Rajoy: ¡°No he cumplido con mis promesas pero he cumplido con mi deber¡±

Mariano Rajoy est¨¢ tan poco acostumbrado a responder preguntas de un periodista con normalidad, que el hecho de que lo haga se convierte de inmediato casi en un acontecimiento. El presidente ha aceptado una especie de breve entrevista con preguntas muy directas del editor de The Economist para Am¨¦rica, Michael Reid, en la que han salido todos los asuntos importantes de la pol¨ªtica espa?ola de los que Rajoy apenas habla sobre todo porque pr¨¢cticamente no concede entrevistas. Y en un tono relajado, m¨¢s did¨¢ctico que de costumbre al tratarse de un periodista extranjero, en unas jornadas organizadas por el prestigioso semanario, el presidente ha lanzado sus opiniones pol¨ªticas de fondo que dibujan bien su visi¨®n de asuntos clave.

Para empezar, el de la corrupci¨®n y la crisis pol¨ªtica. Rajoy sigue sin pronunciar la palabra ¡°B¨¢rcenas¡±, y no ve la necesidad, que le planteaba el periodista siguiendo el modelo brit¨¢nico, de una investigaci¨®n parlamentaria o independiente al margen de la judicial. ¡°Yo ya he encargado una investigaci¨®n interna en el PP¡±, se limita a se?alar. Sobre la crisis pol¨ªtica, Rajoy no ve en crisis el bipartidismo en Espa?a, es m¨¢s, cree que es muy positivo. ¡°Espa?a tiene la suerte de no tener como en otros pa¨ªses de la UE partidos estrafalarios¡±, ha se?alado para explicar que aqu¨ª no hay formaciones importantes de extrema derecha, o antieurope¨ªstas, o antipol¨ªticas como se le llama en Italia al Movimento Cinque Stelle de Beppe Grillo.

Rajoy se congratula de ello, y no cree que el bipartidismo est¨¦ tan en crisis como se plantea. ¡°Todas las encuestas siguen situando al PP como el primer partido y al PSOE como el segundo. Ambos nos hemos alternado desde 1977, porque el PP de hoy es como la UCD de entonces. Un pa¨ªs que no tiene grandes partidos puede caer en derivas no deseables. Espa?a es estable. La situaci¨®n de los partidos es razonable¡±.

Rajoy: ¡°El af¨¢n reformista del Gobierno ni se distrae ni se agota¡±

Rajoy dibuja as¨ª una visi¨®n que relativiza la crisis pol¨ªtica de la que hablan todos los analistas, aunque s¨ª se ofrece a mejorar cosas, y asegura que anunciar¨¢ reformas en el debate del Estado de la naci¨®n. ¡°Estoy dispuesto a modificar cosas para hacer los partidos m¨¢s transparentes, a cambiar cosas en el Tribunal de Cuentas, aunque este no es un problema de leyes sino de cumplimiento de leyes¡±, se?ala. Pero insiste: ¡°Espa?a es un pa¨ªs serio, con controles, las instituciones funcionan¡±.

El presidente, en esa l¨ªnea de estabilidad y de defensa del sistema, tambi¨¦n apuesta por no tocar la ley electoral, ya que el periodista le planteaba si no habr¨ªa que pensar en alguna f¨®rmula para que las c¨²pulas de los partidos no controlen tanto todas las decisiones. ¡°Es una ley que se hizo en 1977 para buscar el consenso entre gente que ven¨ªa del exilio y gente que hab¨ªa sido ministro de Franco. Con ella ha gobernado la UCD, el PSOE con mayor¨ªa y sin ella, y el PP con mayor¨ªa y sin ella. Yo nunca modificar¨¦ una ley electoral por mayor¨ªa, tendr¨ªa que ser con un amplio consenso¡±.

El presidente, ya relajado, ha hecho un esfuerzo de sinceridad tambi¨¦n al hablar de su primer a?o en el Gobierno y de la manera en que ha roto sus promesas. ¡°Yo me present¨¦ con un programa electoral en el que promet¨ªa que no iba a subir los impuestos. Y probablemente he incumplido esa promesa. Bueno no, probablemente no. He incumplido mis promesas, pero al menos creo que he cumplido con mi deber¡±, se?al¨® tras explicar que gracias a esas decisiones ha conseguido mejorar la recaudaci¨®n y por tanto controlar el d¨¦ficit p¨²blico.

Rajoy tambi¨¦n ha hablado con tranquilidad de Catalu?a. Hasta el punto de que ha trasladado, tal vez pensando en la audiencia internacional, su seguridad de que no se va a separar de Espa?a. El presidente rechazaba la idea de cambios constitucionales ¨C¡°Hay que mantener algo que nos uni¨® a todos, no creo que haya un sistema m¨¢s descentralizado que Espa?a en todo el mundo¡±-, y el periodista le pregunt¨®. ?Y con este sistema va a poder mantener a Catalu?a en Espa?a? ¡°Si, no se preocupe usted que s¨ª¡±, ha contestado con firmeza Rajoy. El presidente ha trasladado la idea de que la ola independentista no es mayoritaria. ¡°Con Catalu?a nos une todo. Tengo la convicci¨®n de que la inmensa mayor¨ªa de los catalanes quieren que sigamos como estamos actualmente, no veo por qu¨¦ se quiere privar a los catalanes de Espa?a. No creo que la mayor¨ªa lo quieran¡±.

Rajoy: ¡°El af¨¢n reformista del Gobierno ni se distrae ni se agota¡±

Rajoy ha admitido, eso s¨ª, que ¡°otros quieren otras cosas¡±, en referencia a Artur Mas y su pacto con ERC que promueve un refer¨¦ndum soberanista en 2014. El presidente ha descartado esa opci¨®n sin mencionarla. ¡°Hay procedimientos para eso. Si alguien quiere cambiar la Constituci¨®n puede hacerlo pero respetando las leyes. Hay un procedimiento, pero se necesitan los votos¡±. La oposici¨®n del PP, con su mayor¨ªa absoluta, hace inviable esta opci¨®n. ¡°Yo estar¨¦ siempre abierto al di¨¢logo, en breve tendr¨¦ una conversaci¨®n con Artur Mas [es inminente su cita en La Moncloa], pero solo hay una cosa que no se me puede pedir. Yo no puedo incumplir la ley¡±.

El presidente, en presencia de banqueros como Francisco Gonz¨¢lez (BBVA) o empresarios como Antoni Brufau (Repsol) no ha ofrecido novedades en su discurso econ¨®mico previo a las preguntas pero s¨ª ha querido lanzar el mensaje de que ya est¨¢ cambiando la percepci¨®n de Espa?a en los mercados y varios datos, sobre todo los de balanza comercial y la marcha del sector del autom¨®vil, indican que la tendencia est¨¢ girando.

Rajoy solo ofreci¨® novedades en las preguntas, aunque no quiso aceptar que pudiera hac¨¦rselas cualquiera de los presentes, entre ellos los periodistas espa?oles. Abrir el debate es lo habitual en este formato de las jornadas de The Economist y es lo que har¨¢n el resto de ponentes en las jornadas. Pero ¨¦l pidi¨® y logr¨® que solo le hiciera preguntas el periodista Reid. A¨²n as¨ª, el resultado fue algo parecido a esas entrevistas de las que Rajoy tanto huye y reflej¨® varios aspectos novedosos de su an¨¢lisis pol¨ªtico que normalmente ¨¦l no plantea en sus discursos siempre controlados y sin posibilidad de preguntar.