Lo que se borr¨® del port¨¢til de B¨¢rcenas

El Partido Popular orden¨® en abril pasado destruir el disco duro de uno de los port¨¢tiles que utiliz¨® Luis B¨¢rcenas durante su etapa de gerente (1990-2008) y tesorero del partido (2009), y entreg¨® a la Audiencia Nacional el otro ordenador de su exdirectivo sin el disco duro.

Cuando dispuso la eliminaci¨®n de esa informaci¨®n almacenada en los discos duros, el PP ya sab¨ªa de las andanzas de su extesorero y, sobre todo, conoc¨ªa que B¨¢rcenas, el hombre que control¨® sus cuentas durante 20 a?os, hab¨ªa ocultado una fortuna en bancos suizos que lleg¨® a sumar, en el momento de mayor crecimiento de la bolsa, hasta 48 millones de euros.

El juez Pablo Ruz, que orden¨® al PP la entrega de los ordenadores, pretend¨ªa verificar si, como le hab¨ªa confesado previamente B¨¢rcenas, en ellos hab¨ªa informaci¨®n relevante sobre la caja b de la formaci¨®n conservadora y la supuesta financiaci¨®n ilegal para campa?as electorales. Ser¨ªa otra prueba m¨¢s que a?adir a las que ya ha acumulado Ruz para acreditar la doble contabilidad del PP y el pago de dinero oculto al fisco a diversos dirigentes.

En los papeles de B¨¢rcenas que EL PA?S public¨® el pasado 31 de enero, y que el extesorero ha reconocido como aut¨¦nticos en su ¨²ltima declaraci¨®n judicial, hay al menos 55 apuntes que suman casi dos millones de euros que el juez considera ya acreditados. Esas anotaciones prueban algunas donaciones ilegales que el PP recibi¨® entre 2002 y 2007, as¨ª como los pagos que hizo sin declararlos a Hacienda.

La instrucci¨®n judicial no ha conseguido ahora informaci¨®n directa sobre lo que ocultaban los dos ordenadores que us¨® B¨¢rcenas durante 20 a?os debido al borrado de los discos duros ejecutado por el PP.

?Destrucci¨®n de pruebas

La actuaci¨®n de los populares ha desencadenado un nuevo esc¨¢ndalo en la investigaci¨®n del caso B¨¢rcenas por la supuesta destrucci¨®n de pruebas para investigar las irregularidades cometidas por la formaci¨®n conservadora durante sus ¨²ltimos 20 a?os de vida. Las acusaciones particulares han pedido al juez que investigue si el PP cometi¨® delito al destruir o eliminar los discos duros de los port¨¢tiles que us¨® su extesorero.

Desde hace cinco meses, el juez Pablo Ruz investiga al PP por supuesta financiaci¨®n ilegal y acumula indicios para atribuir un delito contable a los tesoreros de esta formaci¨®n pol¨ªtica castigado con entre cinco y siete meses de c¨¢rcel.

En su ¨²ltima confesi¨®n, B¨¢rcenas no solo cont¨® que en esos ordenadores guardaba informaci¨®n contable sobre las irregularidades cometidas durante 20 a?os y algunas anotaciones sobre sus cuentas suizas, sino que entreg¨® una memoria digital en la que supuestamente hab¨ªa descargado la informaci¨®n guardada en uno de los dos ordenadores que utiliz¨®.

Esa informaci¨®n fue descargada del pendrive en la Audiencia Nacional e impresa en un dossier de 40 p¨¢ginas facilitado a las partes personadas en el caso al que ha tenido acceso EL PA?S. La informaci¨®n contenida en esas p¨¢ginas revelar¨ªa algunas de las irregularidades que investiga el juez Pablo Ruz.

Por un lado, B¨¢rcenas guard¨® en el ordenador una exhaustiva recopilaci¨®n de presupuestos de ingresos y gastos relacionados con la campa?a de las elecciones generales de 1993. En esa contabilidad, desglosada por provincias y por distintos conceptos vinculados a las actividades de una campa?a electoral, figuran unos gastos totales de 2.091 millones de pesetas. Sin embargo, el PP remiti¨® al Tribunal de Cuentas un estadillo de gastos que sumaba apenas 1.579 millones de pesetas. Los auditores p¨²blicos dieron su visto bueno a esas cuentas sin poner reparo alguno.

Por otro lado, el ordenador Toshiba, seg¨²n la informaci¨®n que descarg¨® el extesorero del mismo, tambi¨¦n conten¨ªa la contabilidad que el propio B¨¢rcenas llevaba de una supuesta caja b del PP que inclu¨ªa los a?os 1993, 1994, 1995 y 1996. Se tratar¨ªa supuestamente de la parte de la caja b que B¨¢rcenas no control¨® a trav¨¦s del cuaderno manuscrito cuya autor¨ªa tambi¨¦n ha reconocido y que abarca los a?os 1990 a 1993 y 1997 a 2009.

En ese estadillo se inclu¨ªan ingresos de donativos ilegales junto con pagos de sobresueldos a dirigentes de la c¨²pula del PP, fundamentalmente Francisco ?lvarez Cascos, y otros gastos. B¨¢rcenas anot¨® en el margen derecho de esa contabilidad algunas indicaciones sobre la persona o personas que ordenaban hacer esos pagos.

Entre los supuestos ordenantes de los pagos figuraba la siguiente anotaci¨®n ¡°Por indicaci¨®n J.M.¡±. B¨¢rcenas no supo precisar en su declaraci¨®n ante el juez si esas siglas pertenec¨ªan a quien entonces era l¨ªder del partido, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.

?Prueba prefabricada

Si el juez pudiera comprobar la fecha de elaboraci¨®n de esos documentos y coincidiera con las se?aladas por B¨¢rcenas (1993 a 1997) ser¨ªa muy dif¨ªcil sostener, como hace el PP, la teor¨ªa de que el extesorero prefabric¨® una prueba falsa 16 a?os antes de ser imputado por corrupci¨®n. Pero de momento el juez Ruz se tiene que conformar con la palabra de B¨¢rcenas y con el pendrive que puso a disposici¨®n de la Audiencia Nacional, dado que en los ordenadores no hay ni rastro de los discos duros utilizados por B¨¢rcenas.

El Partido Popular se?al¨® el pasado jueves, a trav¨¦s de un escrito remitido a la Audiencia Nacional, que B¨¢rcenas no pudo almacenar la informaci¨®n contenida en su ordenador Toshiba en un pendrive dado que ese modelo de port¨¢til carec¨ªa de puerto USB con el que poder descargar los archivos.

De esa manera, el PP pretende cuestionar la veracidad de la informaci¨®n que su ex tesorero ha puesto a disposici¨®n de la investigaci¨®n judicial para acreditar la financiaci¨®n ilegal del PP y las infracciones fiscales cometidas por los dirigentes que cobraron diversas cantidades de dinero sin declarar esos ingresos a Hacienda.

El abogado de B¨¢rcenas sostiene por su parte que la informaci¨®n contenida en los dos ordenadores que utiliz¨® el ex tesorero y destruida por el PP es de ¡°extraordinaria importancia¡± para la investigaci¨®n abierta en la Audiencia Nacional.

El PP se ha escudado en la Ley de Protecci¨®n de Datos para justificar la destrucci¨®n de los discos duros. Esa Ley tan s¨®lo avala la eliminaci¨®n de informaci¨®n personal. Por lo que ha confesado B¨¢rcenas, los archivos de sus ordenadores conten¨ªan informaci¨®n del partido para el que trabajaba.