¡°La corrupci¨®n no se puede combatir sin m¨¢s medios¡±
Cree que es m¨¢s dif¨ªcil combatir la delincuencia "de moqueta" que la de "metralleta"
Fernando Rodr¨ªguez Rey (Le¨®n, 1965) es fiscal desde hace 22 a?os y ha dedicado 17 a combatir la corrupci¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica en Barcelona. Se ha ocupado de temas tan sonados como la trama de los inspectores de Hacienda con empresarios catalanes, la malversaci¨®n de fondos en el Consorcio de Turismo de Catalu?a, o el caso que llev¨® a la c¨¢rcel al juez corrupto Luis Pascual Estevill. Su ¨²ltimo asunto ha sido el caso Pallerols, en el que Uni¨® Democr¨¤tica ha reconocido que se financi¨® ilegalmente y devolver¨¢ 388.000 euros de los que se lucr¨® con fondos p¨²blicos.
El fiscal se muestra esc¨¦ptico sobre la eficacia judicial en la lucha contra la corrupci¨®n por los constantes recortes que se est¨¢n produciendo en todos los niveles. ¡°El contexto actual no favorece en nada nuestro trabajo. O se nos dota de m¨¢s medios y personal o no podremos perseguir la corrupci¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica, porque cada vez surgen m¨¢s asuntos y son m¨¢s complejos¡±.
Rodr¨ªguez Rey cree que la desigualdad de armas con la que trabajaba la justicia hace unos a?os en esos asuntos ya no es tal. ¡°No hay que despreciar la capacidad del Estado para combatir la corrupci¨®n si existe voluntad. Los acusados tienen muy buenos defensores y pueden contratar magn¨ªficos informes periciales en defensas de sus tesis, pero las unidades de polic¨ªa judicial y la Agencia Tributaria tambi¨¦n tienen t¨¦cnicos muy cualificados¡±.
Algo falla si se cree que la higiene de la vida p¨²blica pasa solo por la v¨ªa penal
El problema, dice, es el momento que atraviesa la justicia espa?ola. ¡°La situaci¨®n que vivimos en la fiscal¨ªa es mala, pero en los juzgados de instrucci¨®n es todav¨ªa peor. En algunos casos resulta ¡°casi una heroicidad que un juez pueda atender las tareas de su juzgado y ocuparse de asuntos tan farragosos y complicados¡±, dice. Frente a eso, lo ¨²nico que queda es la dedicaci¨®n y la implicaci¨®n personal. El fiscal evita dar nombres, pero ah¨ª queda el caso de Baltasar Garz¨®n hasta que fue expulsado de la carrera judicial por una querella de Manos Limpias y el benepl¨¢cito del Tribunal Supremo. O el juez de Palma de Mallorca Jos¨¦ Castro, instructor del caso Urdangar¨ªn, y del fiscal del asunto, Pedro Horrach.
En el otro extremo, el de la inoperancia del sistema judicial se sit¨²a, por ejemplo, el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Nules que instruye el llamado caso Fabra que afecta al expresidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n y por el que han pasado ya nueve jueces distintos y cuatro fiscales. Y ah¨ª sigue empantanada la investigaci¨®n. O el del juez Juli Solaz, en Barcelona, que fue el primer instructor del saqueo del Palau de la M¨²sica y que se tom¨® el asunto con una parsimonia ins¨®lita dada la gravedad del caso y que acab¨® pidiendo el traslado.
Jos¨¦ Mar¨ªa Mena, exfiscal jefe de Catalu?a acu?¨® en su libro De oficio fiscal una diferencia entre la ¡°delincuencia de moqueta y de metralleta¡±. Rodr¨ªguez Rey se considera un alumno suyo y tiene claro que es mucho m¨¢s dif¨ªcil de perseguir la primera que la segunda. ¡°La delincuencia econ¨®mica es m¨¢s complicado detectarla, reconstruirla y depurarla, aunque las bandas organizadas tambi¨¦n se est¨¢n sofisticando mucho con los a?os¡±.
El ciudadano debe valorar el indulto a dos condenados. Yo me reservo opinar
Y en ocasiones ocurre que, tras a?o de investigaci¨®n de la fiscal¨ªa y de trabajo de las unidades de polic¨ªa, los acusados acaban absueltos. Rodr¨ªguez Rey no esconde que todo eso le produce ¡°cierta sensaci¨®n de insatisfacci¨®n¡±, pero a?ade que ¡°el derecho no es una ciencia exacta y existe un elemento subjetivo de valoraci¨®n de la prueba que corresponde a los jueces¡±.
Cosa distinta es cuando los tribunales condenan en sentencia firme y el Gobierno, con unas l¨ªneas en el BOE, tumba todo ese trabajo de a?os con un indulto. Ocurri¨® en febrero de 2012, cuando el Gobierno del PP indult¨® a un alto cargo de la Generalitat de la ¨¦poca de Jordi Pujol condenado a cuatro a?os de c¨¢rcel y a un empresario, condenado a dos a?os y tres por malversaci¨®n de fondos p¨²blicos. Ambos eran militantes de Uni¨® Democr¨¤tica. Rodr¨ªguez Rey actu¨® como fiscal del caso y declina opinar sobre el indulto. ¡°Es una decisi¨®n pol¨ªtica y le corresponde hacerlo a la ciudadan¨ªa. Me reservo lo que pienso¡±, dice. Y despu¨¦s insiste en que hizo su trabajo durante el juicio, en el recurso ante Supremo ¡°y hasta el ¨²ltimo minuto, informando en contra del indulto que reclamaron los afectados¡±.
El principio jer¨¢rquico que rige la fiscal¨ªa no ha supuesto para ¨¦l ning¨²n obst¨¢culo. ¡°Jam¨¢s he recibido una orden de ning¨²n superior en sentido contrario al m¨ªo, y eso que he trabajado con jefes de todas las sensibilidades¡±, apostilla.
Los continuos asuntos de corrupci¨®n pol¨ªtica que ocupan los diarios desde hace a?os son, en su opini¨®n, un mal mensaje que se lanza a la poblaci¨®n y colocan a la justicia en una situaci¨®n de vital importancia. ¡°La corrupci¨®n socava la confianza ciudadana en el sistema y es necesario depurar responsabilidades¡±, apunta. Con todo, tambi¨¦n dice sin reparos que la v¨ªa penal ni puede ni debe ser la ¨²nica soluci¨®n para combatir la corrupci¨®n. ¡°Algo falla cuando la tarea de higienizaci¨®n de la vida p¨²blica se f¨ªa solamente al ¨¢mbito penal, porque ese no es el camino para resolver ning¨²n problema de la sociedad. Tampoco la corrupci¨®n¡±. Afirmar lo contrario, dice, es no querer afrontarlo con una visi¨®n integral.
A su parecer, la lucha contra la corrupci¨®n debe abordarse con la ejemplaridad en las conductas de los cargos p¨²blicos, la educaci¨®n en las escuelas, con controles administrativos previos que eviten esos casos, as¨ª como con mayor eficacia y medios en los organismos p¨²blicos de control y supervisi¨®n. ¡°Por supuesto que tambi¨¦n con el C¨®digo Penal, pero con procedimientos judiciales m¨¢s ¨¢giles y polic¨ªas especializados¡±, dice.
La tendencia de algunos responsables pol¨ªticos a modificar el C¨®digo Penal a golpe de Telediario tampoco la considera soluci¨®n de nada. ¡°El C¨®digo Penal es mejorable, pero el principal problema es la agilidad del proceso y la falta de medios¡±, insiste una y otra vez.
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