¨¦ a escribir en la prisi¨®n un diario, sin pensar que lo publicar¨ªa¡±, cuenta. Desde entonces ha impreso tres libros: Bajo mi piel, ?Yo... y... Yo? y Las fisuras de la piel. Ella misma los edita, su hermana se los pasa a ordenador ¡ª¡°y le cambio alguna palabra¡±, aclara Carmen¡ª y luego los promociona por ¡°ferias, fiestas y all¨ª donde haga falta...¡±. Pero todo en negro porque teme que se lo embarguen.
El 5 de septiembre de 2000 sald¨® sus cuentas con la justicia y ahora se dedica a escribir libros autobiogr¨¢ficos
Hablando muy de cerca a su interlocutor, en un catal¨¢n cerrado, y mir¨¢ndole a los ojos, Neus despliega sobre la mesa toda una serie de recibos que le env¨ªa el Ayuntamiento de Granollers (Barcelona). Con su primer marido, ten¨ªa diversas propiedades, de las que debe los impuestos municipales de al menos nueve aparcamientos. ¡°No son m¨ªos, pero van a nombre m¨ªo. Aqu¨ª hay un cacao muy grande¡±, aduce. Cree que en estos a?os solo ha dado con ¡°usureros y corruptos¡± que han hecho ¡°lo que han querido¡± con su ¡°caso¡± hasta dejarla sin blanca.
Las deudas han sido una constante en su vida. Tras el asesinato, diversos medios publicaron que Neus hab¨ªa creado una estafa piramidal a espaldas de su marido, con el que llevaba 19 a?os casada, y que ese era tambi¨¦n uno de los m¨®viles para acabar con ¨¦l. ¡°Siempre puede haber algo de verdad en esas cosas, pero se hace un globo¡±, corta.
Con esp¨ªritu empresarial (¡°me ha gustado tener mis negocios¡±), despu¨¦s del crimen Neus regent¨® un taller de moda en Colombia, otro de bisuter¨ªa en Barcelona e intent¨® acabar una promoci¨®n de pisos que Vila dej¨® inacabada. Las numerosas entrevistas pagadas que daba en televisi¨®n le iban sirviendo tambi¨¦n para mantener la caja llena.
Pero aquello acab¨®. Cerr¨® los talleres ¡ª¡°ya no tengo tiempo para eso¡±, justifica¡ª y se dedic¨® a emborronar p¨¢ginas. ¡°No hac¨ªa otra cosa¡±, corrobora Rosa Villag¨®mez, de 57 a?os, que vivi¨® con ella casi cuatro a?os en el n¨²mero 212 de calle de Marina, en Barcelona. Pero un d¨ªa Neus desapareci¨®. ¡°Abr¨ª la puerta de su habitaci¨®n y vi que no quedaba ni su ropa¡±, explica apenada. ¡°La llor¨¦ mucho, no me cog¨ªa el tel¨¦fono...¡±, sigue Rosa, que no la ha vuelto a ver. ¡°Me rob¨® el coraz¨®n. Ojal¨¢ regresase¡±, solloza.
El 5? 3? de la calle de Marina fue el piso que eligieron Neus y Tom¨¢s Busquets tras casarse en 1997.?l se defin¨ªa como un ¡°picapleitos¡± que le gestionaba sus asuntos. ¡°Insisti¨® tanto que me volv¨ª a casar y eso que hab¨ªa jurado no hacerlo¡±, sonr¨ªe la Dulce Neus, que hoy vive con su hermana en Ripollet (Barcelona). Tom¨¢s muri¨® en 2003 de c¨¢ncer... ¡°Y yo qued¨¦ endeudada¡±, cuenta. Por eso le propuso a Rosa que compartiesen piso. ¡°Pero pasaba mucha gente por all¨ª, no lo sent¨ªa mi casa... Por eso me fui¡±, dice.
Neus se ha hecho mayor, y le queda sobre todo el apoyo de su hermana. De sus seis hijos no tiene noticias. Marisol reproch¨® en aquel programa que su madre le hiciese creer que su padre era un ogro. ¡°Ay, pobrecitos, si ¨¦l hubiese vivido, m¨¢s tarde no s¨¦ c¨®mo lo hubiesen pasado¡±, responde con ternura, aunque critica que ¡°todos quieren quitarse las pulgas de encima¡±. No le gusta remover el pasado, pensar en su exmarido, al que define como un maltratador.
M¨¢s gracia le hace el episodio de las esmeraldas. Todav¨ªa recuerda el bolso de piel rojo que llevaba el d¨ªa que las vendi¨® a la joyer¨ªa Terra Nova, en Quito. Le dieron tanto dinero por ellas que no le cab¨ªan los billetes en el bolso. Al llegar al hotel, abri¨® la puerta y empez¨® a esparcirlos por la cama. ¡°?Nunca jam¨¢s he vuelto a ver tanto dinero junto!¡±. Pero las joyas eran falsas, unos vidrios tintados, seg¨²n la polic¨ªa que la detuvo. Neus, sin embargo, lo niega. Aunque tampoco da detalles de d¨®nde las compr¨®, ni por qu¨¦ las vendi¨® si realmente quer¨ªa, como dice, montar unos pendientes y un anillo para su hija. ¡°Insistieron en compr¨¢rmelas¡±, arguye. La detuvieron por aquello, y acabaron entreg¨¢ndola a Espa?a a cambio del subgobernador del Banco de Ecuador, Juan Manuel Fornell, acusado de desfalco.
El 5 de septiembre del a?o 2000 sald¨® su deuda con la justicia. ¡°No le deseo a nadie lo que he sufrido¡±, repite la Dulce Neus, que despu¨¦s de ¡°llorar¡± por el apodo que le puso ¡°el juez o la polic¨ªa¡±, ha acabado firmando con ese nombre. Ante dos aguas con gas, en una cafeter¨ªa de Barcelona, m¨¢s de 30 a?os despu¨¦s, Neus afirma que se siente libre: ¡°Morir¨¦ con las botas puestas¡±.
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