B¨¢rcenas expone nuevos delitos e infracciones que tiene que probar

Las revelaciones de Luis B¨¢rcenas ante el juez Pablo Ruz describen infracciones administrativas (vulneraci¨®n de la ley de Incompatibilidades, de la ley de Financiaci¨®n de Partidos Pol¨ªticos, cobro de sobresueldos no declarados o incompatibles con el cargo...). Y, adem¨¢s, apuntan a la comisi¨®n de al menos cuatro delitos: cohecho, contra la Hacienda p¨²blica (que de confirmarse absorber¨ªa otro delito contable derivado de la tenencia de una caja b en el partido), delito electoral y otro tr¨¢fico de influencias. Pero, jur¨ªdicamente, no basta con decir que se han cometido tales delitos o infracciones. Ni tampoco una anotaci¨®n sin contraste en un papel. Los investigadores analizar¨¢n primero que no est¨¦n prescritos y luego si est¨¢n acreditados. Y, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, las nuevas aportaciones obligan a ampliar las pesquisas, si bien, de momento, no suponen una variaci¨®n sustancial de la causa ya en marcha.

En las diligencias de los papeles de B¨¢rcenas b¨¢sicamente se estaban investigando dos delitos: el de cohecho (dar dinero al partido a cambio de obras p¨²blicas) y el fiscal (la recepci¨®n en el PP en los ¨²ltimos 20 a?os de 7,5 millones de euros en donaciones an¨®nimas e ilegales que, por un lado, no estar¨ªan declaradas al fisco y, por otro, fueron parcialmente usadas para pagar sobresueldos a los principales dirigente que ha tenido el partido en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas (Mariano Rajoy, Dolores de Cospedal, Javier Arenas, Jaime Mayor Oreja, Rodrigo Rato¡­). Sobresueldos que, supuestamente, tampoco fueron declarados por sus perceptores.

El extesorero se cuid¨® mucho de involucrarse en los nuevos delitos

El nuevo abanico delictivo desplegado por B¨¢rcenas es, si se confirmase, amplio y grave. Pero en contra tiene la prescripci¨®n y la necesidad de acreditarlo. No basta un papel con una anotaci¨®n ni el mero testimonio de B¨¢rcenas. El extesorero afirm¨® ayer que la contabilidad opaca del PP que public¨® EL PA?S hace cinco meses es ¡°aut¨¦ntica¡±. Esto, dicho por alguien que resulta ser el tesorero y que se reconoce su autor material de la caja b, supone un plus inicial de veracidad. ¡°No es cierto lo que dije en declaraciones anteriores¡±. As¨ª inici¨® B¨¢rcenas su declaraci¨®n ante el juez y los 18 abogados que asistieron a su esperado interrogatorio. Pero a pesar de su acto de contrici¨®n, su credibilidad est¨¢ por los suelos. Ha mentido reiteradas veces a los largo del proceso.

Su declaraci¨®n de ayer, en la que aport¨® los documentos originales de la caja b del PP, tampoco es ninguna garant¨ªa de que prosperen los delitos que enumer¨®. Ni, a juzgar por lo que ha trascendido, es determinante como para que var¨ªe sustancialmente las l¨ªneas de investigaci¨®n judicial, centradas hasta ahora en el delito fiscal y en el de cohecho.

La declaraci¨®n de B¨¢rcenas parte de poca credibilidad por sus mentiras

Los investigadores judiciales indagan delitos, y no van a entrar de lleno en si el PP obtuvo donaciones ilegales, ni en si los perceptores de los sobresueldos violaron la ley de Incompatibilidades al haber compatibilizado esos abonos con sus sueldos de ministros del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, ni tampoco en si las donaciones excedieron el l¨ªmite de 60.000 euros m¨¢ximo por donaci¨®n, persona y a?o que hasta 2007 establec¨ªa la ley de Financiacion de Partidos Pol¨ªticos. Todo eso son infracciones administrativas, pero no delitos.

De los papeles de B¨¢rcenas se desprenden indiciariamente delitos fiscales y de cohecho. Pero el juez se ha encontrado con que, salvo los ejercicios fiscales de 2007 y 2008, los anteriores estar¨ªan prescritos. Los pagos de los empesarios al partido, los que incumpl¨ªan la ley (los superiores a los 60.000 euros) los est¨¢ analizando Ruz desde una vertiente tributaria penal. Su objetivo es determinar si la suma total de aportaciones (en un solo ejercicio) alcanza la cuota tributaria de los 120.000 euros (delito fiscal). Por eso B¨¢rcenas dej¨® ayer los papeles de su caja b a un lado y avanz¨® hasta los a?os 2009 y 2010. Declar¨® que en esos dos a?os dio un total de 50.000 euros a Mariano Rajoy y 45.000 a Dolores de Cospedal. No han transcurrido cinco a?os y, por tanto, tales ejercicios no est¨¢n prescritos. No obstante, la recepci¨®n de ese dinero, aunque fuese cierta, no constituye delito fiscal. Para que lo hubiera, es necesario que en un mismo a?o Rajoy y Cospedal hubieran percibido y no declarado algo m¨¢s de 250.000 euros cada uno (cantidad que s¨ª alcanzar¨ªa la cuota penal tributaria de los 120.000 euros). De ser ciertas tales entregas (que los supuestos perceptores niegan, al margen de que no hay por ahora ning¨²n recib¨ª que las demuestre), el fisco puede abrir a Rajoy y Cospedal un expediente por fraude y exigirles las oportunas multas. Pero no es delito fiscal. Lo mismo sucede con los dem¨¢s sobresueldos que aparecen en los papeles de B¨¢rcenas. Ninguno de los supuestos perceptores se acercan a la cuota de los 120.00 euros.

La investigaci¨®n est¨¢ centrada ahora en delitos fiscales y de cohecho

Consciente, pues, de la prescripci¨®n que ronda sobre la mayor¨ªa de las anotaciones de sus papeles, B¨¢rcenas apunt¨® ayer a hechos m¨¢s recientes. E introdujo ante Ruz un delito electoral, que conlleva penas de inhabilitaci¨®n para ejercer cargos p¨²blicos. En ese delito implic¨® a Rajoy al decir que el empresario Juan Miguel Villar Mir (del grupo OHL) entreg¨® 300.000 euros al partido durante la pasada campa?a electoral, la que llev¨® a Rajoy en 2011 a La Moncloa. Asegura que Rajoy fue informado de esa entrega y que coment¨® que se diese ese dinero a Jos¨¦ Manuel Romay Beccar¨ªa, entonces el tesorero. Villar Mir y Rajoy lo niegan. Est¨¢ prohibido recibir donaciones en campa?a electoral. El expresidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero anunci¨® la convocatoria de las elecciones para el 20 de noviembre de 2011 el 29 de julio de ese a?o. La supuesta entrega de Villar Mir se produjo en septiembre, pero a¨²n no en campa?a.

La palabra de B¨¢rcenas, sin m¨¢s pruebas, tampoco valdr¨ªa ni compromete a Rajoy desde una perspectiva penal.

Los investigadores exigen determinar qui¨¦n paga y a cambio de qu¨¦ obra

El extesorero confirm¨® tambi¨¦n que en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas el PP ha dispuesto de una contabilidad b y que durante este tiempo el partido se ha financiado ilegalmente con donaciones al margen de la ley y procedentes de empresarios que recib¨ªan a cambio contratas p¨²blicas. El gerente y luego extesorero del PP entre 1990 y 2008, preso en la c¨¢rcel de Soto, descarg¨® la responsabilidad contable en su antecesor en el cargo, ?lvaro Lapuerta. ?l era, dijo, quien llamaba a los cargos del PP para que atendieran a los donantes del partido interesados en determinadas obras p¨²blicas. Tambi¨¦n aqu¨ª es su palabra contra la de Lapuerta. B¨¢rcenas se cuid¨® muy mucho de erigirse en protagonista de las operaciones fraudulentas que denunci¨® para no aumentar sus problemas judiciales. No obstante, en su af¨¢n por inculpar a Cospedal, desvel¨® su propia mediaci¨®n en una operaci¨®n que, seg¨²n ¨¦l, propici¨® Cospedal, y que supuso una aportaci¨®n al partido de 200.000 euros por parte del empresario Luis del Rivero, de la constructora Sacyr, a cambio de una contrata del Ayuntamiento de Toledo. B¨¢rcenas se?al¨® que dispone de un recib¨ª de esa suma de dinero y sit¨²a a Cospedal como la ide¨®loga de la operaci¨®n. Cospedal lo neg¨®. Si B¨¢rcenas dispone de un recib¨ª solo indicar¨ªa que se ha producido una entrega de dinero al PP, pero no que fuese a cambio de una obra. Y los investigadores, para delimitar el cohecho, exigen detalles muy concretos de qui¨¦n paga, qui¨¦n media y de la obra objeto del canje.