¡°No quiero estar pendiente del antiamericanismo en Espa?a¡±
¡°En la pirater¨ªa hay que empezar por educar: que la gente sepa que es robar¡±
Vista desde fuera, la Embajada de EE UU en Espa?a sigue siendo el mismo templo legendario del poder americano en el coraz¨®n de Madrid, protegido por las mismas f¨¦rreas fuerzas de seguridad, los mismos arcos de detecci¨®n y los agentes recelosos ante cualquier visita. Pero lo que se vive hoy en su interior es una revoluci¨®n: varias personas toman medidas en la planta baja con la vista puesta en una decoraci¨®n nueva que traer¨¢ a estas paredes ¡ªtambi¨¦n¡ª artistas dif¨ªcilmente conjuntados con las l¨¢mparas de l¨¢grimas tintineantes que cuelgan del techo. Las barbacoas que el embajador Solomont ofrec¨ªa los viernes ya son cosa del pasado con su sucesor vegetariano. Y ¨¦ste, James Costos, recibe a EL PA?S en su apartamento, una novedad que sorprende incluso a los que le rodean. Hay aires de cambio en Serrano 75 ante un nuevo inquilino que rompe con el perfil habitual y que, aunque solo sea por eso, traslada desde Washington mensajes m¨¢s ciudadanos y menos pol¨ªticos en un universo donde ambas esferas parecen a¨²n, parad¨®jicamente, tan separadas.
Por eso la noticia es, fundamentalmente, su perfil, que acepta analizar en esta entrevista con EL PA?S, la primera que concede desde que lleg¨® a Espa?a: James Costos (Lowell, Massachusetts, 1963) procede de la productora HBO, donde su puesto de vicepresidente de Licencias y Comercio Minorista le coloca en posici¨®n de m¨¢xima sensibilidad ante un pa¨ªs que EE UU vigila de cerca por la rampante pirater¨ªa inform¨¢tica. ?Significa que esto es una nueva prioridad para Obama?
¡°No necesariamente¡±, responde. ¡°Pero es un problema en el que nos vamos a centrar. Estoy deseando colaborar con el Gobierno de Espa?a para resolverlo. El problema no es tanto de leyes, que existen, como de falta de aplicaci¨®n, de que no se imponen debidamente. Quiero aprovechar mi experiencia y trabajar con los proveedores de contenidos en Espa?a¡±.
Costos sabe bien que una ley persigue ya en Espa?a las descargas il¨ªcitas y que el Gobierno prepara prisi¨®n para las webs de enlaces, pero apunta m¨¢s lejos: ¡°Es cuesti¨®n de educaci¨®n. Hay que empezar por educar a la gente para que comprenda que todos esos contenidos son propiedad de alguien. Si no aprenden que est¨¢n rob¨¢ndole algo a alguien, el fen¨®meno seguir¨¢. En EE UU hacemos una intensa campa?a educativa, con advertencias que aparecen cada vez que una persona va a descargarse algo ilegal, explicando las consecuencias. Y, a la tercera infracci¨®n, esa persona puede acabar desconectada. Quiz¨¢ lo que hace falta es una estrategia m¨²ltiple: que haya leyes, que se hagan respetar y que la gente comprenda a qui¨¦n est¨¢ perjudicando y las consecuencias¡±.
Da la impresi¨®n de que las reformas de Rajoy est¨¢n sirviendo para algo¡±
Preguntarle por su condici¨®n sexual es algo que seguramente un d¨ªa no se producir¨¢, pero Costos ha llegado a Espa?a con su pareja, el decorador Michael Smith, y se ha convertido en uno de los cinco embajadores gays que ha nombrado (y publicitado) Obama. ¡°No soy un activista gay. Me considero defensor de los derechos humanos en general, de heterosexuales, homosexuales, mujeres, cualquier grupo que pueda necesitarlo. Y da la casualidad de que soy gay. Nunca he levantado pancartas ni he ido a manifestaciones, aunque s¨ª las apoyo. M¨¢s que activista, me sent¨ª activado por las palabras del presidente Obama hace cinco o seis a?os, cuando empez¨® a decir las cosas que quer¨ªa hacer. En este momento hay cinco nuevos embajadores que son gays; esa es una firme declaraci¨®n de intenciones, y me siento honrado de ser uno de ellos. No es lo que me define como persona, pero es parte de lo que soy. Es como ser vegetariano: otra faceta m¨¢s de m¨ª¡±.
Y esa es precisamente la que termina de dibujar un perfil distinto. Costos no solo es vegetariano, es un directivo de la protectora de animales Human Society en el pa¨ªs de los toros. ¡°Mis opciones son personales. Pero respeto la cultura espa?ola y sus tradiciones, una de las cuales es la corrida, y no soy qui¨¦n para dar mi opini¨®n. No es mi papel. Igual que, en esta embajada, vamos a servir todo tipo de alimentos¡±.
Que todo esto ¡ªHBO, condici¨®n sexual y un nuevo perfil¡ª haya sido clave en su elecci¨®n no consta, ya que en EE UU son las donaciones en campa?a las que cuentan de forma determinante, y las suyas fueron grandes. Pero que el resultado dibuja una nueva etapa en la diplomacia no deja dudas. De ah¨ª que los retos sean asumidos con otra perspectiva y un estilo, reconoce, ¡°diferente¡±. El primero: el antiamericanismo en Espa?a, situado en las tasas m¨¢s elevadas de Europa. ?Es consciente de ello?
¡°Ped¨ª consejo al presidente y me dijo: ¡®Ve a Espa?a y diles a los espa?oles cu¨¢nto los apreciamos¡¯. No quiero estar pendiente del sentimiento antiamericano. Quiero seguir construyendo y mejorando una relaci¨®n que tiene m¨¢s de 200 a?os¡±.
Hay cinco nuevos embajadores gays y me siento honrado de ser uno de ellos¡±
Su principal prioridad ahora es, sin dudas, la militar. Espa?a se ha convertido en un aliado clave en el escudo antimisiles en un momento de especial atenci¨®n al norte de ?frica y al Mediterr¨¢neo y las bases americanas est¨¢n en proceso de acoger cuatro destructores nuevos equipados con el sistema Aegis antibal¨ªstico (Rota) y una unidad de despliegue r¨¢pido (Mor¨®n). ¡°Mi principal foco de atenci¨®n en estos momentos es el terreno militar, por supuesto, la defensa y la seguridad. Y esto es algo que el presidente quiso que dejara muy claro a los espa?oles: que sepan lo mucho que les agradecemos su situaci¨®n estrat¨¦gica y el hecho de que nos acojan aqu¨ª¡±. Costos viaja hoy a las bases para celebrar el 60? aniversario de los acuerdos que en 1953 permitieron su apertura. ¡°Es muy importante para nosotros, en especial en este momento, con 500 marines que tenemos estacionados aqu¨ª para vigilar la situaci¨®n en el norte de ?frica y dispuestos a colaborar para proteger los intereses espa?oles en la regi¨®n. El momento m¨¢s emocionante ser¨¢ la llegada de los cuatro destructores y me sentir¨¦ muy honrado de estar presente en la entrega¡±.
En San Petersburgo, Rajoy y Obama hablaron de una posible visita de Rajoy a la Casa Blanca en los pr¨®ximos meses. ¡°Creo que ambos quieren que se produzca esa visita, y espero que podamos encontrar el momento apropiado¡±, responde con parquedad. Costos no quiere hablar de corrupci¨®n ni de Catalu?a ¡ª¡°son asuntos internos, no debo dar una opini¨®n¡±¡ª y escasamente del caso Snowden ¡ª¡°lo que ha pasado es algo que otros hacen tambi¨¦n¡±¡ª, pero se esfuerza por aplaudir las reformas del Gobierno y que Espa?a est¨¦ en lo que, asegura, es ya un momento ¡°positivo¡±. ¡°El empleo va algo mejor, la confianza de los consumidores empieza a recuperarse. Da la impresi¨®n de que las reformas de Rajoy est¨¢n sirviendo para algo¡±.
Mi primer foco de atenci¨®n es militar. Estamos agradecidos a Espa?a¡±
Tal vez por ello su siguiente prioridad, despu¨¦s de la militar, ser¨¢ la econ¨®mica. Costos aspira a favorecer los contactos entre empresas espa?olas y estadounidenses con la vista puesta en ¡°colaborar¡± contra el paro. ¡°Tambi¨¦n nosotros tenemos desempleo, as¨ª que entiendo lo que los parados sufren¡±. Ese intercambio ser¨¢ objeto del Consejo EE UU-Espa?a que se celebrar¨¢ en un mes en California con la presencia del pr¨ªncipe Felipe.
Su visi¨®n de Europa ha sido tambi¨¦n determinada por el origen griego de sus abuelos. ¡°Creo que el hecho de ser griego me hace ser m¨¢s sensible a los problemas¡±, relata. ¡°Europa es demasiado valiosa para todos y necesitamos que salga adelante¡±. Costos ha viajado numerosas veces como turista en Espa?a. ¡°La primera vez que llegamos a Mallorca me golpe¨® el sentimiento de estar en el Mediterr¨¢neo. Mi pareja y yo dijimos: Este ser¨ªa un sitio fant¨¢stico para venir a vivir cuando nos jubilemos¡±. No pod¨ªa imaginar que se iba a convertir pronto en su lugar de trabajo. Y no oculta que su siguiente prioridad, tras la militar y la econ¨®mica, ser¨¢ la cultural. O en otras palabras: ¡°A medida que se acerquen las fiestas...¡±
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.