La victoria de Urkullu fortalece su estrategia
El resultado avala a la ejecutiva del PNV al dar prioridad a la crisis
Nadie podr¨¢ decir que el PNV ha ganado las elecciones con un gui¨®n soberanista como lo hizo Juan Jos¨¦ Ibarretxe desde 2001. En esta ocasi¨®n, I?igo Urkullu, su in¨¦dito candidato, ha buscado el camino m¨¢s corto para aproximarse al voto ¨²til, lejos de los procelosos discursos identitarios, y le ha dado finalmente un excelente resultado. Lo ha conseguido identific¨¢ndose con la preocupaci¨®n social de la calle que est¨¢ cada d¨ªa en los efectos de la crisis y desplazando, con toda intenci¨®n, el discurso soberanista a aquellas plazas que lo necesitaban escuchar.
Esta doble estrategia ¨ªdeol¨®gica adquiere toda su raz¨®n de ser en la plaza autonomista de Bizkaia, que sigue siendo el aut¨¦ntico basti¨®n del poder del PNV, y en la recuperada ?lava, donde se ha encontrado el voto perdido, posiblemente por los efectos nocivos de los casos de presunta corrupci¨®n que acompa?an todav¨ªa a varios de exdirigentes asociados con la anterior direcci¨®n del partido.
Con sus 27 parlamentarios, el PNV apenas ha sentido rasgu?os electorales por la irrupci¨®n de la izquierda radical en este 21-O. La p¨¦rdida de apenas tres esca?os queda muy diluida en el balance general ya que los primeros resultados marcan una ventaja de hasta seis parlamentarios sobre EH Bildu. Se trata, sin duda, de una diferencia muy sensible y a la que ha contribuido el excelente comportamiento del PNV en Gipuzkoa, te¨®rico feudo abertzale desde las pasadas elecciones locales y forales y donde el desgaste por la acci¨®n de poder ha dado la raz¨®n a los estrategas nacionalistas que siempre han sido reacios a cualquier moci¨®n de censura, confiados en que el efecto soufl¨¦ de Bildu ir¨ªa tomando cuerpo con el paso del tiempo.
EH Bildu alumbra un nuevo mapa pol¨ªtico
La rotunda irrupci¨®n electoral de EH Bildu alumbr¨® ayer una nueva configuraci¨®n del mapa pol¨ªtico en Euskadi, que no tiene ning¨²n parecido con el de la pasada legislatura, cuando la izquierda abertzale estuvo ausente por su ilegalizaci¨®n. Con todos los votos escrutados, la izquierda abertzale y sus dos socios (Eusko Alkartasuna y Aralar) tienen 21 esca?os. Rebasan as¨ª ampliamente su anterior techo (14 parlamentarios), agrandan su espacio electoral y amenazan la supremac¨ªa del PNV en Euskadi.
En 1998, con Arnaldo Otegi como cabeza de lista de Euskal Herritarrok (EH), cosech¨® 224.001 sufragios y 14 esca?os, su mejor logro. Amaiur lleg¨® a los 285.290 votos en las elecciones al Congreso, y Bildu recibi¨® 276.151 (otros 30.708 de Aralar) en las municipales de 2011. Ayer se qued¨® en 276.989 votos.
En medio de una fiesta casi redonda ¡ªEH Bildu aspiraba incluso a vencer al PNV¡ª, Laura Mintegi calific¨® de "magn¨ªficos los resultados de la coalici¨®n. Entre gritos a favor de la independencia y de los presos etarras, asegur¨® que Euskadi se asoma a "un cambio profundo" que pasa por "pensar como pa¨ªs". "Ese camino no tiene marcha atr¨¢s", enfatiz¨®.
Si hace siete a?os a Arnaldo Otegi, ahora en la c¨¢rcel, le pareci¨® ¡°grandioso¡± el resultado de EHAK (entonces la marca electoral de Batasuna) en las auton¨®micas de 2005, con nueve parlamentarios, la reacci¨®n triunfalista de los dirigentes y simpatizantes de EH Bildu est¨¢ ahora m¨¢s que justificada a tenor de los votos obtenidos ayer.
PSE-EE: Cuando los peores presagios se cumplen
"No son los resultados que esper¨¢bamos". El lehendakari en funciones, Patxi L¨®pez, reconoci¨® ayer en euskera, nada m¨¢s finalizar el recuento de votos, que los peores presagios de los socialistas, aquellos que las encuestas repet¨ªan machaconamente, se han cumplido. Ni la postura contraria a los recortes del Gobierno central, ni el cese de la violencia de ETA hace ahora un a?o, han paliado la p¨¦rdida de votos del PSE, que se ha convertido en un ejemplo m¨¢s de quienes han gestionado la crisis y a quienes la ciudadan¨ªa ha dado la espalda.
Con la mayor ca¨ªda en n¨²mero de esca?os en el Parlamento respecto a sus adversarios ¡ªnueve, tres por provincia, frente a los cuatro menos del PP o a los tres menos del PNV¡ª, con 16 esca?os y el 19,13% de los votos, 331.900, quedan para el recuerdo los 25 parlamentarios de 2009 y el 30,7% de los votos logrados en los comicios sin la presencia de la izquierda abertzale. A todo ello se suma una pobre participaci¨®n ¡ªel 65,8%¡ª, que lastra tradicionalmente a agrupaciones como el PSE.
Ayer los socialistas reconoc¨ªan los malos resultados, pero tambi¨¦n se reconoc¨ªan a s¨ª mismos como "decisorios". Quiz¨¢s para pactar con los jeltzales, tal y como vienen asegurando desde otros partidos, pero tambi¨¦n para forzar a Ajuria Enea para avanzar en cuestiones como la reforma fiscal, un terreno en el que hablan un idioma similar al de EH Bildu y UPyD. L¨®pez, el primer lehendakari socialista, se convierte, con estos resultados, en el ¨²nico presidente del Gobierno vasco que no es reelegido para un segundo mandato.
El PP paga el desgaste de Rajoy
Los estrategas electorales de G¨¦nova cifraban esta misma semana en 11 el n¨²mero de esca?os que iba a obtener el partido (dos menos que en las pasadas aut¨®nomicas) y lo consideraban poco menos que un ¨¦xito "con la que est¨¢ cayendo". Esa frase tiene un claro referente: el serio y progresivo desgaste que sus siglas llevan sufriendo desde que Mariano Rajoy lleg¨® a La Moncloa y comenz¨® su pol¨ªtica de recortes.
Finalmente, el PP se queda en 10, perdiendo un puesto en cada uno de los tres territorios, lo que para dirigentes de la ejecutiva de Antonio Basagoiti supone en cierta medida "salvar los muebles". Y m¨¢s dado el escenario que introduc¨ªa la vuelta de la izquierda abertzale.
Los insistentes llamamientos de Basagoiti a la participaci¨®n y una campa?a centrada absolutamente en hacer frente al pulso soberanista han ca¨ªdo en saco roto. ¡°Quer¨ªamos movilizar m¨¢s a nuestro electorado porque sab¨ªamos que la situaci¨®n era compleja¡±, reconoc¨ªa anoche el propio Basagoiti en su comparecencia. El PP sigue dej¨¢ndose votos en las sucesivas contiendas electorales: 16.000 papeletas menos que en 2009, pero casi 81.000 desde las generales de hace menos de un a?o.
La situaci¨®n m¨¢s amarga para el PP se da en ?lava, donde, pese ser la provincia donde siempre saca mejores resultados y gobernar en las dos principales instituciones, cae al cuarto lugar. Ni siquiera haber apostado por el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, como n¨²mero dos provincial les ha servido. Y UPyD mantiene su ¨²nico esca?o precisamente en esta provincia.
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