Mangouras defiende que el ¡®Prestige¡¯ pudo ser vaciado en un puerto de refugio
Los abogados del Estado evidencian ante el tribunal contradicciones del capit¨¢n
El juicio del Prestige ha cobrado intensidad este jueves con el cara a cara entre el capit¨¢n del petrolero, Apostolos Mangouras, y los abogados del Estado espa?ol, que es en este proceso demandante principal y a la vez acusado al sentarse tambi¨¦n en el banquillo el exdirector de Marina Mercante Jos¨¦ Luis L¨®pez-Sors. Y se ha entrado de lleno en los grandes interrogantes de esta cat¨¢strofe y de las decisiones que se tomaron con el viejo buque cargado con 77.000 toneladas de fuel tras sufrir un accidente cuando navegaba frente a Fisterra, hace ahora una d¨¦cada, en medio de un fuerte temporal. ?Se pod¨ªa o no llevar a un puerto o zona de refugio el barco siniestrado para intentar trasvasar lo que quedaba de su carga? ?O fue lo m¨¢s razonable la decisi¨®n de las autoridades mar¨ªtimas, bajo las ¨®rdenes del entonces ministro Francisco ?lvarez-Cascos, de alejar todo lo posible, mar adentro, un buque que perd¨ªa miles de toneladas de crudo y que amenazaba con encallar en la Costa da Morte?
Mangouras ha defendido que el 15 de noviembre, a los dos d¨ªas del accidente y tras hacerse firme el remolque que cost¨® 22 horas conseguir, se daban todas las condiciones y requisitos necesarios para llevar al Prestige a una ensenada o puerto de refugio, como pod¨ªa ser la r¨ªa de Corcubi¨®n (A Coru?a), y proceder all¨ª, con un barco m¨¢s peque?o, a vaciarlo de fuel.
Pero los abogados del Estado, que piden 13 a?os de c¨¢rcel para el capit¨¢n por desobediencia y resistencia adem¨¢s de por un delito contra el medio ambiente, tambi¨¦n han logrado evidenciar contradicciones en el relato del anciano marino griego. Como, por ejemplo, por qu¨¦ Mangouras defiende que no era posible evitar la tragedia interrumpiendo la traves¨ªa del vetusto petrolero, a su paso en el corredor de Fisterra, para fondear en una zona de abrigo, como la r¨ªa de Ares (A Coru?a), cuando llegaron los avisos de fuerte temporal, aquel 13 de noviembre de 2002. El abogado del Estado ha recordado que son muchos los barcos de gran porte que recurren a esa alternativa cuando la mar se pone imposible para navegar.
Pero Apostolos Mangouras ha sostenido que ¡°el tama?o del Prestige no permit¨ªa esa soluci¨®n¡±. Solo pod¨ªa reducir al m¨ªnimo la velocidad para afrontar el anuncio de vientos de hasta fuerza 9. Sin embargo, para el capit¨¢n, el tama?o del petrolero ya no representaba ning¨²n inconveniente, tras el accidente, para ser remolcado hasta una zona o puerto de refugio y vaciarlo de su fuel. Seg¨²n Mangouras, no imped¨ªan esa operaci¨®n de trasvase ni el importante calado del petrolero, de 16 metros tras llenarse con m¨¢s de 10.000 toneladas de agua para corregir su fuerte escora y enderezarlo, ni el tiempo (que hab¨ªa mejorado), ni la profundidad de la r¨ªa gallega.
E ha insistido el marino griego en ¡°su impresi¨®n¡± de que el Estado espa?ol ¡°jug¨® con las vidas¡± de las ocho personas a bordo cuando decidi¨®, una vez logrado hacer firme el remolque a las 48 horas del siniestro, imponerle ¡°un rumbo de riesgo¡±, hacia ¡°el oc¨¦ano¡±, sin destino fijo y con aviso de la llegada de otro nuevo fuerte temporal. A preguntas de la letrada del Estado que defiende a L¨®pez-Sors, Mangouras ha admitido que lo m¨¢s razonable, una vez lograda la dif¨ªcil operaci¨®n de enganchar el remolque al Prestige, era, efectivamente, y como se hizo, alejar de la costa el viejo petrolero. A la deriva, estaba aquella ma?ana a solo cuatro millas de Mux¨ªa. ¡°Era lo que esper¨¢bamos que hicieran las autoridades espa?olas: alejarlo de la costa para llevarlo a una zona de abrigo¡±. Pero el capit¨¢n ha incidido en reprochar ¡°el miedo e inseguridad¡± que produjo a bordo la decisi¨®n contraria de Espa?a de llevar mar adentro ¡°un barco muy herido cuando ven¨ªa otro fuerte temporal¡±. ¡°?Ad¨®nde ¨ªbamos? Nos dijeron que el barco ten¨ªa que irse, pero no nos dec¨ªan hacia d¨®nde, no sab¨ªa su rumbo ni destino¡±. ¡°?Cree que el Estado espa?ol actu¨® con desprecio o falta de consideraci¨®n por las vidas humanas?¡±, ha preguntado la abogada del Estado. ¡°No puedo acusarlo de haber subestimado las vidas de las ocho personas a bordo, pero sus acciones me han dado esa impresi¨®n¡±, ha sentenciado Mangouras.
?Corrosi¨®n u oxidaci¨®n?
El capit¨¢n del Prestige insiste una y otra vez en sus largos interrogatorios en que nunca quiso negar, obstaculizar o demorar las arduas labores para enganchar el petrolero, tras el accidente, a los remolcadores. "Siempre dije que mientras yo siguiese a bordo y vivo, el barco no encallar¨ªa en la costa", ha remachado Mangouras.
Pero tambi¨¦n muy incisivo ha sido este jueves el abogado del Estado en intentar poner de relieve, con pruebas y preguntas, las contradicciones del veterano capit¨¢n. Lo acusa de mentir, desde el primer momento, a las autoridades mar¨ªtimas sobre el da?o real del petrolero tras sufrir un golpe en alta mar y minimizar el alcance del derrame de su fuel. Y ha intentado evidenciar que el experimentado marino s¨ª era consciente del lamentable estado del barco antes de emprender su ¨²ltima traves¨ªa.
Hay problemas de traducci¨®n en el juicio. Y este jueves se han vuelto a poner de relieve con las m¨²ltiples preguntas sobre la "corrosi¨®n" que el capit¨¢n dijo haber visto meses antes de la cat¨¢strofe en tanques del Prestige. "Era un control visual pero yo no puedo decir qu¨¦ grado de corrosi¨®n ten¨ªa el tanque, no creo que estuviera estropeado o destruido. No se considera un problema el color rojo que llamamos corrosi¨®n, oxidaci¨®n, cuando lo vemos en un tanque", ha dicho el capit¨¢n, seg¨²n la traducci¨®n del griego.
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