Karim, el ojeador de suicidas

Karim Abdesalam Mohamed, de 39 a?os, el ojeador de suicidas para Siria estaba en el punto de mira de todos los servicios de inteligencia, hab¨ªa sido detenido varias veces, pero actuaba sin recato. El pasado mes de marzo se present¨® envuelto en su t¨²nica en la mezquita Badr de Ceuta y advirti¨® a los fieles que si el im¨¢n no cambiaba su discurso el templo quedar¨ªa precintado. Karim, acompa?ado por varios ac¨®litos, cerr¨® las puertas y prohibi¨® que nadie volviera al rezo hasta que se cumplieran sus ¨®rdenes. D¨ªas despu¨¦s el im¨¢n marroqu¨ª sufri¨® una brutal paliza.

El pasado d¨ªa 21, Karim?volvi¨® a caer por tercera vez. La primera fue en la Operaci¨®n Duna instruida por el juez Baltasar Garz¨®n en 2006 de la que sali¨® absuelto; la segunda, un a?o despu¨¦s, al apedrear un coche de la Guardia Civil que pis¨® el territorio prohibido de El Pr¨ªncipe, el barrio m¨¢s deprimido de Ceuta en el que se levantan miles de casas ilegales, residen 12.000 personas y donde Karim y sus ac¨®litos se mueven como pez en el agua. La tercera ca¨ªda¡ª su reciente detenci¨®n junto a otras siete personas ¡ªes la m¨¢s grave. Se le acusa de ser el ojeador de una docena de j¨®venes yihadistas que viajaron a Siria y a los que este tipo flaco y barbudo condujo a la muerte.

¡°Tu marido ha muerto¡±. Las viudas y familiares del taxista Rachid Wahbi, de 33 a?os, casado y padre de dos ni?os de cuatro y seis a?os, de Mustaf¨¢ Mohamed Layachi, Piti, de 30, y de Mustaf¨¢ Mohamed, Tafo, de 24, recibieron la noticia de sus suicidios de boca de Karim. ?l fue quien comunic¨® a Sanaa, de 25 a?os, la esposa de Rachid, que su marido hab¨ªa fallecido en Siria. Y le inform¨® de cual era su ¡°testamento vital¡±, un v¨ªdeo en el que el conductor del taxi n¨²mero 44 de Ceuta, un viejo Mercedes blanco, aparece hablando a la c¨¢mara con uniforme militar y lanz¨¢ndose al volante de un cami¨®n bomba contra un cuartel militar. El atentado provoc¨® la muerte de 130 personas.

Karim est¨¢ casado, no tiene hijos y vive en una casa de 216 metros cuadrados en el barrio de El Pr¨ªncipe, el mismo en el que resid¨ªan la mayor¨ªa de los j¨®venes captados por la red de Al Qaeda hispano-marroqu¨ª desarticulada, que ha encontrado en sus calles un vivero para alimentar la llama de la yihad. El mismo barrio de empinadas cuestas en el que naci¨® y reside Ahmed Abderraman, el talib¨¢n ceut¨ª capturado en Afganist¨¢n y expreso en Guant¨¢namo.

El rosario de detenciones de este ojeador y aficionado a la cr¨ªa de pollos ¡ªla ¨²nica actividad que se le conoce a sus 39 a?os¡ª le convirti¨® en ¡°un referente de la yihad¡± en Ceuta, ciudad de unos 80.000 habitantes, seg¨²n lo ha definido el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, que lo envi¨® a prisi¨®n junto a otros siete de sus fieles. Para los investigadores es el dirigente del grupo.

Marcos Garc¨ªa Montes, el abogado que ha defendido a Karim asegura que es especial, bohemio y espiritual, un hombre sosegado y tranquilo, pero los agentes del CNI, polic¨ªas y guardias civiles que lo han observado durante a?os parecen haber visto a una persona diferente, al barbudo que en marzo acudi¨® a precintar la mezquita ornamental Badr, en Las Caracolas, y amenaz¨® a los fieles. En el banquillo de procesados de la Audiencia Nacional, en el que se sent¨® junto a dos hermanos del talib¨¢n ceut¨ª acusado de proyectar atentados en Ceuta, tambi¨¦n tuvo una actitud distinta. Todos fueron absueltos porque el tribunal entendi¨® que no se pueden condenar las ideas y que no se acredit¨® que fueran a atacar. ¡°Se le ve¨ªa muy radical, la forma de expresarse, sus gestos. Me pareci¨® el m¨¢s peligroso de todos. Pens¨¦ que pronto lo volver¨ªamos a ver por aqu¨ª¡±, recuerda uno de los miembros del tribunal.

Entonces, Karim era miembro de un grupo que se hac¨ªa llamar El Ej¨¦rcito del Mes¨ªas? y cuya base era la mezquita Darkawia, un peque?o templo en el coraz¨®n de El Pr¨ªncipe. All¨ª rezaban los tres j¨®venes suicidas que murieron luchando contra las tropas de Bachar el Asad. Quer¨ªan ¡°liberar¡± Ceuta y Melilla para atender al ruego que en 2008 hizo Ayman al Zawahiri, el actual emir de Al Qaeda. El testigo protegido que hab¨ªa presentado pruebas contra ellos dio plant¨®n al tribunal y se refugi¨® en Marruecos. ¡°Cuando fueron absueltos regres¨®¡±, afirma Carlos Bautista, el fiscal del caso.

A Karim sus fieles reclutas le llaman Marquitos.? Se reun¨ªa con ellos en las playas de Ceuta, recolectaban dinero para los viajes, compraban los billetes de avi¨®n, explicaba las rutas para llegar hasta Turqu¨ªa e informaba a las familias de su paradero. Su escudero Abdelkrim Chaib, Chatarra, vigilante jurado en la c¨¢rcel de Ceuta y compa?ero de banquillo en la Audiencia Nacional, le ayudaba en sus tareas.

El ojeador exhibi¨® a j¨®venes de El Pr¨ªncipe el v¨ªdeo del taxista Rachid con un rifle Kalasnikov en la mano, lanzando soflamas sobre la yihad y sonriendo antes de morir. Varios aguardaban para viajar a Siria y emularle. Otros so?aban con ir, regresar y hacer la yihad en casa.