Un a?o de investigaci¨®n judicial para dar el salto a la Casa del Rey

La imputaci¨®n de la infanta Cristina es el ¨²ltimo cap¨ªtulo de una novela abierta que abarca ya 42.000 folios. El caso N¨®os naci¨® como una pieza separada (ni m¨¢s ni menos que la n¨²mero 25) del caso Palma Arena, en el que est¨¢ implicado el expresidente balear del PP Jaume Matas. Pero con el tiempo, y gracias a la hiperactividad de un juez (Jos¨¦ Castro) y de un fiscal (Pedro Horrach), el caso N¨®os ha acabado superando en notoriedad y repercusi¨®n al original.

Las irregularidades halladas en los convenios firmados entre el Gobierno de Baleares y el Instituto N¨®os, dirigido por I?aki Urdangarin y Diego Torres, pusieron sobre la pista a los investigadores. Entre 2004 y 2007, N¨®os logr¨® que los Gobiernos del PP de Baleares y la Comunidad Valenciana le asignaran, a dedo, la organizaci¨®n de dos macroeventos sobre deporte y mecenazgo por casi seis millones de euros. Las facturas que aport¨® N¨®os no justificaban el dinero invertido en esos eventos.

El juez imput¨® a responsables del Instituto N¨®os y a jefes pol¨ªticos y gestores de los organismos p¨²blicos con los que lograron los contratos irregulares: los hermanos Miguel, Marco y Ana Mar¨ªa Tejeiro (esta ¨²ltima, esposa de Torres); el exdirector general de Deportes de Baleares, Pepote Ballester; o el exsecretario auton¨®mico valenciano de Turismo, Luis Lob¨®n, por citar algunos. Otros imputados, como el empresario catal¨¢n Joaquim Boixareu, el exdirectivo de N¨®os Antonio Ballabriga o Juan Pablo Molinero, empleado del Instituto, han sido exculpados.

La citaci¨®n, como imputados, de Urdangarin y Torres, dio inicio a una agria batalla entre ambos, que deben afrontar una fianza de 8,1 millones. Para doblegar a su exsocio, Torres recurri¨® a una estrategia: entregar al juez, de forma dosificada, correos electr¨®nicos que demostraban, a su juicio, el papel principal de Urdangarin al frente de N¨®os. Desde hace un a?o, apunt¨® m¨¢s alto y dirigi¨® sus dardos a la Casa del Rey. Torres ha tratado de constatar que distintos miembros de la Monarqu¨ªa conocieron y colaboraron con los negocios del duque.

En 2004, Urdangarin pidi¨® al Rey que mediara para lograr la asistencia de primeras espadas del deporte internacional al Valencia Summit, que iba a celebrarse pocas semanas despu¨¦s. Tambi¨¦n le solicit¨® que lograse atraer, como patrocinador, a Bernard Arnault, due?o de Louis Vuitton. En otro correo, de 2007, Urdangarin explica que ha logrado la mediaci¨®n de su suegro para un proyecto relacionado con la Copa del Am¨¦rica. Los correos tambi¨¦n revelaron los contactos de Urdangarin con la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein, amiga del Rey, que intent¨® conseguirle un trabajo bien remunerado en la Fundaci¨®n Laureus.

Con sus correos, Torres logr¨® llevar ante el juez a dos personas ligadas a la Casa Real: el asesor legal Jos¨¦ Manuel Romero, conde de Fontao, que declar¨® como testigo; y el secretario personal de las infantas, Carlos Garc¨ªa Revenga, que lo hizo como imputado. Este ¨²ltimo, que figur¨® como patrono y tesorero de N¨®os, estuvo al corriente de los negocios del duque incluso despu¨¦s de que este abandonara el Instituto, como muestran los correos. El secretario hab¨ªa reclamado figurar, en un documento comercial, como ¡°miembro de la Casa de S. M. el Rey¡±.