Obama alaba ante Rajoy la recuperaci¨®n espa?ola, seg¨²n La Moncloa
El presidente de EEUU departe un par de minutos con Rajoy en el G-20 El presidente del Gobierno espa?ol tiene pendiente cerrar una visita a la Casa Blanca La Moncloa ha dado la versi¨®n de la conversaci¨®n
Un a?o y medio lleva La Moncloa buscando un encuentro en la Casa Blanca entre Barack Obama y Mariano Rajoy. De momento no lo ha conseguido, pero s¨ª, de forma casual y no organizada, ha logrado unas im¨¢genes muy valiosas para Rajoy en uno de los momentos m¨¢s dif¨ªciles de su mandato, acosado de nuevo por el caso B¨¢rcenas. El presidente de EE UU y el espa?ol se cruzaron a la entrada de la cumbre del G-20 en San Petersburgo (Rusia) y departieron durante un par de minutos. Las c¨¢maras recogieron su paseo y su charla amistosa, con gestos muy amables de Obama y que acab¨® con un apret¨®n de manos. Ten¨ªan al lado a la traductora de Rajoy y a Jorge Moragas, jefe de gabinete, y el presidente espa?ol recurri¨® a ella en alg¨²n momento aunque en otros se le vio hablar con Obama, necesariamente en un ingl¨¦s que Rajoy no domina pero que se est¨¢ esforzando por mejorar.
Seg¨²n La Moncloa, fue Obama quien se acerc¨® a Rajoy y alab¨® la recuperaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola. El presidente de EE UU dijo, siempre seg¨²n la versi¨®n espa?ola, que ¡°ve¨ªa como las reformas empezaban a dar resultado¡±. Fue el espa?ol quien redujo ese entusiasmo al se?alar que era cierto ¡°pero hay que seguir trabajando¡±. Es la versi¨®n espa?ola, siempre amable, pero es cierto que en las im¨¢genes que transmiti¨® la organizaci¨®n se ve c¨®mo el presidente de EEUU hace un gesto del despegue de un avi¨®n mientras habla con Rajoy.
Espa?a ha dejado de ser el protagonista negativo del G-20 que fue el a?o pasado, cuando acaba de aprobarse el rescate bancario y a¨²n as¨ª la prima rozaba los 600 puntos. Tanto en EE UU como en otros pa¨ªses se va instalando poco a poco la idea de que Espa?a ya no es un grave problema para la estabilidad econ¨®mica de Europa, aunque los datos indican que el crecimiento y la creaci¨®n de empleo est¨¢n a¨²n lejos. Y por eso se ve a la delegaci¨®n espa?ola mucho m¨¢s tranquila.
Sin embargo, la clave, para la diplomacia espa?ola, es lograr una reuni¨®n en la Casa Blanca. EEUU estudia mucho sus gestos y una conversaci¨®n informal en un pasillo, y no una reuni¨®n a puerta cerrada, no tiene ni de lejos la misma trascendencia que una reuni¨®n programada. La Moncloa lleva meses trabajando para lograr esa reuni¨®n, siempre sin ¨¦xito. Se ha ido retrasando todos los plazos anunciados. Despu¨¦s de este breve y casual encuentro en el G-20, parece que las cosas pueden avanzar. Obama, siempre seg¨²n la versi¨®n espa?ola, le dijo a Rajoy que ¡°ha dado instrucciones a su equipo para arreglar esa visita en los pr¨®ximos meses¡±.
El l¨ªmite no parece muy concreto. La Moncloa ya hab¨ªa descartado una reuni¨®n este mismo a?o, como deseaba. ¡°La haremos en 2014, sin agobios¡±, se dec¨ªa en el Gobierno. Este ¡°en los pr¨®ximos meses¡± parece consolidar la idea de una cita en 2014 pero esta vez, en apariencia, sin nuevos retrasos. En cualquier caso ya se han puesto en marcha los gabinetes de Rajoy y Obama para cerrar una fecha. En La Moncloa insisten en que fue Obama quien lo plante¨®, que el presidente espa?ol no pidi¨® nada.
Obama ha venido a San Petersburgo a buscar apoyos para su decisi¨®n de lanzar un ataque sobre Siria. Pero de momento no parece que Espa?a, que ha marcado un perfil bajo en este tema, vaya a ser uno de esos apoyos. Italia ha marcado una posici¨®n mucho m¨¢s clara y ya ha dicho que sin resoluci¨®n de la ONU no apoyar¨¢ el ataque. Francia est¨¢ con EE UU. Espa?a se mueve en la ambig¨¹edad e insiste en que quiere esperar a ver el informe de los expertos de la ONU para fijar una posici¨®n. No consta que Rajoy y Obama hablaran de Siria ¨Cel encuentro fue muy breve y delante de las c¨¢maras con el riesgo de que hubiera micr¨®fonos grabando, no parece el lugar m¨¢s adecuado- pero en cualquier caso parece muy improbable que Espa?a se sume a esta carrera. Rajoy tiene muy presente el ejemplo de Aznar en 2003 ¨C¨¦l era el vicepresidente- y quiere hacer lo contrario que su mentor: buscar el m¨ªnimo protagonismo posible en un asunto muy delicado que ni siquiera ha logrado la aprobaci¨®n del parlamento brit¨¢nico. La soluci¨®n intermedia que se est¨¢ fraguando en San Petersburgo entre la delegaci¨®n de EEUU y las europeas consiste en buscar una posici¨®n de m¨ªnimos entre los cinco grandes pa¨ªses europeos, entre los que est¨¢ Espa?a, que no incluya un apoyo o un rechazo expl¨ªcito de?la intervenci¨®n. A eso Espa?a si podr¨ªa sumarse.
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