El Gobierno unifica por ley la dispersi¨®n de normas y licencias en toda Espa?a

Desde la llegada al poder de Mariano Rajoy, el programa electoral qued¨® pr¨¢cticamente aparcado. Sin embargo, poco a poco, despu¨¦s de 10 meses de Gobierno, el presidente va recuperando algunas promesas. Una de ellas va lent¨ªsima y a¨²n indefinida, la reforma de la Administraci¨®n. Otra est¨¢ a¨²n prepar¨¢ndose, como la ley de emprendedores. Pero otra de las promesas clave, la ley de unidad de mercado, llegar¨¢ si no hay imprevistos este viernes al Consejo de Ministros y se aprobar¨¢ como anteproyecto de ley. Hoy est¨¢ previsto que se ultime en la comisi¨®n de subsecretarios y secretarios de Estado, que cada mi¨¦rcoles preside la vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa. La norma, que a¨²n ser¨¢ perfilada esta semana, contendr¨¢ seg¨²n fuentes gubernamentales una serie de modificaciones claves para intentar reducir la enorme dispersi¨®n de normas y licencias que hay en Espa?a en casi todos los sectores.

La patronal lleva mucho tiempo quej¨¢ndose, tanto que en junio present¨® un informe en el que se?alaba que esta dispersi¨®n ¡°desincentiva e inhibe la iniciativa empresarial¡± y tiene un coste de unos 45.000 millones de euros para la econom¨ªa espa?ola.

El asunto es muy complejo, admiten en el Ejecutivo, porque el Gobierno no puede invadir competencias auton¨®micas o acabar¨ªa perdiendo muchos recursos en el Tribunal Constitucional. Para evitar tensiones, se convoc¨® una reuni¨®n sectorial en septiembre de consejeros auton¨®micos con el Ejecutivo. Y la acogida parece ser positiva, aunque la ley se ha desarrollado mucho desde entonces. La filosof¨ªa fundamental de la norma es la colaboraci¨®n entre administraciones, por lo que el Ejecutivo conf¨ªa en evitar conflictos o pol¨¦micas sensaciones de recentralizaci¨®n.

Las reformas se dividen en dos planos muy diferentes. Por un lado, est¨¢n los bienes. Sobre estos es m¨¢s f¨¢cil legislar. Ah¨ª se desarrollar¨¢ en la norma la idea de la licencia ¨²nica y tambi¨¦n la obligatoriedad de aceptar en cualquier autonom¨ªa un bien fabricado en otra sin exigir m¨¢s autorizaciones. Esto es, si una empresa espa?ola fabrica algo, como un ascensor, en una comunidad, y cumple los requisitos para la fabricaci¨®n que est¨¢n establecidos all¨ª, la ley implicar¨¢ que esa empresa pueda vender ese producto en cualquier otra comunidad sin m¨¢s tr¨¢mites. Lo que vale para una tiene que valer para otra porque a todas se le supone un alto grado de control, explican en el Ejecutivo. Es la idea, ya extendida en Europa, de la libre circulaci¨®n de bienes. En Espa?a sin embargo sigue habiendo muchos problemas burocr¨¢ticos, y esta ley quiere corregirlos.

Con los servicios la situaci¨®n es m¨¢s compleja. El Estado no puede invadir competencias auton¨®micas, y cada autonom¨ªa tiene derecho a establecer las condiciones para prestar un servicio en su comunidad. Rajoy, en sus discursos, siempre pon¨ªa el ejemplo de las licencias de caza, y alud¨ªa al caso del exministro socialista de Justicia, Mariano Fern¨¢ndez Bermejo, que ten¨ªa licencia para cazar en una comunidad (Castilla-La Mancha) pero no para la de Andaluc¨ªa (por lo que cometi¨® una irregularidad y acab¨® dimitiendo). Este tipo de cuestiones son m¨¢s dif¨ªciles de imponer por ley. Como sucede con los horarios comerciales, cada comunidad tiene los suyos.

Lo que har¨¢ el Ejecutivo es proponer un sistema de colaboraci¨®n entre las administraciones y los interesados. Se crear¨¢n unos 20 grupos de trabajo para otros tantos sectores en los que se est¨¢n dando muchos problemas de unidad de mercado con la participaci¨®n de los responsables auton¨®micos, del Gobierno y del sector o de organizaciones colegiales, para tratar de unificar all¨ª las legislaciones y las licencias. As¨ª las autonom¨ªas avisar¨ªan de las reformas que tengan en marcha para intentar unificar criterios entre todas.

Se trata tambi¨¦n de evitar la enorme saturaci¨®n del Tribunal Constitucional con conflictos competenciales. El Ejecutivo conf¨ªa en que el ambiente de crisis econ¨®mica, que est¨¢ llevando a las autonom¨ªas a pedir ayuda al Estado, facilite un nuevo clima de entendimiento entre las comunidades y se reduzca la posible pol¨¦mica de una ley tan compleja.