Mas corta el intento de Rajoy y el Pr¨ªncipe de buscar un reencuentro

Las cosas no est¨¢n nada f¨¢ciles en Catalu?a para el Gobierno. Mariano Rajoy y el pr¨ªncipe Felipe, dos de los principales interesados en frenar la oleada independentista, comprobaron ayer lo lejos que queda un posible entendimiento entre el Ejecutivo central y la Generalitat. Tanto el presidente, con un discurso m¨¢s pol¨ªtico, como el Pr¨ªncipe de Asturias y de Girona, m¨¢s institucional, aprovecharon la inauguraci¨®n del AVE a Girona y Figueres, que conectar¨¢ con Francia el pr¨®ximo abril, para buscar puntos de encuentro. La estrategia del Ejecutivo pasa ahora, despu¨¦s de una campa?a electoral dur¨ªsima, por rebajar la tensi¨®n. Y a ello se dedicaron tanto el Pr¨ªncipe, que habl¨® la mitad del tiempo en catal¨¢n con buen acento, como Rajoy. Pero Artur Mas cort¨® en seco ese intento de mejorar el ambiente con un recordatorio de agravios.

El heredero, con mejor valoraci¨®n en Catalu?a que su padre, el Rey, tiene un papel importante en los intentos por reconducir la situaci¨®n pol¨ªtica en Catalu?a, seg¨²n diversas fuentes del PP y de CiU. Y ayer asegur¨® que esta infraestructura ¡°contribuye a cohesionar y vertebrar territorialmente nuestro pa¨ªs¡±. Con mucha cautela, don Felipe lanz¨® algunos mensajes, como el hecho de que este AVE es un ¡°proyecto de Estado¡± y con una ¨²ltima llamada a ¡°juntar fuerzas¡±.

Todo era simb¨®lico ayer: una infraestructura pagada por el Estado, pero que une territorio catal¨¢n ¡ª ¡°Catalu?a es la ¨²nica comunidad con todas sus capitales unidas por AVE¡±, record¨® Rajoy¡ª, inaugurada por el pr¨ªncipe de Girona, en plena crisis independentista, mientras la Generalitat sienta las bases para la convocatoria de la consulta en 2014 y empieza a crear una agencia tributaria propia. Y en ese ambiente de s¨ªmbolos, cada uno acudi¨® al que m¨¢s le conven¨ªa.

Rajoy, que al contrario del Pr¨ªncipe no dijo ni una sola palabra en catal¨¢n, trat¨® de reivindicar la unidad con la idea de que ¡°Catalu?a debe seguir siendo polo y pilastra de Espa?a, como dej¨® dicho el gran maestro gerundense Jaume Vicens Vives¡±.

Pero mientras el presidente del Gobierno, el heredero de la Corona y la ministra de Fomento, Ana Pastor, venidos desde Madrid, lanzaban este tipo de discurso lleno de gui?os de acercamiento, los representantes catalanes demostraron muy claramente que ese no es el ambiente que se respira all¨ª. Primero habl¨® el alcalde de Girona, Carles Puigdemont, de CiU, dur¨ªsimo, con la idea que el AVE llega muy tarde y ese retraso deja ¡°heridas demoledoras¡±. Y despu¨¦s, Artur Mas, el presidente de la Generalitat, que aval¨® las palabras de su compa?ero de partido y sobre todo, y pese a ser un acto m¨¢s bien protocolario, exhibi¨® una lista de agravios que molest¨® much¨ªsimo al Gobierno y al PP.

Mas se olvid¨® de la correcci¨®n pol¨ªtica y habl¨® muy claro. Para Rajoy, el AVE es ¡°un ejemplo de lo que llamamos hacer pa¨ªs¡± y que debe servir para ¡°unir territorios¡±. ¡°Los ra¨ªles del AVE son v¨ªas de entendimiento¡±, lleg¨® a decir. Para Mas es lo contrario: una v¨ªa de salida de Catalu?a hacia Europa. Tanto que dej¨® caer de forma indirecta su proyecto de nuevo Estado dentro de Europa. ¡°En este momento de debates de muchas caracter¨ªsticas entre Catalu?a y el resto del Estado, esta conexi¨®n con Europa muestra la aspiraci¨®n europea de Catalu?a. La unidad de mercado no la hemos de buscar en los Estados tradicionales sino nosotros a escala europea¡±, plante¨® el presidente catal¨¢n.

Esta idea de los ¡°Estados tradicionales¡±, esto es Espa?a, es muy clara. Pero por si fuera poca muestra del distanciamiento, Mas fue muy duro: ¡°Cuando determinados medios presentan casi como un privilegio para Catalu?a esta infraestructura, como una Catalu?a muy bien tratada, quiero recordar que este es el territorio con menos dotaciones de infraestructuras p¨²blicas. Es el que m¨¢s contribuye y el que tiene menos inversi¨®n p¨²blica, que compensamos con la privada¡±. ¡°Bienvenido sea este acto de justicia con Catalu?a¡±, lleg¨® a proclamar.

Mas insisti¨® tambi¨¦n en ese retraso del que habl¨® el alcalde de Girona, record¨® que hace ya 20 a?os que se inaugur¨® el AVE a Sevilla, y dijo que la conexi¨®n con Francia es ¡°una vieja aspiraci¨®n de Catalu?a¡± que incluso viene del siglo XIX, cuando en esta comunidad se construy¨® el primer ferrocarril de la Pen¨ªnsula ib¨¦rica ¡ªel Barcelona-Matar¨®¡ª, que despu¨¦s sigui¨® hasta Portbou, ya en la frontera, en 1878.

Siempre en el tono de agravio, Mas dijo que a¨²n hay ¡°muchas cosas pendientes¡± en las infraestructuras catalanas, mientras Rajoy exhib¨ªa los n¨²meros para demostrar que, pese a la crisis, tanto su Gobierno como el anterior ¡ªen la inauguraci¨®n estaba Jos¨¦ Blanco, exministro de Fomento¡ª han hecho una clara apuesta por Catalu?a, donde se han invertido desde el a?o 2000, 10.000 millones de euros solo para infraestructuras ferroviarias, el 20% del total, y este a?o 1.079, un 23%.

Antes y despu¨¦s de los discursos, Rajoy y Mas tuvieron varias horas para charlar durante el viaje. Iban sentados a escasos cent¨ªmetros, en un grupo de cuatro asientos con el Pr¨ªncipe y la ministra. Ante las c¨¢maras, sabiendo que sus gestos iban a ser analizados, ambos trataron de mostrar normalidad aunque sin entusiasmos. Aprovecharon para hablar de f¨²tbol, de la propia infraestructura o de lo que hab¨ªan adelgazado o engordado estas Navidades.

Despu¨¦s, ya sin c¨¢maras, la charla sigui¨® con cordialidad y hablaron mucho de econom¨ªa y de infraestructuras, pero siempre con el Pr¨ªncipe delante, lo que seg¨²n fuentes gubernamentales impidi¨® que hablaran de los problemas de fondo y de la cuesti¨®n soberanista. Durante el trayecto ferroviario, Mas no se anim¨® a hablar a Rajoy sobre la consulta soberanista que planea, al contrario de que hab¨ªa apuntado CiU.

Rajoy y Mas nunca tuvieron mala relaci¨®n ¡ª ¡°es dif¨ªcil discutir con el presidente¡±, lleg¨® a decir Mas despu¨¦s de la ¨²ltima y fallida reuni¨®n en septiembre pasado en La Moncloa¡ª pero ahora la distancia es enorme. La interlocuci¨®n entre ellos y sus entornos es casi nula. El intento de acercamiento que supon¨ªa este encuentro, el primero desde aquella malograda cita en La Moncloa, no parece haber tenido efecto. Tanto es as¨ª que ni ellos ni sus equipos fueron ni siquiera capaces ayer de cerrar una fecha para la prevista reuni¨®n en La Moncloa. Mas, de hecho, ni siquiera la ha pedido oficialmente, seg¨²n el Gobierno, aunque su portavoz apunt¨® que ser¨ªa bueno y Rajoy dijo que le recibir¨¢ ¡°cuando quiera¡±.

Ante esta situaci¨®n, el Gobierno se prepara para un lento goteo de enfrentamientos con la Generalitat. Rajoy tratar¨¢ de mostrar su cara m¨¢s amable pero solo puede ofrecerle a Mas lo que ya ha planteado: una mejora de la financiaci¨®n. En ning¨²n caso puede aceptar la consulta, explican en el Ejecutivo.

La ¨²nica esperanza del Gobierno pasa pues, en el m¨¢s puro estilo de Rajoy, por dejar pasar el tiempo y confiar en que las dificultades econ¨®micas y la distancia de todo tipo entre CiU y ERC deterioren poco a poco el pacto hasta que se pueda plantear una nueva alianza con el PP o el PSC o ambos.

El Gobierno utilizar¨¢ sus resortes para empujar hacia esa ruptura, incluida la presi¨®n de los grandes empresarios catalanes, molestos con el pacto con ERC y la nueva pol¨ªtica fiscal que eso implica. Pero es una jugada arriesgada, admiten en el PP, porque Mas parece dispuesto, y as¨ª lo demostr¨® ayer con un discurso inesperadamente ¨¢spero delante de Rajoy y del Pr¨ªncipe, a seguir el camino iniciado tras la fracasada cita en La Moncloa. Como es tradicional con el presidente, solo el tiempo dar¨¢ la respuesta.