El arte de hacerlo... como siempre

Menos mal que el Gobierno de Rajoy decidi¨® recortar el sueldo de los funcionarios, suprimirles la paga de Navidad y subirnos a todos el IVA, porque de lo contrario igual Hacienda no ten¨ªa fondos suficientes para pagar los 208.243 euros de indemnizaci¨®n que el ex presidente del Tribunal Supremo y del Consejo del Poder Judicial, Carlos D¨ªvar, sin el menor atisbo de verg¨¹enza o rubor, ha reclamado tras tener que renunciar a su cargo el 21 de junio pasado por el vidrioso asunto de los viajes.

Porque, por si no lo recuerdan, el 16 de junio un nutrido grupo de vocales comunicaron a D¨ªvar que hab¨ªa perdido su confianza por haber cargado a los presupuestos del Consejo la mayor parte del desplazamiento, alojamiento y manutenci¨®n de los 32 viajes de fines de semana caribe?os (solo se trabaja de martes a jueves) que realiz¨® a Puerto Ban¨²s y otros destinos tur¨ªsticos durante tres a?os, as¨ª como los gastos protocolarios que inclu¨ªan numerosas cenas para dos en restaurantes de lujo.

Sus compa?eros, para no deteriorar m¨¢s la imagen de la instituci¨®n, le pusieron en la tesitura de dimitir o de ser expulsado. Y ¨¦l, que hab¨ªa proclamado que nunca dimitir¨ªa, no tuvo m¨¢s remedio que tomar la salida que le ense?aban, aunque con la convicci¨®n de que gastarse el dinero de los contribuyentes a cuerpo de rey era un derecho que le asist¨ªa.

Ahora, ya jubilado, considera que los espa?oles tenemos que seguir financiando sus actividades, algo as¨ª como el ¨®bolo de San Carlos ¡ªel de San Pedro, obviamente es para el sostenimiento de la Santa Sede¡ª, y ha reclamado una indemnizaci¨®n que equivale al 80% del sueldo que percib¨ªa durante dos a?os, es decir, 208.000 euros. Esta d¨¢diva, prevista en una ley de 1980, ten¨ªa como finalidad compensar a los ministros y altos cargos por los perjuicios ocasionados al acceder al cargo o los derivados de las incompatibilidades que ten¨ªan que sufrir al volver a la actividad privada, ya que no pod¨ªan ocuparse de asuntos que hubieran tratado durante su etapa oficial.

Pero de ninguna manera pod¨ªa entenderse como una prebenda para los pol¨ªticos frente al resto de la ciudadan¨ªa. As¨ª lo declar¨® en 2000 una sentencia de la Sala de lo Contencioso del Supremo que se?alaba: ¡°Es evidente que la voluntad de los representantes de la soberan¨ªa popular era compensar a ciertos altos cargos, entre ellos los ministros, fijando un mecanismo indemnizatorio por los perjuicios derivados del ejercicio del cargo al dejar temporalmente sus anteriores actividades¡±.

Pero el legislador nunca pens¨® en engordar la buchaca de personas que se jubilaban o las que hubieran tenido que dimitir, y la sentencia mencionada recordaba que determinadas excepciones chocan frontalmente con el principio de igualdad. Por ello se?alaba que las pensiones p¨²blicas de los altos cargos, ¡°deben estar sometidas a las mismas normas limitativas a que est¨¢n todas las pensiones que se satisfacen con fondos p¨²blicos, con la excepci¨®n de las derivadas de actos terroristas¡±.

Y D¨ªvar no padeci¨® perjuicio alguno ni al acceder al cargo ni al tener que dejarlo, por lo que la indemnizaci¨®n no le corresponde. Lo mismo, por cierto, que a los dos ex presidentes del Tribunal de Cuentas, Ubaldo Nieto de Alba o Manuel N¨²?ez que tambi¨¦n han reclamado su indemnizaci¨®n.

Pero el Consejo, lejos de rechazar el abuso de quien tuvo que dejar el cargo, por 12 votos a favor (Moliner, De Rosa, Bravo, Lastra, Espejel, Dorado, Carmona, Torres Vela, Ur¨ªa, Camp, Monserrat y Fern¨¢ndez Carnicero), una abstenci¨®n (Gemma Gallego) y ocho en contra (Robles, G¨®mez Ben¨ªtez, Cruz, Almenar, Montalb¨¢n, Az¨®n, Aguirre y Collado) decidieron pedir a Hacienda la dotaci¨®n presupuestaria para hacer frente al pago.

En un momento de recortes brutal y cuando los pol¨ªticos deber¨ªan derogar sus propias prerrogativas y los beneficios de la ley 74/80 para no afrentar a los ciudadanos, el Consejo provisiona fondos para indemnizar al personaje que m¨¢s ha deteriorado el prestigio del organismo y de la justicia. Grandioso.

El pleno del CGPJ decidir¨¢ el d¨ªa 21 si da el dinero a D¨ªvar. Esperemos que al final los vocales no tengan que reproducir la c¨¦lebre frase del que fuera primer ministro ruso Viktor Chernomyrdin: ¡°Quisimos hacerlo de la mejor manera posible y nos sali¨® como siempre¡±.