El apoyo de Rajoy sostiene a Botella
La alcaldesa se queda sin red tras echar a su 'n¨²mero dos', Miguel ?ngel Villanueva El PP no mover¨¢ ficha al menos hasta la votaci¨®n en septiembre de Madrid 2020

El Partido Popular oscila entre la preocupaci¨®n, el temor y el desconcierto ante la deriva cada vez m¨¢s sombr¨ªa de la crisis pol¨ªtica ocasionada por la tragedia del Madrid Arena en el Ayuntamiento de Madrid. En su momento ya hab¨ªa muchas dudas dentro del partido sobre la idoneidad de Ana Botella como repuesto de Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Pero tanto este como el l¨ªder del PP, Mariano Rajoy, decidieron apostar por ella y colocarla de n¨²mero dos, en un movimiento estrat¨¦gico pensado entonces para frenar a Esperanza Aguirre ¡ªmuchos tem¨ªan en el PP que quisiera dar el salto a la alcald¨ªa¡ª y contentar a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, mentor de Rajoy y a¨²n gran poder f¨¢ctico en el partido.
Entonces hab¨ªa dudas. Ahora, un a?o despu¨¦s, lo que hay es susto, porque el PP no se puede permitir perder Madrid. La dimensi¨®n p¨²blica que ha adquirido la tragedia, y la torpe gesti¨®n de la inexperta alcaldesa ha causado estragos. La destituci¨®n el martes de su lugarteniente pol¨ªtico, Miguel ?ngel Villanueva, la ha dejado sin red, expuesta. Y las dudas sobre el futuro se multiplican.
En el PP madrile?o y nacional, varios dirigentes asumen que est¨¢ muy tocada, pero no hundida. Hay una clave b¨¢sica que les hace pensar que resistir¨¢: el apoyo del presidente, Mariano Rajoy. La respalda, ha dado muestras de ello ¡ªla ha recibido dos veces en Moncloa y ha buscado las fotos con ella¡ª, y lo va a seguir haciendo a corto y medio plazo. No tiene intenciones de abrir ese frente. Ser¨ªa muy complicado: en la capital no se pueden anticipar las elecciones y tendr¨ªa que dejar el Ayuntamiento en manos de una concejal sin peso espec¨ªfico.
Quedan dos a?os y medio para los comicios, y a Rajoy le gusta esperar. Eso s¨ª, no est¨¢ nada claro si ser¨¢ la candidata en 2015. Como es habitual, y como hizo Aznar cuando decidi¨® colocar a Gallard¨®n, ocho o 10 meses antes de la cita se encargar¨¢ una car¨ªsima encuesta secreta con tres o cuatro nombres. Si los datos indican que, como se temen muchos, Botella no tiene tir¨®n y el PP puede perder el fuerte, Rajoy se mover¨¢. Y con mucha cautela, al tratarse de la esposa de Aznar. Hasta entonces, no har¨¢ nada, insisten tanto en el Gobierno como en el PP.
Botella aterriz¨® en la alcald¨ªa de Madrid pr¨¢cticamente en pa?ales. Es cierto que ten¨ªa desde 2003 responsabilidades crecientes en el Gobierno local de Alberto Ruiz-Gallard¨®n, pero sus labores eran de gesti¨®n, no pol¨ªticas. Ella no era un peso pesado. Gallard¨®n confiaba en el vicealcalde, Manuel Cobo; y el edil de Hacienda, Juan Bravo. Y en Miguel ?ngel Villanueva y Pedro Calvo.
Los dos primeros, dejaron el Ayuntamiento cuando Gallard¨®n fue nombrado ministro de Justicia, en diciembre de 2011. A los otros dos, Botella les otorg¨® puestos clave en su equipo. A Villanueva, le nombr¨® su n¨²mero dos. Con ¨¦l se fue curtiendo golpe a golpe; ¨¦l le salv¨® la cara muchas veces ante los medios y la oposici¨®n.
Villanueva y Calvo, dos hombres del partido de toda la vida, la guiaron como ni?eras dentro del muy dif¨ªcil PP madrile?o. Pero algo cambi¨® en verano. Esa sinton¨ªa con Villanueva se quebr¨®. Y la crisis pol¨ªtica desencadenada por la muerte de cinco j¨®venes en la fiesta de Halloween del Madrid Arena agrav¨® esa desconfianza o, cuando menos, desincronizaci¨®n. ¡°Creo en los equipos y en las personas que los forman que miran por el ¨¦xito del conjunto del equipo¡±, dijo ayer, tras las loas a Villanueva, cuyo cese quiso hacer pasar por dimisi¨®n.
El n¨²cleo de Gallard¨®n no era un equipo: era una secta. As¨ª se les conoc¨ªa, de hecho. Y en ese entorno causa impotencia y desconcierto la salida deshonrosa de Villanueva. ¡°Alguien le ha dicho que as¨ª podr¨ªa pasar p¨¢gina del Madrid Arena¡±, se indica. Parece evidente que Botella, apurada por una crisis inesperada y que ha colocado al mundo del PP en su contra, ha soltado lastre. Villanueva, un moderado, era duramente criticado por el ala m¨¢s conservadora del PP, a la que pertenece Botella y su entorno.
Villanueva no est¨¢ imputado. Se le critica su primera rueda de prensa, pero dio la cara y sigui¨® trabajando esos d¨ªas mientras Ana Botella acud¨ªa a visitar a las familias en el tanatorio y se iba de vacaciones a un balneario portugu¨¦s junto a Aznar. El fiscal, Manuel Moix, dijo ayer: ¡°No hay datos para pedir su imputaci¨®n, que es absolutamente improbable¡±. En cambio, Botella mantiene en su Gobierno y defiende a capa y espada (¡°es una de las personas m¨¢s importantes, un lujo¡±) a Antonio de Guindos, responsable durante la tragedia de la actuaci¨®n de la Polic¨ªa Municipal y servicios m¨¦dicos de emergencia, y cuya figura est¨¢ m¨¢s cuestionada en la investigaci¨®n judicial. En el caso de ser imputado, dimitir¨ªa inmediatamente.
La marcha de Villanueva la ha dejado expuesta. En primer lugar, porque ahora cualquier golpe relacionado con la tragedia lo encajar¨ªa ella sin cortafuegos. Pero, seg¨²n coinciden en el PP, porque ya no le queda margen para rev¨¦s alguno, ni tiene a qui¨¦n la defienda. Su equipo municipal es solvente a ese nivel, municipal, pero Madrid es mucho m¨¢s que una ciudad.
Fuentes del Gobierno y del PP admiten que est¨¢ muy tocada, pero todos coinciden en asumir que aguantar¨¢ gracias al apoyo de Rajoy. Si ella quiere seguir, seguir¨¢, explica. Y quiere, de eso no hay duda: ¡°No arrojar¨¦ la toalla¡±, dijo ayer. Aguantar¨¢ lo que haga falta, se resistir¨¢ con u?as y dientes. Hay una fecha clave que todos tienen apuntada: el 7 de septiembre, cuando se decide qui¨¦n organizar¨¢ los juegos ol¨ªmpicos de 2020. Hasta ese d¨ªa, insisten, no habr¨¢ movimientos. Si Madrid gana, el enorme deterioro de la imagen municipal puede dar un giro. Si no, Botella seguir¨¢ siendo lo que ya era hace un a?o: una pol¨ªtica de cuya capacidad muchos dudan, incluso en el PP. Y la oposici¨®n, liderada por Jaime Lissavetzky, lo tendr¨¢ m¨¢s f¨¢cil.
Por ahora, uno de los que m¨¢s claramente la han respaldado y han apuntado p¨²blicamente que s¨ª ser¨¢ candidata es el propio Aznar. No es poco en el PP.
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