El revulsivo que se espera y falta
Aumenta la presi¨®n sobre ETA y Sortu para que consoliden el final del terrorismo
No es casualidad que en el Pa¨ªs Vasco se alcancen acuerdos de calado en materia econ¨®mica y fiscal, preparados durante meses entre el PNV gobernante y su antecesor, el PSE, mientras todo lo que afecta a la consolidaci¨®n del final de ETA permanece estancado. La explicaci¨®n es que la primera preocupaci¨®n de los vascos, como la de los espa?oles, es la crisis econ¨®mica y el paro mientras se da por asumido que la amenaza terrorista ha pasado a la historia, seg¨²n se?alan las encuestas.
Pero hay algo m¨¢s que resulta letal para ETA y la izquierda abertzale: el paso del tiempo. Junto con la amortizaci¨®n del final de ETA, la exigencia social aumenta sobre ella y su antiguo brazo pol¨ªtico. Las encuestas vascas, que tambi¨¦n piden movimientos en pol¨ªtica penitenciaria al Gobierno central, reclaman a ETA que se desarme y disuelva de una vez, y a la izquierda abertzale que reconozca el da?o causado por su pasada complicidad con la banda.
Esta situaci¨®n explica que en el discurso del lehendakari Urkullu, del PNV, sobre la paz predomine la exigencia a ETA del desarme y a la izquierda abertzale del reconocimiento del da?o causado sobre la denuncia del inmovilismo del Gobierno de Rajoy en pol¨ªtica penitenciaria, pese a que ETA ces¨® hace casi dos a?os.
Tambi¨¦n explica que el PSE no se incorporase ayer, en la fecha prevista, a la ponencia parlamentaria sobre paz y convivencia y haya puesto como condici¨®n que Bildu asuma el suelo ¨¦tico reafirmado por PNV, PSE y PP en marzo.
El suelo ¨¦tico, que Bildu no asume por ahora, propone a los partidos vascos el reconocimiento de la injusticia de la violencia y del da?o causado y el compromiso de que ninguna causa pol¨ªtica puede colocarse por encima de los principios b¨¢sicos de la ¨¦tica y del respeto a los derechos humanos.
El PP hab¨ªa anunciado, meses atr¨¢s, su inasistencia por temor a que la ponencia parlamentaria se convierta en un arma de presi¨®n al Gobierno de Rajoy en pol¨ªtica penitenciaria. Con la ausencia del PP y PSE, el PNV se limit¨® ayer a constituir la ponencia con Bildu, pero sin convocar nuevas citas hasta que se incorporen socialistas y populares, porque, como dijo Urkullu, no puede estar ausente en la consolidaci¨®n de la paz ninguna de las cuatro grandes fuerzas vascas.
EL PSE pretende utilizar su ausencia de la ponencia como un instrumento de presi¨®n sobre la izquierda abertzale para que d¨¦ los pasos que le exige la sociedad: el reconocimiento del da?o causado y su influencia sobre ETA para lograr su desarme y disoluci¨®n.
El PSE argumenta ante la izquierda abertzale que las instituciones han reconocido el da?o causado con los decretos de apoyo a las v¨ªctimas de los grupos parapoliciales y de los abusos policiales, aprobados la pasada legislatura. Y le ha trasladado que, tras el crucial avance que supusieron los estatutos de Sortu, donde reconoc¨ªa el da?o causado, y su presi¨®n sobre ETA para su cese definitivo, en el ¨²ltimo a?o se ha estancado en su progresi¨®n unilateral hacia el final.
El argumento m¨¢s potente de la izquierda abertzale para justificar su estancamiento es el inmovilismo cierto del Gobierno de Rajoy en pol¨ªtica penitenciaria ¡ªni siquiera un acercamiento de presos tras el cese definitivo de ETA¡ª. Pero tanto el PNV como el PSE creen que si la izquierda abertzale sigue dando pasos unilaterales, y arrastra a ETA al desarme, lograr¨¢ su apoyo, con la opini¨®n vasca a su favor, para conseguir que el Gobierno cambie su pol¨ªtica penitenciaria. Ese es el revulsivo que se espera y falta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.