¡°Todo lo referido a m¨ª y mis compa?eros no es cierto; salvo alguna cosa publicada¡±
"Es un momento dif¨ªcil pero lo vamos a superar" admite el presidente sobre el esc¨¢ndalo Rajoy evita pronunciar el nombre de B¨¢rcenas o criticarlo y no aclara si se querellar¨¢ Merkel esquiva la pol¨¦mica y asegura que tiene una "relaci¨®n de confianza" con Rajoy
Fueron poco m¨¢s de 20 minutos de rueda de prensa, pero eran 20 minutos muy dif¨ªciles para el presidente del Gobierno. Con la canciller Angela Merkel a su lado, una mujer que se hizo fuerte en la CDU precisamente al reclamar en 1999 a Helmut Kohl, su mentor, que se apartara por un esc¨¢ndalo de financiaci¨®n ilegal. Con los ojos de la prensa internacional puestos en ¨¦l. Con la prima de riesgo disparada de nuevo y la Bolsa desplom¨¢ndose. Y Rajoy, una vez m¨¢s, apel¨® a su resistencia: ¡°Lo vamos a superar porque las afirmaciones que all¨ª se hacen son absolutamente falsas¡±, dijo al ser preguntado por los papeles de B¨¢rcenas.
La tensi¨®n era evidente. Cuatro ministros espa?oles contemplaban inquietos a Rajoy y Merkel. El presidente decidi¨® no contestar preguntas en Madrid y traslad¨® toda la presi¨®n a Berl¨ªn, donde no pod¨ªa evitarlas. Y la cumbre hispanoalemana, como era de esperar, pas¨® a segundo plano.
Rajoy hizo gala de su calma, de la piel de rinoceronte de la que hablan sus fieles. Pero no neg¨® del todo la evidencia de que este asunto le ha colocado en una posici¨®n dificil¨ªsima no solo en Espa?a, sino tambi¨¦n ante sus socios europeos, que ven c¨®mo sus grandes diarios llevan el esc¨¢ndalo a sus portadas.
Por eso quiso dejar muy claro, ante Merkel y ante toda la prensa alemana y europea que pudiera estar interesada, que ¨¦l va a seguir, que conserva intacta su mayor¨ªa absoluta, que es un resistente y no conviene apostar a su ca¨ªda. Ah¨ª estaba m¨¢s c¨®modo. Sobre todo cuando rechaz¨® las reclamaciones de dimisi¨®n que ha lanzado el l¨ªder de la oposici¨®n, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Ese es su gran valor frente a Merkel y a todos sus socios europeos: pese al esc¨¢ndalo, tiene al PP aparentemente controlado, una oposici¨®n debilitada y sobre todo tres a?os hasta las pr¨®ximas elecciones, al contrario de lo que sucede en Italia e incluso en Alemania. Y a ello se aferr¨®: ¡°Hoy el PP tiene mayor¨ªa clara, mi Gobierno es estable, el PP ha marcado un rumbo, una pol¨ªtica marcada por las reformas. Y lo hace desde la convicci¨®n total y absoluta de que el PP va a conseguir que Espa?a salga de la crisis m¨¢s importante que ha atravesado en los ¨²ltimos 30 a?os¡±.
El presidente, sin embargo, se mostr¨® algo m¨¢s tenso al hablar del caso B¨¢rcenas en concreto. Muchos en el PP, en especial Esperanza Aguirre, su gran rival interna, le piden que se enfrente a su extesorero, que le reproche su cuenta en Suiza con 22 millones de euros y que se querelle contra ¨¦l. Rajoy, pese a ser preguntado expresamente ¡ª¡°?Cree que B¨¢rcenas est¨¢ detr¨¢s de ese ataque contra usted y contra Espa?a que denuncia? ?Va a querellarse contra B¨¢rcenas?¡±¡ª, no solo no critic¨® en ning¨²n momento al hombre m¨¢s peligroso para su futuro pol¨ªtico, sino que ni siquiera lo cit¨®. Y tampoco aclar¨® si habr¨¢ querella contra ¨¦l: ¡°Es una decisi¨®n que est¨¢ estudiando el partido¡±.
Fue entonces cuando entr¨® de lleno al asunto y pronunci¨® una frase que, sacada de contexto, gener¨® inmediatamente miles de comentarios en las redes sociales. ¡°?C¨®mo explica que algunas partidas de esos documentos s¨ª coincidan con la realidad?¡±, preguntaron. ¡°Todo lo que se refiere a m¨ª y a mis compa?eros de partido no es cierto. Salvo alguna cosa que es lo que han publicado algunos medios de comunicaci¨®n. Dicho de otra manera, es total y absolutamente falso¡±, remat¨®.
Ese ¡°salvo alguna cosa¡± es lo que m¨¢s da?o est¨¢ haciendo a la l¨ªnea argumental del PP. Son las declaraciones de algunos dirigentes, como P¨ªo Garc¨ªa Escudero, Jaime Ignacio del Burgo o Jaume Matas, que s¨ª reconocen algunas de las partidas recogidas en los papeles de B¨¢rcenas. Rajoy admiti¨® que eso existe, pero nada m¨¢s.
El presidente super¨® el mal trago de tres preguntas sobre el asunto ¡ªdos espa?olas y una de la prensa alemana¡ª que no quiso aceptar en Espa?a y se le vio aliviado. Lo que m¨¢s le reconforta, seg¨²n los suyos, es que tanto Merkel como sus ministros expresaron en sus reuniones el apoyo a sus socios espa?oles en un momento delicado. ¡°Apoyo 1.000%¡±, resum¨ªa un ministro.
Por lo dem¨¢s, la cumbre fue positiva, aunque no hay resultados concretos de lo que buscaban Rajoy y los suyos: respaldo y concreci¨®n para que los fondos europeos puedan ser utilizados en medidas contra el paro juvenil en Espa?a. Rajoy y Merkel reconocieron que este fue un asunto central de la reuni¨®n, pero la canciller no concret¨® hasta d¨®nde est¨¢ dispuesta a llegar. Rajoy quiere promover en las pr¨®ximas semanas un giro con pol¨ªticas de est¨ªmulo econ¨®mico. Pero necesita apoyo financiero de Europa. Si lo consigue, conf¨ªa en lograr un nuevo impulso pol¨ªtico. Ese era el plan inicial, para eso fue a Berl¨ªn. Pero el caso B¨¢rcenas lo trastoc¨® todo.
La canciller respalda a su aliado
Alemania quiere evitar que las turbulencias regresen en los mercados de deuda y precipiten una nueva ola de rescates europeos. La canciller Angela Merkel no se permite por eso ninguna fisura en su apoyo al Ejecutivo de Mariano Rajoy, con quien quiere seguir "colaborando estrechamente". En Berl¨ªn se recalca la "s¨®lida mayor¨ªa" de Rajoy y se descarta con mucho ¨¦nfasis cualquier duda respecto a la estabilidad de su Ejecutivo. En Berl¨ªn admiten seguir "con inter¨¦s y atenci¨®n" lo que se publica sobre el asunto, pero no se mueven de su apoyo pol¨ªtico a Rajoy.
Merkel llam¨® a centrarse en "lo importante", que es apuntalar la agenda reformista de su socio espa?ol. Pese a que ha llegado a la portada de medios tan influyentes como el Frankfurter Allgemeine Zeitung, Berl¨ªn insiste en que el caso B¨¢rcenas es un "asunto interno" espa?ol. La consigna es que no deje de serlo.
La ¡°gran confianza¡± que Merkel dijo depositar en su relaci¨®n con Rajoy no es tanto una expresi¨®n de lealtad como la de un deseo: evitar que la erosi¨®n de un Gobierno af¨ªn termine con los meses de calma propiciados el verano pasado por el BCE. En los tres a?os desde que inici¨® la crisis de la deuda, los mercados han roto varias treguas debido a problemas pol¨ªticos, como los que desembocaron en 2011 en la ca¨ªda de Silvio Berlusconi. A diferencia del caso italiano, Berl¨ªn apuesta de momento por la continuidad en Madrid. Temen un recrudecimiento de la crisis, tanto m¨¢s dif¨ªcil de evitar si el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n acaba tumbando a Rajoy.
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