Isabel II, un ejemplo de transparencia

La monarqu¨ªa brit¨¢nica siempre ha sido ejemplo de transparencia, tanto que en las cuentas que anualmente hacen p¨²blicas est¨¢n reflejados hasta los gastos de peluquer¨ªa de Isabel II.

Aun as¨ª, el Gobierno de David Cameron ha decidido ejercer mayor control. A partir de este a?o, la C¨¢mara de los Comunes y en concreto la Comisi¨®n de Cuentas P¨²blicas examinar¨¢n con lupa los ingresos y gastos de la reina de Inglaterra. El pasado 1 de abril ha entrado en vigor este nuevo sistema, que lleva aparejado que las cuentas sean auditadas por el Controlador y Auditor General y sometidas tambi¨¦n a inspecci¨®n plena por parte de la Oficina Nacional de Auditor¨ªa. Adem¨¢s, los altos cargos al servicio de la reina comparecer¨¢n en el Parlamento para explicar los gastos y responder a las preguntas de los diputados. Si alg¨²n a?o la reina recibe m¨¢s dinero del que necesita, el excedente ser¨¢ destinado a reservas.

Por otra parte, las cuentas de Beatriz de Holanda est¨¢n detalladas al c¨¦ntimo en los presupuestos generales del Estado. La reina, su hijo Guillermo y la esposa de este, M¨¢xima ¡ªque acceder¨¢n al trono el pr¨®ximo d¨ªa 30¡ª, reciben 39,5 millones de euros en concepto de ¡°ejercicio de su funci¨®n¡±. El resto de los miembros de la familia real no tienen asignaci¨®n. Si el Parlamento quiere alguna aclaraci¨®n de los gastos, es el primer ministro quien responde a la C¨¢mara. Adem¨¢s, la reina tiene que declarar por ley cualquier gasto que haga cuando realiza labores de representaci¨®n en calidad de jefa del Estado.

En B¨¦lgica, las cuentas son m¨¢s opacas. Alberto decidi¨® recortarse el sueldo hace un a?o y correr con parte de sus gastos. Esta renuncia supone un ahorro de 600.000 euros para las arcas p¨²blicas. Pero sus cuentas son bastante opacas, lo que ha levantado muchas cr¨ªticas de los partidos pol¨ªticos. Su hijo Laurent ha metido a la familia en varios embrollos. El m¨¢s grave fue cuando en 2006 tuvo que comparecer ante los tribunales acusado de desviar fondos de la Marina belga para amueblar su casa, en un caso que recuerda al del esposo de la infanta Cristina, I?aki Urdangarin. Y hace unos meses, Fabiola de B¨¦lgica tuvo que renunciar a su fundaci¨®n ante la sospecha de que quer¨ªa evitar el pago de impuestos al legar sus bienes a sus sobrinos.

En el otro extremo de la balanza est¨¢ Noruega. Mantener la familia real supone un desembolso de 1,2 millones de euros anuales, aunque este pa¨ªs es uno de los menos poblados de Europa. Los gastos son sometidos a un f¨¦rreo control externo.

Las monarqu¨ªas n¨®rdicas hacen ejercicio de transparencia. Sus cuentas son, desde hace a?os, p¨²blicas y de f¨¢cil acceso.En Dinamarca, una web recoge todos los aspectos de la casa real: desde su presupuesto total hasta todas las asignaciones que reciben sus miembros. Y en Suecia, el Parlamento acaba de aprobar una ley que aumenta la transparencia de la econom¨ªa real, aunque sin que sea posible acceder a gastos privados.