¡°Hay que asumir una violencia de baja intensidad en Afganist¨¢n¡±

El coronel Luis Cebri¨¢n (Madrid, 1960) ha vivido los dos peores momentos del Ej¨¦rcito espa?ol en el exterior. Form¨® parte de la Agrupaci¨®n Canarias, que en 1993 tuvo diez muertos en Mostar (Bosnia) bajo el fuego cruzado de croatas y musulmanes; y del contingente de la Brigada Paracaidista que en agosto de 2007 perdi¨® seis soldados en un atentado en L¨ªbano. Ahora toca madera, porque faltan dos semanas para que ceda el mando de las tropas espa?olas en Afganist¨¢n y puede lamentar dos heridos, pero ninguna baja mortal entre sus subordinados. El relevo coincide, adem¨¢s, con el inicio del repliegue: el nuevo contingente espa?ol que empez¨® a llegar ayer a Herat (Afganist¨¢n) tiene un 10% menos de efectivos que el suyo (1.520) y est¨¢ previsto que tres de cada cuatro militares espa?oles est¨¦n ya de vuelta en Espa?a el a?o que viene.

Pregunta. ¡°Misi¨®n cumplida¡±, le ha dicho usted a los soldados. ?De verdad?

Respuesta. Me ratifico. Creo que los objetivos que nos trazamos al llegar han sido satisfactoriamente cumplidos: extender los l¨ªmites de la zona de seguridad; reducir el impacto de los insurgentes; mantener un mayor grado de transitabilidad en las rutas y que el Ej¨¦rcito afgano est¨¦ en mejores condiciones de hacerse cargo de la situaci¨®n por s¨ª solo.

P. ?No le produce frustraci¨®n marcharse sin acabar la ruta Lithium, la v¨ªa alternativa que une el sur y el norte de la provincia?

R. Un poco s¨ª, pero me queda la tranquilidad de que hemos hecho todos los esfuerzos por completarla. Espero que el tramo bajo control espa?ol, hasta Mangan, lo culmine la pr¨®xima agrupaci¨®n.

P. Pero el resto de la ruta, hasta Bala Murghab, no puede acabarse porque los italianos se han marchado¡­

R. Ser¨ªa muy indiscreto si pusiera en tela de juicio lo que hacen nuestros aliados.

P. ?Cu¨¢ntos insurgentes hay en la provincia de responsabilidad espa?ola? El subgobernador habla de m¨¢s de mil.

R. No me gusta entrar en cifras. La insurgencia aparece y desaparece como los ojos del Guadiana y los que hoy son insurgentes ma?ana se ponen a tu lado¡­

P. O al rev¨¦s¡­

R. O al rev¨¦s. Una operaci¨®n mal planificada puede aumentar el n¨²mero de insurgentes en un pueblo. La insurgencia aqu¨ª no est¨¢ muy ideologizada y tiene m¨¢s que ver con la criminalidad y las rencillas tribales. Si nos dedic¨¢ramos a eliminar insurgentes, nos podr¨ªamos encontrar con que por cada 100 menos habr¨ªa 200 m¨¢s.

P. ?Apostar¨ªa a que el Ej¨¦rcito afgano derrotar¨¢ a los talibanes?

R. Con mi dinero apostar¨ªa por muy pocas cosas y una de ellas no es esa. S¨ª tengo la convicci¨®n de que el Ej¨¦rcito afgano, si quiere, est¨¢ en condiciones de hacerse cargo de la situaci¨®n. Obviamente, no con nuestros m¨¢rgenes de seguridad y, muy posiblemente, no con tantas limitaciones como ahora le impone la comunidad internacional, aunque se ha hecho mucha labor pedag¨®gica sobre la importancia de respetar esos l¨ªmites [en materia de derechos humanos] para ganarse a la poblaci¨®n.

P. Pero la OTAN no ha sido capaz en diez a?os de derrotar a los talibanes, solo de contenerlos¡­

R. La insurgencia a un nivel bajo forma parte de su modus vivendi¡­

P. ?Hay que aceptar una violencia cr¨®nica de baja intensidad?

R. Est¨¢ inserta en su propia cultura. Lo importante es que esa violencia de baja intensidad no afecte a la estabilidad del Estado.

P. El nuevo contingente tiene 150 soldados menos. ?C¨®mo afecta la reducci¨®n?

R. Se ha tratado de que tenga impacto m¨ªnimo en la operatividad de las unidades. Se ha ara?ado un poco en cada sitio.

P. ?Cu¨¢ndo podr¨¢n evacuar la principal base espa?ola en Afganist¨¢n: Qala-i-Naw?

R. En alg¨²n momento del segundo semestre del a?o que viene. Vendr¨¢ muy condicionado por la rapidez con la que podamos desmontarla.

P. ?Es el repliegue el momento m¨¢s peligroso?

R. Es un momento delicado, pero te repliegas sobre un terreno que ya has ganado, por lo que siempre es m¨¢s sencillo que cuando llegas.