Ascenso y declive de una caja
En 10 a?os, Caja Navarra ha perdido su capacidad financiera y se limita a gestionar la obra social
Cuentan los mayores que en la d¨¦cada de los cincuenta todas las familias navarras ten¨ªan alg¨²n miembro en la Iglesia cat¨®lica. Medio siglo despu¨¦s, ocurr¨ªa lo mismo, pero ya no con la dedicaci¨®n religiosa, sino con la financiera en Caja Navarra.
En 2002 ¡°La Caja¡±, como es conocida popularmente, gozaba de una posici¨®n casi de monopolio en la comunidad foral y exhib¨ªa una fama de seriedad y solvencia que la situaban a la par de las principales entidades espa?olas de mucho mayor tama?o. Hoy, 10 a?os despu¨¦s, la entidad ya no tiene capacidad financiera y se limita a gestionar la cuant¨ªa de la obra social que le permite su participaci¨®n del 1% en Caixabank. El valor de Caja Navarra en 2009, seg¨²n sus propias cuentas, era de 1.200 millones. A comienzos de 2012 su informe de auditor¨ªa lo cifraba en 258 millones, y el acuerdo de absorci¨®n en marzo pasado adjudicaba a la entidad navarra 180 millones dentro del accionariado de Caixabank. En paralelo a esta p¨¦rdida de valor, las retribuciones que percib¨ªan los miembros de su direcci¨®n aumentaron entre 2004 y 2011 un 216%.
La gesti¨®n de Caja Navarra de la ¨²ltima d¨¦cada va unida al nombre de Enrique Go?i, director general primero, copresidente de Banca C¨ªvica despu¨¦s y actualmente integrado dentro de la direcci¨®n de Criteria, la corporaci¨®n industrial de Caixabank. Con Go?i al frente, la entidad navarra apost¨® por una agresiva estrategia de expansi¨®n fuera de Navarra, incluyendo el desembarco en Euskadi con 40 sucursales y rompiendo as¨ª el acuerdo no escrito entre cajas de ahorro lim¨ªtrofes de no introducirse en el ¨¢rea de negocio del vecino. Muestra del af¨¢n expansivo de Go?i es la inauguraci¨®n en 2010 de la denominada ¡°sede central en Estados Unidos¡±, en el n¨²mero 1775 de la avenida de Pennsylvania de Washington, a pocos metros de la Casa Blanca y frente al Banco Mundial. La oficina sigue existiendo hoy, con r¨®tulos y luces, pero sin personal. Solo en la imagen corporativa, con tres cambios de logotipo en 4 a?os, trabajaban 24 personas de una agencia externa, Bermer, que factur¨® una media de 600.000 euros anuales durante aquella ¨¦poca.
Una de las ideas estrella de Go?i fue la creaci¨®n del programa T¨² eliges, t¨² decides que permit¨ªa a los clientes mostrar su preferencia para dirigir los fondos de la obra social de la caja hacia un proyecto concreto. Caja Navarra quiso abanderar entonces un nuevo modelo financiero ¡°transparente y participativo¡± que export¨® despu¨¦s a Banca C¨ªvica, el banco surgido de su fusi¨®n con la andaluza CajaSol, Caja de Burgos y Caja Canarias. ¡°Que me digan qu¨¦ hacen con mi pasta¡±, es uno de los lemas que se encontraban hasta hace poco en las paredes de las oficinas de Banca C¨ªvica.
Otro de los debates era el de la remuneraci¨®n de los cargos p¨²blicos que se sentaban en los ¨®rganos de direcci¨®n. Hasta 2010, los estatutos de Caja Navarra marcaban que su presidente era el propio jefe del gobierno foral. Fue Miguel Sanz (UPN) quien propuso a Go?i para liderar la entidad, avalado por un consejo de administraci¨®n en el que se sentaban miembros del ejecutivo, parlamentarios o cargos municipales, como la entonces alcaldesa de Pamplona y hoy presidenta de la comunidad, Yolanda Barcina, que ejerc¨ªa como vicepresidenta de la caja. En 2010, el entonces presidente Miguel Sanz percibi¨® 90.000 euros en dietas de Caja Navarra, m¨¢s que sueldo como jefe del Gobierno, fijado en 69.354 euros. Yolanda Barcina, entonces regidora, declar¨® unos ingresos totales de 143.000 euros, de los que un 55% proced¨ªa de la caja. Por su parte, el l¨ªder del PSN, Roberto Jim¨¦nez declar¨® p¨²blicamente haber percibido 40.000 euros.
El cambio de estatutos para ¡°despolitizar¡± la entidad llev¨® a presidir la caja al abogado Jos¨¦ Antonio Asi¨¢in, exvicepresidente foral, y llev¨® al consejo de administraci¨®n al presidente de la patronal, Jos¨¦ Antonio Sarr¨ªa, al director general de Diario de Navarra, Luis Colina, o al expresidente navarro Juan Cruz Alli. Adem¨¢s, cre¨® un nuevo ¨®rgano sin funciones ejecutivas llamado Junta de Entidades Fundadoras, en el que se sentaron cargos p¨²blicos de UPN y PSN hasta que hace ahora un a?o la pol¨¦mica sobre las dietas percibidas oblig¨® a eliminarlo. Por cada una de las reuniones a las que acud¨ªan cobraban 1.700 euros, que sub¨ªan hasta 2.600 en el caso de la presidenta. Reuniones sin funci¨®n concreta en un edificio, la sede central de la avenida Carlos III de Pamplona, que fue vendido en 2010 a un grupo de clientes para obtener liquidez y ser¨¢ abandonado ahora por Caixabank, que quiere ahorrarse los dos millones anuales del alquiler.
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