Gallard¨®n cede ante el Tribunal Supremo y enmienda la ley del poder judicial

El Ministerio de Justicia ha aceptado modificar la parte de la reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que provoc¨® protestas y malestar en el Tribunal Supremo. El Partido Popular ha presentado en el Senado enmiendas a su propia y cuestionada reforma legislativa, impulsada por el Gobierno y aprobada en el Congreso solo con el voto del PP, pero casi todas se refieren a la nueva figura del vicepresidente del Supremo, cuya regulaci¨®n hab¨ªa provocado inquietud entre los magistrados del alto tribunal por el peligro de que se convirtiera en un control pol¨ªtico. El resto de aspectos pol¨¦micos del texto, como la posible elecci¨®n de 10 vocales por separado en cada C¨¢mara (ahora es en bloque) por mayor¨ªa de tres quintos ¡ªmayor¨ªa que en estos momentos tiene el PP en el Senado¡ª o la dedicaci¨®n exclusiva al CGPJ de solo 7 de los 20 vocales, no han sido modificados.

?Los ¨²nicos que han logrado cambios significativos en el texto han sido los magistrados del Supremo. Tras las enmiendas populares del Senado, la figura del vicepresidente del tribunal ¡ªahora inexistente¡ª, poco tiene que ver con la que inicialmente se aprob¨® en el Congreso. En primer lugar, no ser¨¢ ya vicepresidente del Supremo y del Consejo, sino solo del primero. Adem¨¢s, este cargo no tendr¨¢ por qu¨¦ ser un vocal del CGPJ, como antes se preve¨ªa, sino que podr¨¢ ser nombrado entre cualquier magistrado del Supremo que re¨²na los requisitos para ser presidente de sala. El hecho de que se tratara de un vocal hab¨ªa sido recibido con inquietud, dado que los vocales son nombrados por los grupos parlamentarios y muchos magistrados no ve¨ªan con buenos ojos que un cargo con tanto poder en el tribunal fuera elegido pol¨ªticamente.

Por otro lado, su permanencia en el cargo se dejaba en manos del presidente del Consejo y del Supremo, que pod¨ªa destituirlo en cualquier momento, algo que tambi¨¦n caus¨® malestar. Pero este punto ha sido eliminado por el PP. Seg¨²n el nuevo texto, el vicepresidente podr¨¢ ahora ¡°ser cesado por el pleno del Consejo por causa justificada, con el voto favorable de tres quintos de los miembros del pleno¡±.

Se han ¡°reordenado¡± tambi¨¦n las funciones de este cargo. De acuerdo con las enmiendas del PP, podr¨¢ ejercer ¡°la superior direcci¨®n del gabinete t¨¦cnico¡±; ser¨¢ ¡°miembro nato¡± de la Sala de Gobierno; y podr¨¢ actuar como presidente en funciones del Consejo en caso de cese del presidente. Se han eliminado algunas competencias, como la presidencia del tribunal de conflictos de jurisdicci¨®n entre los juzgados y la Administraci¨®n, de la sala de conflictos de jurisdicci¨®n entre los juzgados ordinarios y los ¨®rganos judiciales militares y de la sala de conflictos de competencia entre juzgados y tribunales de distinto orden jurisdiccional. Esta cuesti¨®n, que podr¨ªa incluir decisiones sobre qui¨¦n debe juzgar un caso determinado, preocup¨® a los magistrados por la posible intervenci¨®n pol¨ªtica en asuntos jurisdiccionales.

M¨¢s all¨¢ del Supremo, y sobre el resto de los temas, hay pocos cambios significativos. El PP a?ade una disposici¨®n transitoria sobre el procedimiento de renovaci¨®n del Consejo para asegurarse de que la pr¨®xima renovaci¨®n, despu¨¦s del verano, se lleva a cabo ya con arreglo a las nuevas normas establecidas por el Gobierno. Deja claro que el procedimiento se iniciar¨¢ ¡°al d¨ªa siguiente de la entrada en vigor de esta ley, y sin que resulte de aplicaci¨®n el plazo de cuatro meses de antelaci¨®n en ¨¦l previsto¡±. Una vez que est¨¦n disponibles todas las candidaturas, las C¨¢maras dispondr¨¢n de un mes para designar a los vocales. El final del texto deja claras las nuevas reglas del juego que desea el PP: ¡°Queda sin efecto cualquier actuaci¨®n que hubiese podido realizarse con arreglo a la normativa derogada por la presente ley encaminada a la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial¡±.