El PSOE quiere un Senado elegido por las comunidades y con poder de veto
Los socialistas aprueban hoy el documento base de su propuesta territorial
Una C¨¢mara de Representaci¨®n Territorial cuyos miembros no sean elegidos por las urnas, sino designados por los Gobiernos aut¨®nomos, y que tenga poder de veto en la aprobaci¨®n de aquellas leyes que afecten especialmente a las autonom¨ªas (empezando por el modelo de financiaci¨®n y siguiendo por cualquier norma que implique una carga financiera para ellas). Esa es en esencia la propuesta del PSOE para cambiar de arriba abajo el Senado. Est¨¢ recogida en el documento base sobre reforma del modelo territorial que Alfredo P¨¦rez Rubalcaba someter¨¢ hoy a la aprobaci¨®n de la ejecutiva, y que plantea la necesidad de ¡°revisar el marco jur¨ªdico-pol¨ªtico del modelo auton¨®mico, en sentido federal¡±, seg¨²n fuentes del partido. El texto ser¨¢ discutido despu¨¦s con las federaciones durante dos meses para dar lugar, en julio, a la propuesta territorial definitiva de los socialistas.
Todos los partidos coinciden desde hace a?os en la necesidad de reformar el Senado, la te¨®rica C¨¢mara alta de la soberan¨ªa popular que, sin embargo, carece en la pr¨¢ctica de poder: tiene competencia para modificar las leyes, pero nunca tiene la ¨²ltima palabra (el Congreso puede enmendar lo corregido) y por tanto sus aportaciones suelen quedar en papel mojado. El problema es que cambiar el Senado requiere una reforma constitucional, un mel¨®n que los dos grandes partidos han preferido no abrir durante m¨¢s de tres d¨¦cadas. Ahora, a ra¨ªz del embate soberanista en Catalu?a, el PSOE ha apostado por abrirlo ¡ªen varios ¨¢mbitos, pero principalmente en el territorial¡ª y la modificaci¨®n radical del Senado es una de sus propuestas.
El planteamiento recogido en el documento de bases, cuya elaboraci¨®n ha coordinado el diputado Ram¨®n J¨¢uregui, es el siguiente: la actual C¨¢mara alta desaparecer¨ªa para ser sustituida por una C¨¢mara de Representaci¨®n Territorial que exprese ¡°la voluntad pol¨ªtica de las comunidades aut¨®nomas¡±, tomando como modelo el Bundesrat alem¨¢n. As¨ª, los senadores ¡ªo como se llamasen a partir de entonces¡ª ya no ser¨ªan elegidos por los ciudadanos en elecciones generales sino designados directamente por los Gobiernos aut¨®nomos. A cada comunidad le corresponder¨ªa un m¨ªnimo de tres representantes (uno de ellos podr¨ªa ser el propio presidente regional) y uno m¨¢s por cada mill¨®n de habitantes, hasta un m¨¢ximo de siete. Con el mapa auton¨®mico actual, por ejemplo, el resultado ser¨ªa de 82 senadores, mayor¨ªa abrumadora del PP: 51 populares, 11 del PSOE, siete de CiU, cinco del PNV, cinco de Coalici¨®n Canaria (aunque podr¨ªa ceder alguno a sus socios socialistas) y tres de UPN.
En las votaciones, todos los representantes de cada Gobierno aut¨®nomo estar¨ªan obligados a votar lo mismo, para que la voluntad de la comunidad sobre cada una de las leyes fuese expresada de forma ¡°un¨ªvoca¡±, subrayan fuentes del PSOE. Las decisiones se tomar¨ªan por mayor¨ªa simple en casi todos los casos, y la presidencia de la C¨¢mara ir¨ªa rotando, asumi¨¦ndola cada comunidad por periodos de seis meses.
El nuevo Senado no ver¨ªa ya todas las leyes, como ahora, pero s¨ª algunas fundamentales: aquellas de ¡°alta relevancia auton¨®mica¡± ¡ªcomo el modelo de financiaci¨®n y los planes de infraestructuras¡ª y las que, en su aplicaci¨®n, supusieran carga financiera para las autonom¨ªas (que son muchas).
Cada Gobierno regional tendr¨ªa entre tres y siete representantes
No est¨¢ claro ¡ªel texto que la ejecutiva estudiar¨¢ hoy es solo un borrador¡ª hasta qu¨¦ punto tendr¨ªa la nueva C¨¢mara capacidad legislativa, de elaboraci¨®n de normas. Pero la conclusi¨®n es que s¨ª tendr¨ªa poder de veto: esas leyes estatales de ¡°relevancia auton¨®mica¡± requerir¨ªan el ¡°asentimiento inexcusable¡± de la C¨¢mara de Representaci¨®n Territorial, seg¨²n recoge el documento. Fuentes conocedoras del texto sostienen que lo que se busca es que las dos C¨¢maras ¡ªel nuevo Senado y el Congreso¡ª est¨¦n obligadas a ¡°llegar a acuerdos¡± sobre esas leyes. Y subrayan que los detalles de la propuesta ¡ªpor ejemplo, la posibilidad de que las discrepancias entre ambas C¨¢maras fuesen resueltas por una comisi¨®n¡ª ir¨¢n perfil¨¢ndose en estos dos meses.
La iniciativa del PSOE supone, en cierta manera, una invasi¨®n del poder ejecutivo en el legislativo ¡ªlos Gobiernos aut¨®nomos condicionar¨ªan la aprobaci¨®n de determinadas leyes¡ª. Y ser¨ªa especialmente delicada en el caso de que, por ejemplo, se considerase que los Presupuestos Generales del Estado afectan de manera directa a las comunidades y entran en el cat¨¢logo de leyes que estas pueden vetar (esta posibilidad es rechazada de plano por los responsables del documento). Fuentes del partido admiten que esa mezcla de poderes s¨ª se producir¨ªa; argumentan, no obstante, que es la forma de conseguir que el Senado sea una aut¨¦ntica C¨¢mara territorial, porque sus representantes ¡°no responder¨ªan al criterio de los partidos sino al de las comunidades aut¨®nomas¡±.
Para aprobar ciertas leyes se requerir¨ªa el apoyo "inexcusable" de la nueva C¨¢mara
El documento que hoy presentar¨¢ el secretario general del PSOE a la ejecutiva insiste, por lo dem¨¢s, en su apuesta de conservar el Estado auton¨®mico pero avanzando en sentido federal, a trav¨¦s de una reforma del T¨ªtulo VIII de la Constituci¨®n. Subraya que la ¡°autodeterminaci¨®n¡± no ser¨¢ la soluci¨®n a las tensiones territoriales ¡ªuna manera de descartar, de nuevo, el ¡°derecho a decidir¡± que defiende el PSC¡ª aunque s¨ª pide un reconocimiento a la ¡°singularidad de Catalu?a¡± y quiz¨¢ de otras comunidades, seg¨²n anunci¨® ya Rubalcaba. Adem¨¢s, el PSOE propone un reparto n¨ªtido de competencias entre las Administraciones, e incluir en la Constituci¨®n los ¡°principios¡± del modelo de financiaci¨®n.
Ni este documento, centrado en la cuesti¨®n territorial, ni otros que se preparan para la Conferencia Pol¨ªtica de octubre abren, de momento, el debate espinoso sobre la monarqu¨ªa, aunque Rubalcaba s¨ª ha dicho que propondr¨¢ reformas constitucionales para modernizar la instituci¨®n.
La tercera reforma constitucional
Los grupos parlamentarios del Senado preparan la que ser¨¢ la tercera reforma constitucional y que afectar¨ªa a las funciones de la C¨¢mara alta. La primera se hizo en 1992 cuando, por exigencias del Tratado de Maastricht se a?adieron las palabras ¡°y pasivo¡± en el art¨ªculo 13.2 sobre el derecho de sufragio. La segunda se hizo en 2011 para establecer en el art¨ªculo 135 el concepto de estabilidad presupuestaria. En ambos casos, fue suficiente el procedimiento sencillo de mayor¨ªa cualificada en las dos c¨¢maras.
La tercera reforma afectar¨ªa a las funciones del Senado para ser C¨¢mara de primera lectura en asuntos territoriales. Por ejemplo, en la reforma de estatutos o leyes de financiaci¨®n auton¨®mica, entre otras. El acuerdo para esta modificaci¨®n se negocia en este momento y podr¨ªa estar concluido en junio. En realidad, se basa en una propuesta que ya fue cerrada en 1996, pero que se guard¨® en un caj¨®n.
La reforma, si llega a producirse, deja a un lado la modificaci¨®n de la composici¨®n y la forma de elecci¨®n del Senado, que requerir¨ªa una reforma agravada; es decir, disoluci¨®n de las Cortes y refer¨¦ndum. Obviamente, el PP se opone totalmente a esta reforma agravada, y otros grupos como el socialista y el de la Entesa (PSC, ERC e ICV), est¨¢n dispuestos a aparcar su programa de m¨¢ximos para acordar la modificaci¨®n constitucional en breve solo sobre las funciones del Senado. El propio presidente del Senado, P¨ªo Garc¨ªa Escudero, impulsa esta reforma.
El PP ha pasado por las tres posiciones posibles en los ¨²ltimos a?os: una reforma muy limitada que afectar¨ªa solo al reglamento cuando gobernaba Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar; un cambio constitucional agravado cuando estaba en la oposici¨®n frente a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero; y la reforma constitucional limitada que ahora parece aceptar.
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