Los rivales de Mas evitan el caso para desinflar el victimismo de CiU

El gui¨®n de campa?a de los principales rivales de Converg¨¨ncia i Uni¨® en Catalu?a coincide estos d¨ªas en un punto: no hacer m¨¢s grande la bola de las acusaciones de corrupci¨®n contra el presidente de la Generalitat, que Artur Mas est¨¢ utilizando en beneficio propio para realzar su campa?a. La filtraci¨®n del supuesto borrador policial que acusa al presidente catal¨¢n de tener cuentas corrientes en Suiza con dinero procedente del saqueo del Palau de la M¨²sica fue utilizada como arma electoral por casi todos los partidos durante el pasado fin de semana, pero el tono se ha rebajado notablemente los ¨²ltimos d¨ªas. El Partit dels Socialistes de Catalunya ha decidido retirar el asunto de los discursos del candidato, de manera que Pere Navarro solo se refiere a ¨¦l a preguntas de los periodistas y de manera muy matizada.

Si bien el pasado s¨¢bado Navarro pidi¨® a Mas una declaraci¨®n expl¨ªcita de que no ten¨ªa cuentas en Suiza, ayer se limit¨® a pedirle al l¨ªder de Converg¨¨ncia que reconozca que su partido ¡°est¨¢ bajo sospecha¡±, pero ya no por el borrador policial, sino por los casos de presunta corrupci¨®n que le salpican desde hace tiempo, como son el caso Palau y el de las ITV.

Los socialistas pretenden ayudar a desactivar as¨ª la campa?a de adhesi¨®n personal que Converg¨¨ncia i Uni¨® ha lanzado los ¨²ltimos d¨ªas para favorecer a su candidato, a quien presenta como una v¨ªctima de altas instancias del Estado. El propio Mas aseguraba el martes que se han ¡°fabricado¡± pruebas contra su persona y que en Espa?a hay quien le quiere ¡°destruir¡± para impedir el proceso soberanista de Catalu?a.

Cada vez que se refiere a ello en un acto electoral, Mas logra caldear el ambiente como no hab¨ªa conseguido hacerlo en toda la campa?a. El p¨²blico ovaciona al candidato como nunca, las senyeras ondean fren¨¦ticamente y el p¨²blico entona el himno de Els Segadors a todo volumen. CiU ha asociado claramente la idea de que los ataques a Mas no solo son infundados, sino que son una carga de fondo contra Catalu?a.

A la vista de ello, el Partido Popular tambi¨¦n ha decidido controlar muy bien el discurso. Las cr¨ªticas a Mas por presunta corrupci¨®n tampoco aparecen en los discursos de Alicia S¨¢nchez-Camacho, y cuando lo hace es de manera gen¨¦rica. Mariano Rajoy ha evitado cualquier alusi¨®n al asunto en sus dos ¨²ltimas apariciones en la campa?a catalana. El PP, igual que el PSC, deja que sean dirigentes no vinculados directamente a la campa?a catalana quienes lancen las acusaciones m¨¢s graves. En el caso de los socialistas fue la exministra Carme Chac¨®n quien acus¨® al conjunto del Gobierno catal¨¢n de estar ¡°bajo sospechas de corrupci¨®n¡±, mientras que las acusaciones m¨¢s graves desde el PP las lanz¨® su secretaria general, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, al afirmar que ¡°las cuentas en Suiza las tienen las personas, no los territorios¡±.

Esquerra Republicana evita incluso las referencias veladas al asunto porque entiende que las nuevas acusaciones contra Mas son una operaci¨®n orquestada contra el proceso de autodeterminaci¨®n.