Jos¨¦ Atar¨¦s, el alcalde de Zaragoza que so?¨® la Expo
Se opuso al trasvase del Ebro que impuls¨® su partido, el PP
Jos¨¦ Atar¨¦s (El Vallecillo, Teruel, 1960-Zaragoza, 2013) exalcalde de Zaragoza por el Partido Popular, falleci¨® en la tarde del jueves a causa de un c¨¢ncer, contra el que luch¨® hasta el ¨²ltimo momento. Atar¨¦s, Pepe para casi todo el mundo, fue un vecino m¨¢s de la ciudad de la que fue alcalde de 2000 a 2003 cuando perge?¨® la Zaragoza de principios del siglo XXI. So?¨® con la Expo de 2008 y coloc¨® sus puntales. Su sucesor, el socialista Juan Alberto Belloch, lo ha reconocido siempre: Atar¨¦s ide¨® la expansi¨®n de la ciudad hacia el sur, la ciudad digital, la recuperaci¨®n de las riberas del Ebro.
Quiso una capital cercana al ciudadano porque ¨¦l mismo era cercano, campechano y le toc¨® lidiar con un cargo cuando Luisa Fernanda Rudi lo dej¨® para presidir el Congreso en 2000. Eran tiempos de la euforia popular y Atar¨¦s asumi¨® una alcald¨ªa donde Rudi hab¨ªa trazado la ruta: austeridad y ajuste. Atar¨¦s dio la vuelta a ese ajuste de hierro. El hombre que de joven milit¨® en las Juventudes del Partido Socialista de Arag¨®n (PSA) ¡ªque luego se fusion¨® en el PSOE¡ª hab¨ªa forjado en torno a ¨¦l a una serie de j¨®venes que en el Ayuntamiento fueron un equipo compacto dispuesto a crear ciudad m¨¢s que a ahogarla en el ahorro.
Ricardo Mur, su teniente de alcalde de Hacienda, lo recordaba: "Hay una generaci¨®n de pol¨ªticos que se lo debemos todo a ¨¦l; nos forj¨® y nos ense?¨® que la pol¨ªtica es servicio y, sobre todo, cercan¨ªa". Atar¨¦s se atrevi¨® t¨ªmidamente a quitar coches del principal paseo de la ciudad, pero fue solo un esbozo de lo que pudo haber sido. Sac¨® coches de ese centro, s¨ª, pero ampliando las aceras ¡ªno creando un bulevar central¡ª y plantando tilos que cada primavera le devolv¨ªan el perfume de sue?os sin rematar. Atar¨¦s se encontr¨® en su mandato con las protestas m¨¢s multitudinarias contra el trasvase del Ebro, proyecto que apoyaba su partido. Y aunque amag¨® con salir en una de ellas, en la cabecera y arropado por los partidos que secundaban la protesta, tuvo que retirarse ante el abucheo de parte de los asistentes.
Atar¨¦s fue amenazado por el mismo comando de ETA que asesinar¨ªa al presidente del PP aragon¨¦s, Manuel Gim¨¦nez Abad, un a?o despu¨¦s, en 2001.
Ide¨® la expansi¨®n de la ciudad
Perdi¨® en 2003 la alcald¨ªa de la ciudad donde hab¨ªa sido concejal desde 1991. Perdi¨® por la postura de su partido y el trasvase, pero, como recordaba Belloch, "sigui¨® de concejal de la oposici¨®n". Perdi¨® batallas internas en su partido ¡ªdel que fue presidente regional¡ª y se le releg¨® durante un tiempo. Pero en los dos ¨²ltimos a?os la formaci¨®n se volc¨® con ¨¦l.
Nadie ocultaba que Atar¨¦s era m¨¢s feliz en un barrio con los vecinos que en una recepci¨®n, tocando el acorde¨®n y la guitarra o compartiendo debates. Le gustaba ser alcalde de su ciudad. Pero el hombre campechano y dialogante, el tipo afable y cercano que hac¨ªa bromas sobre su figura ¡ªno sali¨® vestido de aragon¨¦s en la Ofrenda al Pilar como Rudi, porque se re¨ªa de esa posibilidad y aseguraba que si lo hac¨ªa "parecer¨ªa un botijico"¡ª sufri¨® la enfermedad peleando contra ella.
Reconocido por todos, los suyos, los adversarios y sobre todo los vecinos, ser¨¢ enterrado en la intimidad porque ¨¦l y su familia ¡ªsu mujer, Cristina, y sus dos hijos¡ª as¨ª lo han querido. El Ayuntamiento prepara ya los tres d¨ªas de luto oficial. Atar¨¦s se retira haciendo mutis entre los aplausos de los diputados de las Cortes aragonesas puestas en pie al conocer la noticia de su muerte.
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