Un fallo en la vigilancia de las obras del Congreso permiti¨® sellar los tiros del 23-F
El presidente asegura que ante las obras de reparaci¨®n se dio la orden de no tocar los disparos
Nadie ha puesto el grito el cielo, a¨²n, por el sellado de los impactos de bala en el techo de la tribuna de prensa del Congreso, que se manten¨ªan tal cual desde que fueron hechos por unos guardias civiles comandados por el coronel golpista Antonio Tejero el 23 de febrero de 1981. Los grupos pol¨ªticos aguardan a conocer el informe que elabora el Congreso, y que ha sido encargado por su presidente, Jes¨²s Posada, al constatar que, en efecto, al menos cinco impactos de bala han sido sellados.
?Cu¨¢ndo se produjo el alisamiento del techo y el pintado? ?Qui¨¦n lo orden¨® o qui¨¦n lo permiti¨®? Estas son las preguntas que ha formulado el presidente y que formar¨¢n parte del informe que Posada presentar¨¢ el pr¨®ximo martes en la reuni¨®n de la Mesa.
A la espera de recabar toda la informaci¨®n y dar los pasos que conduzcan al momento en el que se sellaron las marcas de los balazos, las fuentes consultadas dan por seguro que ¡°un fallo en la vigilancia de las obras¡± condujo a tapar lo que nunca debi¨® ser tapado y que, probablemente, es ya irreversible. Estos interlocutores, no obstante, descartan absolutamente que detr¨¢s haya ¡°una mano negra¡± o intenci¨®n de ¡°borrar la historia¡±. Pero el hecho es que ha sucedido y se ha conocido por casualidad. La gotera que se produjo en la ma?ana del mi¨¦rcoles, que llev¨® a desalojar la tribuna de prensa por la abundante agua que ca¨ªa, llev¨® horas despu¨¦s a que las miradas se dirigieran al techo y constataran la ausencia de algunas de las marcas de los disparos del 23-F.
Un asunto que parec¨ªa menor ha tomado una dimensi¨®n imprevista que obligar¨¢ a los responsables t¨¦cnicos de la obra a dar explicaciones, cuando hasta ahora todo hab¨ªan sido felicitaciones y parabienes por la correcci¨®n de la ejecuci¨®n de los trabajos.
La obra la lleva a cabo la empresa Dragados, que quiso precisar que nada ten¨ªa que ver la gotera con los trabajos que est¨¢n en ejecuci¨®n. Tampoco ning¨²n responsable t¨¦cnico reconoci¨® en la noche del mi¨¦rcoles la desaparici¨®n de los balazos, con el argumento de que la orden expresa era no tocarlos y que la conoc¨ªan todos los operarios de la obra.
¡°Vamos a investigar qu¨¦ ha ocurrido; si alguien tiene inter¨¦s en que se queden para siempre esas huellas, soy yo mismo¡±, dijo el presidente del Congreso, Jes¨²s Posada, con el recordatorio de que la instrucci¨®n de cuidar los vestigios del 23-F es de siempre y para siempre. Posada era gobernador civil de Huelva, nombrado por el Gobierno de UCD, cuando se produjo el asalto, y considera que la gravedad de lo ocurrido aquel d¨ªa obliga a que no se olvide y a que, por tanto, ¡°ninguna huella desaparezca¡±.
Una vez le¨ªdo el informe con lo ocurrido, los grupos pol¨ªticos decidir¨¢n si piden ¡°responsabilidades¡±, como ha se?alado el portavoz de ICV, Joan Coscubiela. Todos repiten que los impactos deben quedar para siempre, pero ya es imposible: al menos cinco han sido sellados.
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