Ni un empresario sin destornillador

Era el pasado viernes durante el programa M¨¢s Vale Tarde, de La Sexta. En el plano corto del v¨ªdeo que aparec¨ªa en el monitor figuraba un ordenador port¨¢til, que enseguida era puesto del rev¨¦s para que un diestro operario procediera a retirar los tornillos, levantara la tapa y extrajera de sus entra?as el disco duro como si fuera una pastilla de jab¨®n. Mientras, una voz en off daba cuenta de c¨®mo los dos ordenadores personales, requisados por el Partido Popular a Luis B¨¢rcenas y reclamados por el juez Ruz, le hab¨ªan sido remitidos despu¨¦s del cuidadoso borrado de todos sus contenidos, es decir, inutilizados a efectos de constituirse en prueba. Otro v¨ªdeo mostraba al ¨ªnclito vicesecretario general de Organizaci¨®n del PP, Carlos Floriano, asegurando que el PP actu¨® con los ordenadores de B¨¢rcenas como con ¡°todos los ordenadores que forman parte del material del Partido Popular¡±. Es decir, reconoc¨ªa primero que los ordenadores eran de B¨¢rcenas y, segundo, que hab¨ªan sido sometidos a una actuaci¨®n id¨¦ntica a la que se aplica a todos los dem¨¢s ordenadores. Semejante proceder alegado como justificaci¨®n es en realidad la confesi¨®n de esa clase de manipulaci¨®n delictiva que es la alteraci¨®n de pruebas en una causa abierta en los tribunales. Porque precisamente por ser los ordenadores de Luis B¨¢rcenas, encausado por la justicia, deber¨ªan haber sido preservados y puestos con sus contenidos intactos a disposici¨®n del instructor.

Volvamos ahora nuestra atenci¨®n hacia las admirables despachaderas de la vicepresidenta para todo, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, en las ruedas de prensa semanales que siguen a las reuniones del Consejo de Ministros. Otros responsables o portavoces se escaquean de esas obligaciones con los medios informativos de modo vergonzoso, delegan en sustitutos de ocasi¨®n, huyen por las escaleras de incendios o, como si fueran cuerpos gloriosos imbuidos del noli me tangere (Juan, 17, 20), se limitan a comparecer en plasma. Ella, por el contrario, campeona de la transparencia, como refleja su obsesi¨®n por recordar que este Gobierno es el ¨²nico que ha presentado un proyecto de ley al respecto, acude invariable cada viernes a la cita, en compa?¨ªa del ministro que le venga m¨¢s a cuento. Vale la pena introducir en un buscador la palabra ¡°Moncloa¡± y cliquear sucesivamente las opciones ¡°Multimedia¡±, ¡°V¨ªdeos¡± y ¡°Consejo de Ministros¡± hasta acceder a la grabaci¨®n del ping-pong de preguntas de periodistas y de respuestas ministeriales.

Cualquier empresa se hubiera abstenido de destruir pruebas, y m¨¢s de un empleado desleal

Se asiste as¨ª a unas sesiones en las que es muy dif¨ªcil qu¨¦ ponderar m¨¢s, si la delectaci¨®n minuciosa con la que se adentra por jardines que a nadie le hab¨ªan suscitado curiosidad o la capacidad de reflejos para buscar el ¨¢ngulo adecuado para eludir las cuestiones m¨¢s acuciantes, mediante el expediente de etiquetarlas como inconvenientes en una mesa, la de esa aula, que cuida con sumo esmero. En la ¨²ltima ocasi¨®n, la del pasado viernes, los periodistas quer¨ªan saber si la manera de colaborar con la justicia, que es la tarea a la que se siente atado el Partido Popular, se cumpl¨ªa con la entrega al juez de los ordenadores que este reclamaba despu¨¦s de haber borrado el contenido ¨ªntegro de sus archivos. La respuesta en absoluto plante¨® problemas a la vicepresidenta, quien declar¨® ajeno a su consideraci¨®n el proceder de los partidos pol¨ªticos ¡°actuando como empresas¡±, como si no fuera concebible un empresario sin un destornillador como el de la tele. Claro que hay adem¨¢s dos detalles relevantes. El primero, que cualquier empresa hubiera sido m¨¢s atenta a las obligaciones hacia el juez instructor y se hubiera abstenido de destruir pruebas, m¨¢s a¨²n si se tratara de un empleado desleal incurso en abierta delincuencia, a cuyo proceso quiso sumarse como acusaci¨®n particular. El segundo, que el PP, como los dem¨¢s partidos pol¨ªticos, es una empresa sui g¨¦neris porque opera en m¨¢s de un 90% con dinero procedente de los Presupuestos Generales del Estado.

Concluyamos acompa?ando a los cronistas pol¨ªticos invitados el s¨¢bado a los ejercicios de precalentamiento para la rentr¨¦e, que se organizaron a los pies del castillo de Soutomaior (Pontevedra). Alguno de ellos se?alaba de modo sumar¨ªsimo que Rajoy quedaba blindado frente al caso B¨¢rcenas al decir que ¡°nada ni nadie nos va a distraer¡± y que se descartaban cambios en el Gabinete una vez que hab¨ªa afirmado ¡°estar orgulloso de todos los ministros¡±. Sin embargo, ese declararse inaccesible a la distracci¨®n viene a confirmar que ya se est¨¢ incurso en ella. Negar cualquier disponibilidad hacia las distracciones es ya una confesi¨®n en sentido contrario. Del mismo modo que estar orgulloso de todos los ministros es solo otra forma de declararse orgulloso de s¨ª mismo y para nada excluye cambios. Porque si los hubiera, los despedidos ser¨ªan tambi¨¦n colmados de elogios por la tarea cumplida.