Los barones buscan distancia de Rajoy
Casi todos, algunos de forma rotunda, buscan una imagen propia para mitigar el desgaste Aguirre est¨¢ sola en su ataque directo, pero los dem¨¢s est¨¢n preocupados por sus elecciones
El PP siempre fue el partido del discurso ¨²nico en toda Espa?a. Pero las cosas est¨¢n cambiando a toda velocidad. ¡°Es bueno que cada uno defienda lo suyo¡±, dijo el viernes la vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, cuando le preguntaron por unas declaraciones de Alicia S¨¢nchez-Camacho, l¨ªder del PP catal¨¢n, en las que directamente exig¨ªa a Crist¨®bal Montoro que concediera a su comunidad un d¨¦ficit para 2013 del 1,8%, muy superior al 1,2 marcado por el Ejecutivo como media para las autonom¨ªas.
Santamar¨ªa, como los dem¨¢s miembros del Ejecutivo, es consciente del ambiente de enorme preocupaci¨®n que se vive en las direcciones regionales del PP, en los Gobiernos aut¨®nomos, en las llamadas baron¨ªas. Todos est¨¢n empezando a temer por sus puestos, por sus c¨®modas mayor¨ªas absolutas. Y cada vez es m¨¢s evidente, especialmente en algunos, seg¨²n admiten barones y dirigentes consultados, el intento por alejarse del deterioro de la imagen del Gobierno. El Ejecutivo y especialmente el presidente est¨¢n hundidos en las encuestas, y los dirigentes auton¨®micos tratan de marcar perfil propio. Las ausencias de esta semana en la cita en G¨¦nova, 13 con Rajoy fueron muy comentadas ¡ªcinco barones clave no acudieron con distintas justificaciones¡ª pero ni siquiera son lo m¨¢s relevante, explican otros dirigentes. Lo m¨¢s importante son los discursos y gestos p¨²blicos de cada uno para intentar diferenciarse del Ejecutivo.
La ¨²nica que ha mostrado abiertamente sus cr¨ªticas a la l¨ªnea del Gobierno es Esperanza Aguirre, presidenta del PP de Madrid. Pero ella, analizan diversos dirigentes, no lidera ning¨²n grupo. De hecho se qued¨® muy sola, como es habitual, en sus cr¨ªticas a la subida de impuestos y en especial a Montoro, el ministro de Hacienda. Nadie apoy¨® a Aguirre. Pero algunos dirigentes notaron otra novedad: nadie la sigui¨®, pero tampoco ning¨²n bar¨®n habl¨® contra ella, al contrario de lo habitual. Prefirieron dejar que la batalla fuera entre ella y Montoro. Ese silencio y algunas ausencias como la de la muy influyente Luisa Fernanda Rudi muestran, seg¨²n este an¨¢lisis, la preocupaci¨®n de los barones por la situaci¨®n pol¨ªtica y su intento de no aparecer ni en fotos ni en gestos muy pr¨®ximos al Gobierno.
Los dem¨¢s por tanto no siguen a Aguirre, pero s¨ª buscan su manera de diferenciarse. Algunos de forma muy evidente, como Jos¨¦ Antonio Monago, el extreme?o, otros de manera m¨¢s sutil pero igualmente buscada. A Monago se le justifica siempre por su compleja realidad pol¨ªtica: su puesto depende de que IU y PSOE no pacten una moci¨®n de censura que ahora mismo se antoja imposible. Pero ¨¦l ha dado un paso m¨¢s esta semana y no solo ha anunciado bajadas de impuestos en pleno debate interno sobre la subida del Gobierno, sino que adem¨¢s ha planteado un gran pacto de Estado precisamente cuando Rajoy lo ha descartado en el Congreso.
Lo cierto es que el ambiente est¨¢ tan complicado que de momento tanto Montoro, desde el Gobierno, como Dolores de Cospedal y Javier Arenas, desde el PP, trabajan para suavizar la tensi¨®n interna en cuestiones clave como el reparto del objetivo del d¨¦ficit. Pero la situaci¨®n est¨¢ lejos de resolverse. Tanto es as¨ª que de momento no hay fecha ni para el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal que deber¨ªa cerrar ese acuerdo ni para la reuni¨®n de los barones del PP con el presidente de la que se lleva hablando varias semanas. Tanto se retrasa esa cita que el propio Alberto N¨²?ez Feij¨®o, el presidente gallego, ha llegado a plantear que los presidentes, no solo los del PP, deber¨ªan establecer foros en los que reunirse sin la necesidad de que est¨¦ presente Rajoy. Feij¨®o dijo adem¨¢s que al Ejecutivo le falta ¡°relato¡±, una forma de distanciarse m¨¢s que evidente.
Otros, como el madrile?o Ignacio Gonz¨¢lez, sin llegar al nivel de cr¨ªticas de su mentora, Aguirre, se diferencia con su rechazo a subir impuestos ¡ªni siquiera aplica el de patrimonio¡ª y sus discursos. El valenciano Alberto Fabra es m¨¢s sutil y se concentra en sus cr¨ªticas a la financiaci¨®n. Jos¨¦ Ram¨®n Bauz¨¢, el de Baleares, tambi¨¦n va en esta l¨ªnea y esta semana lleg¨® a argumentar que no encontraba vuelo a Madrid para no acudir a la reuni¨®n con Rajoy. Juan Vicente Herrera, aunque no tiene intenciones de ser candidato, lleva meses con gestos de distanciamiento. Ram¨®n Luis Valc¨¢rcel, que tampoco repetir¨¢, fue tajante en el anterior Comit¨¦ Ejecutivo al reclamar que ¨¦l no aceptar¨ªa en el d¨¦ficit ni un gramo menos de lo que le den a Catalu?a.
¡°No pueden pedir que nos quememos con ellos¡±, resume un presidente
¡°Evidentemente, todo lo que hacen en el Gobierno nos afecta. Esta sensaci¨®n depresiva generalizada nos afecta. Y la mala imagen del Gobierno nos perjudica. Todos somos PP y la gente tiende a vernos como un bloque. Es l¨®gico que cada presidente busque perfiles propios¡±, explica un bar¨®n auton¨®mico. ¡°Es muy dif¨ªcil la situaci¨®n que tiene el Gobierno. Todos lo sabemos. Es evidente que podr¨ªan comunicar mejor pero en general en los barones hay comprensi¨®n hacia el Ejecutivo, sabemos que no es f¨¢cil. Pero lo que no nos pueden pedir es que nos quememos con ellos. Por eso es l¨®gico que cada uno busque su perfil en su comunidad, para diferenciarse, aunque no hay ning¨²n enfrentamiento serio con el Ejecutivo¡±, resume un presidente.
¡°La m¨¢s enfadada de todos es nuestra gente. Son los votantes del PP los que m¨¢s rechazan la subida de impuestos, por ejemplo, y sobre todo los que m¨¢s frustrados est¨¢n porque esperaban otra cosa, no que les digan que en cuatro a?os no se va a resolver el paro. Por eso el trabajo es m¨¢s dif¨ªcil. No se trata de luchar contra el PSOE, que est¨¢ hundido, sino contra la desmoralizaci¨®n de nuestras filas, y para eso cada presidente auton¨®mico busca sus propias t¨¦cnicas sin atacar directamente al Gobierno, este es un partido muy presidencialista y muy disciplinado¡±, se?ala otro.
¡°Estamos en el momento m¨¢s bajo. La gran duda es si nos dar¨¢ tiempo a recuperar la confianza de los nuestros. Eso no se hace en dos d¨ªas. Y aunque queda mucho para las auton¨®micas, dos a?os, el calendario es muy malo para los barones, como les pas¨® a los socialistas en 2011: vienen antes las auton¨®micas que las generales, y eso hace que la gente que tiene ganas de castigar al PP tendr¨¢ la primera oportunidad seria en las auton¨®micas, porque las europeas son unas elecciones irrelevantes¡±, analiza un dirigente.
La mayor¨ªa de los barones rechaza abiertamente el d¨¦ficit a la carta
Aunque a¨²n queda mucho tiempo, algunos barones tienen en la cabeza una imagen de 2012. Es la foto del fracaso de Andaluc¨ªa: Crist¨®bal Montoro y F¨¢tima B¨¢?ez flanquean a Javier Arenas en el balc¨®n de la sede de Sevilla. Arenas hizo mucha campa?a con ellos por toda Andaluc¨ªa. Fue su gran error, admitido incluso en su entorno. La imagen de Montoro y B¨¢?ez, en un Gobierno que ya por entonces hab¨ªa aprobado la mayor subida de impuestos de la democracia y una dur¨ªsima reforma laboral, desanim¨® a muchos votantes del PP.
El asunto del d¨¦ficit a la carta est¨¢ mostrando a las claras esos intentos. La ¨²ltima vez que Montoro cit¨® a los consejeros de Hacienda, la reuni¨®n fue muy tensa y varios, en especial Pilar del Olmo, de Castilla y Le¨®n, le expusieron sus cr¨ªticas y le reprocharon que no reciben apenas informaci¨®n, que se enteran de las decisiones clave por la prensa. Los barones est¨¢n indignados porque tienen la sensaci¨®n de que Montoro va a favorecer a Catalu?a por motivos pol¨ªticos. Arenas tuvo que mediar, seg¨²n algunos asistentes, y prometer que habr¨ªa m¨¢s coordinaci¨®n. Pero Montoro prometi¨® en esa cita que les dar¨ªa hasta un 1,5% de d¨¦ficit y finalmente lo ha dejado en 1,2%. El d¨¦ficit es el tema central en este momento para mostrar distancia del Ejecutivo. Pero habr¨¢ otros, y si el Gobierno sigue con esta mala imagen, los gestos aumentar¨¢n a medida que se acerquen las elecciones. Nadie va contra el Gobierno, pero lo primero es lo primero, y eso casi siempre es ganar las elecciones.
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