¡°No es aceptable que la familia real tenga una mayor protecci¨®n del honor¡±
Cuatro magistrados de la Audiencia Nacional critican una condena por injurias a la Corona Amadeo Mart¨ªnez, militar retirado, llam¨® "borrachos, descerebrados" a los Borbones
Cuatro magistrados de la Audiencia Nacional ¡ªFernando Grande-Marlaska, Jos¨¦ Ricardo de Prada, Ram¨®n S¨¢ez Valc¨¢rcel y Guillermo Ruiz Polanco¡ª han hecho un voto particular contra la sentencia por la que Amadeo Mart¨ªnez Ingl¨¦s, militar retirado, fue condenado a pagar una multa de 6.480 euros por un delito de injurias graves a la Corona. Los cuatro jueces discrepantes consideran que ¡°no puede aceptarse una mayor protecci¨®n penal del honor de los miembros de la Casa Real (...) Cuanto m¨¢s arriba en la pir¨¢mide de poder, mayor sometimiento al control, al escrutinio y a la cr¨ªtica p¨²blica¡±, aseguran.
Mart¨ªnez fue condenado por un art¨ªculo en el diario digital Canarias-Semanal y titulado ?Por qu¨¦ te callas ahora? en el que criticaba la actuaci¨®n del Rey en el caso N¨®os y se refer¨ªa al Monarca como ¡°¨²ltimo representante en Espa?a de la banda de borrachos, puteros, idiotas, descerebrados, cabrones, ninf¨®manas, vagos y maleantes¡±.
Los cuatro magistrados consideran que dicho art¨ªculo ¡°estaba amparado por el ejercicio del derecho a la libre expresi¨®n¡± y advierten: ¡°La condena penal disuade la cr¨ªtica y el cuestionamiento de la forma de Gobierno en detrimento del inter¨¦s p¨²blico que demanda una opini¨®n plural, informada y formada¡±. ¡°La pol¨ªtica en democracia significa un cuestionamiento permanente de la legitimidad de ejercicio de los poderes instituidos¡±.
Los jueces se apoyan en dos sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. La primera, del caso Colombani contra Francia (2002) estableci¨® que ¡°los delitos de injurias no pueden convertirse en un privilegio exorbitante que sustraiga al jefe del Estado de la cr¨ªtica p¨²blica¡±. Y la segunda, del caso Otegi contra Espa?a (2011), que ¡°la neutralidad y condici¨®n de ¨¢rbitro [del Rey]¡± no le ponen ¡°a resguardo de la cr¨ªtica en tanto representante del Estado, especialmente frente a quienes cuestionan la forma mon¨¢rquica¡±.
La conducta de Mart¨ªnez, a?aden, ¡°soporta una disidencia pol¨ªtica, por lo que su sanci¨®n penal cuestiona la vigencia de derechos fundamentales como la libertad ideol¨®gica y la libertad de expresar opiniones¡±.
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