¡®El correo¡¯ llev¨® la muerte a seis municipios de ?vila y uno de Madrid
Los vecinos se vuelcan en los funerales de siete de las nueve v¨ªctimas del accidente de autob¨²s Seg¨²n el parte m¨¦dico, las v¨ªctimas evolucionan favorablemente El conductor: ¡°Si pudiera, me cambiar¨ªa por uno de ellos¡±
Despu¨¦s de haberse recogido en luto toda la ma?ana, los 252 habitantes de Villanueva de ?vila, una peque?a localidad a 60 kil¨®metros al sur de la capital abulense, se echaron ayer por la tarde a la calle para acudir en masa a la misa funeral de Mart¨ªn Garrido Jim¨¦nez, de 60 a?os, y de su hija Beatriz, de 33, que viajaban en el autob¨²s siniestrado el lunes cerca de Tornadizos. ¡°Hay un hormiguero de gente que va hacia el funeral y el tanatorio¡±, contaba Francisco Mu?oz V¨¢zquez, due?o del bar Las Escuelas de esa localidad, al que Garrido sol¨ªa acercarse cuando volv¨ªa al pueblo los fines de semana.
Identidades de las v¨ªctimas
Berta Erica Collao Zamora- Nacida el 16 de septiembre 1948. Vecina de Navatalgordo (?vila)
Jorge Luis Allende Collao- Nacido el 8 de marzo 1966. Vecino de Navatalgordo (?vila)
Antonio Rafael Albarran Olmos- Nacido el 13 de enero de 1934. Vecino de Arganda del Rey (Madrid)
Consuelo Perez Ocampo- Nacida el 1 julio 1943. Vecina de Navaluenga (?vila)
Mart¨ªn Garrido Jimenez- Nacido el 3 enero 1953. Vecino de ?vila
Beatriz Garrido Altolaguirre- Nacida el 19 de octubre 1979. Vecina de ?vila
Juan Gonz¨¢lez Herranz- Nacido el 27 de mayo 1936. Vecino de Navalosa (?vila)
Gerardo Yusta Yuste- Nacido el 24 de septiembre 1935. Vecino de San Juan de la Nava (?vila)
Beatriz P¨¦rez Rodr¨ªguez- Nacida el 27 de septiembre 1967. Vecina de Navaredondilla (?vila)
La conmoci¨®n de Villanueva de ?vila se repiti¨® en otros municipios abulenses que, con pocos centenares de habitantes, vivieron con dolor los entierros de los vecinos fallecidos en el accidente de un transporte que todos usan con regularidad.
San Juan de la Nava fue el primero en enterrar a su v¨ªctima, Gerardo Yusta Yuste, de 78 a?os. La campana de la iglesia anunciaba la una de la tarde cuando inici¨® el funeral la calurosa jornada del martes. A pocos metros, Victorino Hern¨¢ndez se arreglaba el jersey mientras se acomodaba en un muro de baja altura. "Mientras menos ropa se tiene, m¨¢s calor se pasa", aseguraba con una sonrisa.? Sus 90 a?os y una cojera no le permit¨ªan seguir el corto recorrido que va de la iglesia al cementerio, as¨ª que le dio el ¨²ltimo adi¨®s a su antiguo compa?ero de pastoreo desde la puerta de su casa. ¡°Su vida, desde que naci¨®, fue la de pastor, porque su padre padec¨ªa de fatiga¡±, recordaba Hern¨¢ndez, quien coincidi¨® tantas veces con Yusta cuidando ovejas en las monta?as cuando era joven.
Yusta no se cas¨® ni tuvo hijos. Fueron sus cuatro hermanos los que recibieron el martes las condolencias. En la entrada de la parroquia, un mar de cabelleras blancas rodeaba a una de sus hermanas. A sus 78 a?os, ¡°Gerardo disfrutaba de su jubilaci¨®n¡±, seg¨²n un grupo de amigos. Fue uno de los tantos j¨®venes aventureros del pueblo que, en la d¨¦cada de los 70, decidi¨® dejar de pastar sus ovejas y buscarse la vida en Alemania. Trabaj¨® all¨ª como jardinero hasta que lleg¨® la hora de retirarse y volver a Espa?a. La ma?ana del martes cogi¨® ¡°el correo¡±, como le dicen en San Juan de la Nava al autob¨²s que lo conecta con ?vila, para ir a una agencia de la capital a planear sus vacaciones. Una vecina que lo vio en la parada se ofreci¨® a llevarlo en su coche pero ¨¦l le dijo que no, porque hab¨ªa quedado con un amigo que subir¨ªa al autob¨²s en El Barraco, una de las siguientes paradas.
Navarredondilla, Navaluenga, Villanueva de ?vila, Arganda del Rey (Madrid) y la capital abulense vivieron situaciones similares.
Tanto Mart¨ªn Garrido como su hija, Beatriz, que subieron al autob¨²s tres paradas antes que Gerardo Yusta, viv¨ªan en la capital de la provincia, pero ten¨ªan una segunda residencia en Villanueva de ?vila, el pueblo de su familia.
Dos chilenos en Navatalgordo
Berta Erica Collado, de 64 a?os, y su hijo Jorge Luis Allende, de 47, eran chilenos y viv¨ªan en Navatalgordo, un pueblo de 255 habitantes de la sierra de Gredos, conocido por su huerta. Collado viv¨ªa con una anciana de 95 a?os, a la que cuidaba. "La ten¨ªamos d¨ªa y noche y no le importaba no librar", cuenta la nuera de la mujer, "era muy trabajadora y hablaba mucho de su pa¨ªs, de lo bonito que era...".
La familia lleg¨® a Espa?a hace m¨¢s de cinco a?os. El hijo de Collado, Jorge Luis, no ten¨ªa trabajo y viv¨ªa en Navatalgordo desde febrero de este a?o. Su hermana, de entorno a 30 a?os vive en ?vila y est¨¢ casada con otro chileno, seg¨²n la familia que contrat¨® a su madre.
La familia Cuenca contrat¨® a Erica Collado hace algo m¨¢s de un a?o a trav¨¦s de la Cruz Roja. "Creo que desde que lleg¨® a Espa?a trabaj¨® cuidando a ancianos. Era muy cari?osa y lo hac¨ªa muy bien", cuenta la esposa de Juan Cuenca, el ¨²nico de los cinco hijos de la anciana que sigue viviendo en el pueblo: "Ahora no s¨¦ qu¨¦ haremos. Tendremos que buscar a otra, pero no nos vamos a adaptar a ninguna. ?Ha sido un palo que no te puedes hacer a la idea!"
Collado cogi¨® el autob¨²s para acompa?ar a Allende a una revisi¨®n m¨¦dica en? ?vila y los dos murieron en el accidente. Sus cuerpos ser¨¢n repatriados a Chile, seg¨²n el Ayuntamiento de la localidad.
El nieto de la anciana ha explicado que el autob¨²s de l¨ªnea es el transporte que utilizan "todos los que no tienen coche para ir a la capital: los chavales y las personas mayores del pueblo". Los vecinos no ten¨ªan mucha relaci¨®n con los dos inmigrantes ¨C"les gustaba mucho estar en casa", asegura la familia¨C, pero el accidente del autob¨²s les ha impactado porque muchos lo usan a diario.
Garrido estaba jubilado y su esposa y ¨¦l hab¨ªan tenido solo una hija, Bea, como la conoc¨ªan sus paisanos, que padec¨ªa s¨ªndrome de Down. Una corona de flores rosas adornaba el coche f¨²nebre de la joven y otra roja, el del padre. ¡°La familia est¨¢ muy mal. Los acabo de ver porque han estado aqu¨ª tomando caf¨¦ antes de subir a la iglesia y est¨¢n muy afectados porque no es una muerte natural. Si estamos todo el pueblo conmocionado, imag¨ªnate sus familiares¡±, contaba Mu?oz V¨¢zquez, propietario del bar y amigo del fallecido. Este conoc¨ªa a Garrido desde que eran muy j¨®venes, ¡°cuando part¨ªamos la pana, a los 18 o 19 a?os¡±. Trabajaron juntos en una f¨¢brica de m¨¢rmol y granito cerca de San Sebasti¨¢n, pero desde hace a?os le serv¨ªa los caf¨¦s.
Miembros de la Asociaci¨®n S¨ªndrome de Down de ?vila, a la que pertenec¨ªa Bea, se acercaron al funeral a despedirla. Otras dos personas de la organizaci¨®n estuvieron en el accidente. Una de ellas result¨® ilesa, pero un muchacho, vecino de San Juan de la Nava, se encontraba ayer a¨²n ingresado en la planta de traumatolog¨ªa del Hospital Nuestra Se?ora de Sonsoles, en ?vila.
Los restos de Berta Erica Collao, de 64 a?os, y su hijo Jorge Luis Allende, de 47, ambos chilenos y residentes en Navatalgordo ser¨¢n repatriados a su pa¨ªs en los pr¨®ximos d¨ªas.
Ambos inmigrantes viv¨ªan en Navatalgordo, un pueblo de 255 habitantes de la sierra de Gredos, conocido por su buena huerta. Collao se hac¨ªa cargo de una anciana de 95 a?os. ¡°La ten¨ªamos d¨ªa y noche y no le importaba no librar. Era muy trabajadora y hablaba mucho de su pa¨ªs, de lo bonito que era...¡±, declaraba la nuera de la mujer. "Solo usaba el autob¨²s una vez al mes", lamentaba Juan Manuel Cuenca, el hijo de la anciana a la que Collao cuidaba. La familia lleg¨® a Espa?a hace m¨¢s de cinco a?os. El hijo de Collao, el fallecido Jorge Luis, no ten¨ªa trabajo y se hab¨ªa instalado en Navatalgordo en febrero. El pasado lunes cogi¨® el autob¨²s con su madre, que le acompa?aba a una revisi¨®n m¨¦dica en la capital.
La familia contrat¨® a Berta Erica Collao en agosto del a?o pasado a trav¨¦s de la Cruz Roja. ¡°Creo que desde que lleg¨® a Espa?a trabaj¨® cuidando a ancianos. Era muy cari?osa y lo hac¨ªa muy bien¡±, cuenta la esposa de Cuenca, el ¨²nico de los cinco hijos de la nonagenaria que sigue viviendo en el pueblo: ¡°Ahora no s¨¦ qu¨¦ haremos. Tendremos que buscar a otra persona, pero no nos vamos a adaptar a ninguna. ?Ha sido un palo que no te puedes hacer a la idea!¡±
Cinco de los 22 heridos en el siniestro ocurrido cerca de Tornadizos segu¨ªan internados en estado grave pero estables en el hospital Nuestra Se?ora de Sonsoles de ?vila, a ¨²ltima hora de la tarde de ayer. La ni?a de siete a?os y la mujer de 76 hospitalizadas en Salamanca ¡°evolucionaban favorablemente¡±, seg¨²n los partes m¨¦dicos.
Carlos Cayuela, alcalde de Serranillos de ?vila, la localidad desde la que parti¨® el autob¨²s y donde reside el conductor del mismo, declar¨® ayer a EL PA?S que el ch¨®fer, R. G. S., de 54 a?os, est¨¢ destrozado. ¡°Si pudiera, me cambiar¨ªa por uno de ellos¡±, le dijo por tel¨¦fono en la noche del accidente en referencia a las v¨ªctimas.
R. G. S., que lleva m¨¢s de dos a?os realizando el mismo trayecto, seg¨²n el alcalde, est¨¢ acusado de homicidio y lesiones por imprudencia tras declarar a la Guardia Civil el lunes que ¡°dio una cabezada al volante¡±. Pero ayer se desdijo ante la juez y asegur¨® que hab¨ªa sentido un golpe en la parte trasera del veh¨ªculo y que perdi¨® el control. Ahora, ¡°solo se quiere morir¡±, seg¨²n relata el regidor.
El autob¨²s sali¨® con dos personas de Serranillos a las siete y cuarto de la ma?ana. Simona, una joven residente en ?vila que se hab¨ªa desplazado al pueblo el d¨ªa anterior para hacer una entrevista de trabajo, era una de ellas. Es una de las ingresadas en el hospital Nuestra Se?ora de Sonsoles.
¡°El autob¨²s lo cogen mucho los mayores y quienes no tienen carn¨¦¡±, explic¨® el alcalde de San Juan de la Nava, Carlos D¨ªaz. Otros dos vecinos de su localidad resultaron heridos: una joven que ya ha sido dada de alta y un chico que hasta ayer por la tarde permanec¨ªa ingresado.
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