Por qu¨¦ Mart¨ªn-Artajo, acusado del ¡®pufo¡¯ de JP Morgan, se entreg¨® en Madrid
El Grupo de Localizaci¨®n de Fugitivos 'convenci¨®' a la familia para que se entregara Est¨¢ considerado uno de los art¨ªfices de la ocultaci¨®n de un agujero millonario a JP Morgan
La inspectora se lo dej¨® claro a la familia de Javier Mart¨ªn-Artajo, el espa?ol al que Estados Unidos acusa de haber ocultado un agujero de 6.000 millones de d¨®lares (unos 4.600 millones de euros) en el banco JP Morgan Chase: "Si no lo encontramos ahora, lo vamos a encontrar en otro momento; nosotros nos dedicamos a esto. D¨ªgale que es mejor para ¨¦l que lo detengamos aqu¨ª en Madrid y no por ah¨ª. Tiene 24 horas". La responsable del Grupo de Localizaci¨®n de Fugitivos Internacionales de la Comisar¨ªa General de Polic¨ªa Judicial sab¨ªa que trataba con una familia bien, que buscaba a un hombre culto y educado, que no quer¨ªa esc¨¢ndalos en un caso ya de por s¨ª escandaloso y de repercusi¨®n mundial. Lo ten¨ªa ya centrado. Y llegaron a un acuerdo. A las nueve de la ma?ana, Mart¨ªn-Artajo, bien vestido, cruzaba junto a su abogado los controles de la central policial de Canillas, en Madrid, para entregarse y ser detenido. "Hab¨ªa entendido las ventajas", ironizaba minutos despu¨¦s la inspectora. Ya est¨¢ libre de nuevo tras sentarse ante el juez Santiago Pedraz y negarse a ser extraditado.
Los 11 miembros del Grupo de Localizaci¨®n de Fugitivos Internacionales de la Polic¨ªa Judicial, avezados en encontrar y detener a delincuentes buscados de todo el mundo, sab¨ªan desde el minuto uno que el caso de Mart¨ªn-Artajo les iba a caer encima. Lo sab¨ªan desde que vieron la?red notice de Interpol, la nota roja u orden de detenci¨®n internacional para extradici¨®n de m¨¢ximo nivel. Y estaban seguros de que antes o despu¨¦s Mart¨ªn-Artajo acabar¨ªa apareciendo por Espa?a. Estados Unidos hab¨ªa cursado inicialmente la orden de detenci¨®n al Reino Unido, donde Mart¨ªn-Artajo cometi¨® el supuesto delito. Un alerta roja de ese tipo en todos los terminales policiales de los 190 pa¨ªses miembros de Interpol. Y en todas las comisar¨ªa espa?olas. "Es un caso con mucha trascendencia, que ha tenido mucha repercusi¨®n internacional".
Mart¨ªn-Artajo, de 49 a?os y exsupervisor de la estrategia de inversiones de la oficina de JPMorgan en Londres, est¨¢ acusado formalmente por la Fiscal¨ªa Federal de Estados Unidos junto con el franc¨¦s Julien Grout ,un operador de 35 a?os- de fraude, falsificaci¨®n de documentos bancarios y contribuci¨®n a documentos oficiales falsos. Una ballena, en el argot de los casos financieros.
El esc¨¢ndalo estall¨® en 2012, cuando Jamie Dimon, el consejero delegado de la entidad bancaria, se vio forzado a admitir en p¨²blico el desfase de cuentas. Javier Mart¨ªn-Artajo era director gerente de la empresa, con sede en Reino Unido. ?l y Grout eran dos de los responsables de gestionar la cartera sint¨¦tica (s¨ª, se llama as¨ª) que invirti¨® en deuda europea en el momento m¨¢s ¨¢lgido de la crisis. Entre marzo y mayo de 2012, Artajo y Grout presuntamente manipularon e inflaron el valor de posiciones de la cartera de cr¨¦ditos sint¨¦ticos de su empresa con el fin de lograr objetivos espec¨ªficos de p¨¦rdidas y ganancias diarios y a fin de mes. La justicia de EE UU lo apunt¨® con el dedo como uno de los responsables del principio de la gran crisis.
Mart¨ªn-Artajo empez¨® a trabajar para el banco hace ya seis a?os. Antes lo hizo para la alemana Allianz y en la unidad de mercados emergentes del extinto Lehman Brothers. Su jefe inmediato es el griego Achilles Macris, fichado en 2006 como m¨¢ximo ejecutivo de esa unidad. Para que JP Morgan Chase fuera competitivo a escala global, necesitaba reforzar su divisi¨®n de banca de inversi¨®n. Al frente de ella, en Nueva York, estaba Ina Crew, una de las mujeres m¨¢s poderosas de Wall Street, que present¨® su renuncia tras el esc¨¢ndalo. La entidad reconoci¨® p¨¦rdidas de 2.000 millones de d¨®lares en mes y medio en la cartera de 100.000 millones repleta de derivados bajo su gesti¨®n.
El banquero viv¨ªa cerca de Oxford, en Chipping Norton, a hora y media en coche de Londres por la A-44, a casi dos de la estaci¨®n ferroviaria de Paddington. Una mansi¨®n para ¨¦l y su mujer, a quien la polic¨ªa sit¨²a en este momento en el Reino Unido. Licenciado en Columbia, no responde en absoluto al perfil medio del delincuente que suelen buscar los agentes del Grupo de Localizaci¨®n de Fugitivos. "Es gente con estatus; al verlo entrar en nuestras oficinas lo tuvimos m¨¢s claro", comenta la inspectora que se acerc¨® a la familia. Alberto Mart¨ªn-Artajo, t¨ªo abuelo del broker, fue ministro de Asuntos Exteriores desde 1945 a 1957 y con ¨¦l se realizaron los primeros acuerdos con Estados Unidos y se firm¨® el Concordato con la Santa Sede, ambas cosas en 1953.
Y la inspectora actu¨® en consecuencia. Con tacto, pero con claridad y contundencia. Dejando claro que la propuesta que hac¨ªan era lo mejor para todos. "Yo fui clara. Le dije: 'Si no le encontramos ahora le vamos a encontrar en otro momento. Si le detienen en una frontera o en un pa¨ªs extranjero va a ser todav¨ªa peor". Lo que pod¨ªa pasar era esto: si lo deten¨ªan en un control en M¨¢laga, por ejemplo, ir¨ªa detenido, en un furg¨®n celular, ante un juez de guardia que seguramente le mandar¨ªa a la c¨¢rcel y luego ya se ver¨ªa cu¨¢nto tiempo iba a pasar as¨ª hasta que el asunto acabara escalando ante la Audiencia Nacional. O pod¨ªa pasar que fuera detenido llegando a Londres, o Lisboa, con lo cual la c¨¢rcel y el esc¨¢ndalo estaban asegurados.
Le explicaron "al entorno" del financiero buscado que si se presentaba en Madrid para ser detenido en unas horas se hac¨ªa el atestado, se le conduc¨ªa de la misma a la Audiencia Nacional y, siendo espa?ol y con arraigo, lo m¨¢s seguro es que el juez lo dejara libre, con alguna cautela. Y as¨ª ha sido.
Javier Mart¨ªn-Artajo cruz¨® los controles del complejo policial de Canillas sin contratiempos. Le estaban esperando. Iba vestido con pantal¨®n vaquero, camisa y americana azul. Sin maleta ni nada. Solo acompa?ado de su abogado. Un financiero. Educado y amable. Rico (se calcula que pod¨ªa cobrar unos 10 millones de euros al a?o). Confiado en que le iban a soltar. "Se le ve¨ªa muy agradecido", comenta la inspectora. Los agentes fueron profesionales: le hicieron la rese?a, informaron a Interpol Madrid para que comunicara el hecho a la oficina de Washington, y lo llevaron a la Audiencia Nacional. Hab¨ªan hecho su trabajo. Ahora, a por otro buscado.
A las 14.00, Mart¨ªn-Artajo ya estaba en la calle. El juez Santiago Pedraz le ha quitado el pasaporte, le ha prohibido salir del pa¨ªs y le ha impuesto la obligaci¨®n de presentarse cada 15 d¨ªas en la Audiencia Nacional. Estados Unidos tiene ahora 40 d¨ªas para presentar toda la documentaci¨®n. No va a ser f¨¢cil que le extraditen. "Entendi¨® que era lo mejor", seg¨²n la inspectora.
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