¡°Frente a los corruptos es mejor ser r¨¢pido y eficaz que aumentar penas¡±

Benigno Pend¨¢s es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica, letrado de las Cortes y miembro del Consejo de Estado. Dirige el Centro de Estudios Pol¨ªticos y Constitucionales, dependiente de la vicepresidencia del Gobierno, que elabor¨® un informe sobre regeneraci¨®n que inclu¨ªa las propuestas contra la corrupci¨®n anunciadas por Mariano Rajoy. Su intenci¨®n es convertir el CEPC en un think tank p¨²blico.

Pregunta. ?Cu¨¢l es su diagn¨®stico sobre la desafecci¨®n hacia los pol¨ªticos?

Respuesta. Esa desafecci¨®n existe hoy en todas partes. Hay un estudio de la Universidad de Liverpool sobre el sistema brit¨¢nico con unos resultados demoledores sobre las instituciones y los partidos ingleses. Hay una causa que tiene que ver con la crisis econ¨®mica y la falta de proyecto vital para muchos j¨®venes que dif¨ªcilmente puedes integrar en un sistema institucional. Por eso la prioridad absoluta es la lucha contra la crisis. Otro factor es que se ha dejado atr¨¢s el modelo de la Transici¨®n, exitoso desde todos los puntos de vista, y hay que mantener vivo su esp¨ªritu de los pactos y del inter¨¦s general. Por eso hemos establecido principios como el gobierno abierto, la ejemplaridad y la eficacia, y queda pendiente para otro informe la participaci¨®n, lo que se resume con el ¡°no nos representan¡±.

P. ?Hay que cambiar leyes o mejorar comportamientos de los pol¨ªticos?

R. Soluciones m¨¢gicas no hay en pol¨ªtica. Las medidas est¨¢n orientadas por el buen camino; para dificultar actuaciones il¨ªcitas hay que aplicar publicidad y transparencia, porque como dec¨ªa el juez norteamericano Louis Brandeis, ¡°el mejor desinfectante es la luz del sol¡±. La condici¨®n humana no cambiar¨¢, pero se dificultar¨¢ la acci¨®n de los deshonestos.

P. ?C¨®mo evitar que cada partido proteja a los suyos?

R. Es muy significativo que los partidos hayan sido conscientes del problema y busquen soluciones. Lo primero es ser consciente del problema, y ese es el m¨¦rito del Gobierno. Vamos a ver c¨®mo se concreta eso, pero me parece dif¨ªcil que nadie se pueda oponer a estas medidas, que parten de una demanda social.

P. ?Espa?a tiene m¨¢s o menos corrupci¨®n que otros pa¨ªses?

R. Hay una lista objetiva de transparencia, en la que estamos en el puesto 30, y ahora con la Ley de Transparencia daremos varios pasos adelante. La corrupci¨®n en Espa?a no es peor que en otros pa¨ªses europeos. S¨ª tiene algunas singularidades, como la necesidad de respuesta m¨¢s r¨¢pida en los controles y en la respuesta judicial, pero pensar que Espa?a es un pa¨ªs ro¨ªdo por la corrupci¨®n es una exageraci¨®n interesada.

P. Se aprecia en todo caso que esas conductas quedan impunes

R. Impunidad no existe, s¨ª lentitud en la respuesta, y por eso los expertos dicen que lo m¨¢s importante es la rapidez y la eficacia en la respuesta penal, m¨¢s que la ampliaci¨®n de las penas. La parte procesal es uno de los elementos m¨¢s importantes, porque tambi¨¦n genera indefensi¨®n para quien est¨¢ sometido a un proceso. Uno de los grandes problemas de estos procesos penales es que se refieren a diferentes delitos muy complejos y confusos, hay que esperar a que est¨¦ enjuiciado todo para dictar sentencia, se alargan las investigaciones y se produce un claro estrangulamiento del proceso. Una de las medidas que proponemos es que se vayan enjuiciando los delitos por separado, dictando sentencia seg¨²n se juzgue cada delito, para que el proceso sea mucho m¨¢s r¨¢pido.

La figura de la imputaci¨®n est¨¢ en revisi¨®n y podr¨ªa estar este a?o¡±

P. ?C¨®mo puede ser eficaz el Tribunal de Cuentas si est¨¢ controlado por los partidos?

R. La idea de que controlan el Tribunal es un salto dial¨¦ctico excesivo. Tiene un prestigio y es una instituci¨®n solvente y rigurosa, y aunque se discuta el mecanismo de selecci¨®n de sus integrantes, no se suele discutir la calidad de sus informes. No hay sensaci¨®n de que sea suave con los partidos. Hay quien plantea una oficina anticorrupci¨®n, pero teniendo una instituci¨®n que funciona de manera adecuada ser¨ªa perder algo que ya rinde. Tiene que tener m¨¢s medios y exigencias como las de los plazos, porque las auditor¨ªas de los partidos son de cuentas de hace cuatro a?os.

P. ?Con los recortes, c¨®mo dar m¨¢s medios al tribunal, agilizar la justicia si se reducen jueces y fiscales o crear m¨¢s estructuras de control del patrimonio de los pol¨ªticos?

R. Muchas veces es m¨¢s cuesti¨®n de racionalizaci¨®n del trabajo que de m¨¢s medios. La fiscal¨ªa y la justicia han pedido m¨¢s medios y eso est¨¢ en el informe. Este tipo de delitos suele ser muy complicado de investigar y con frecuencia se requieren comisiones rogatorias que ralentizan el proceso, por lo que no necesariamente se precisan m¨¢s medios, sino personas m¨¢s especializadas y prioridad.

P. ?Los imputados deben ser destituidos por ley?

R. La figura de la imputaci¨®n est¨¢ en revisi¨®n en una reforma procesal que podr¨ªa estar este a?o. Me inclinar¨ªa porque cada partido sepa lo que quiere transmitir, porque jur¨ªdicamente hay problemas y la imputaci¨®n no es el momento procesal adecuado.

P. No est¨¢ la reforma electoral.

R. No tiene directamente que ver con la corrupci¨®n. El sistema D¡¯Hont ha funcionado bien, es una de las razones de la estabilidad, han gobernado la izquierda y la derecha con y sin mayor¨ªa absoluta. Siempre se habla de listas abiertas, pero la experiencia demuestra que no han servido.

P. ?C¨®mo acercar a los electores a sus representantes?

R. Tenemos en marcha ideas para futuros informes, como participaci¨®n social en comisiones parlamentarias, evaluaci¨®n de las leyes dos o tres a?os despu¨¦s de entrar en vigor o compromisos como reuniones peri¨®dicas de parlamentarios con los representados.

P. ?Por qu¨¦ no entra la Casa del Rey en la Ley de Transparencia?

R. La ley ha crecido mucho durante su debate parlamentario. Se incluir¨¢n los partidos, los sindicatos, las organizaciones empresariales y entidades financiadas con dinero p¨²blico, lo que es un paso muy grande, y con dificultades t¨¦cnicas como que la ley de partidos es org¨¢nica y la de transparencia es ordinaria. Respecto a la Casa del Rey, la jefatura del Estado en el derecho comparado tiene un estatus propio que no parece que haya motivo para cambiar.

P. ?Hay que cambiar la Ley de Partidos con mecanismos de democracia interna, como primarias?

No hay impunidad de los corruptos pero s¨ª lentitud en la respuesta¡±

R. Se propone un cambio en el funcionamiento econ¨®mico de los partidos y se establece un proceso homologado y que la figura del tesorero tenga un estatus con obligaci¨®n de comparecer en el Parlamento. El modelo alem¨¢n, que obliga a elecci¨®n de los candidatos por las bases, es elogiado en teor¨ªa, pero no tanto en la pr¨¢ctica. Cada partido debe saber qu¨¦ imagen quiere transmitir y c¨®mo quiere funcionar.

P. ?Este pacto no es un mecanismo defensivo, dado que ninguna de esas medidas ser¨ªa aplicable a casos como el de B¨¢rcenas?

R. En alg¨²n momento hay que poner en marcha las medidas, y el Gobierno y los partidos empiezan a ser conscientes de que hay que dar respuesta a esa inquietud social. El Estado de derecho ya act¨²a en los casos en vigor.

P. ?Se da respuesta a la llamada puerta giratoria entre el sector privado y el p¨²blico?

R. Es un arma de doble filo que hemos estudiado, pero sobre la que no hay propuestas espec¨ªficas. Est¨¢ regulada la incompatibilidad de pensiones de cese o periodos de carencia, pero impedir que los pol¨ªticos vuelvan de por vida a la actividad privada llevar¨ªa a una profesionalizaci¨®n de la pol¨ªtica. Requiere mucha transparencia.

P. Dado que se apoya en la palabra transparencia, ?no ser¨ªa conveniente que se hiciera p¨²blico en la red el informe y el nombre de los autores y que usted compareciera en el Parlamento?

R. Siempre que me lo pidan, lo har¨¦ encantado. Entregamos el informe en su momento a la vicepresidenta y servir¨¢ de soporte acad¨¦mico de estas medidas y del pacto, y si se cuelga o no en su integridad pues ya veremos. Su contenido ha sido trasladado sustancialmente a las medidas propuestas por el presidente.