La mayor¨ªa silenciosa es m¨ªa
Dirigentes del PP apelan a los ciudadanos que no protestan para eludir la creciente presi¨®n social
Como en 2012, el Gobierno vuelve a ver mayor¨ªas silenciosas por todas partes. No importa si se trata de contrarrestar el impulso independentista catal¨¢n, las protestas contra la reforma educativa en Baleares o las mareas que rechazan la privatizaci¨®n de los servicios sociales. Dirigentes del Partido Popular apelan una y otra vez a quienes se quedan en casa, a esas personas a las que, como se?al¨® a finales de 2012 el presidente Mariano Rajoy, ¡°no se ven, pero est¨¢n ah¨ª¡±; ese grupo ¡°que no se manifiesta, que no abre los telediarios, que no sale en las portadas de los peri¨®dicos, la inmensa mayor¨ªa de los 47 millones de personas que viven en Espa?a¡±. Nadie, ni siquiera la formaci¨®n conservadora, ofrece m¨¢s datos sobre ellos, pero supuestamente todos esos ciudadanos est¨¢n de acuerdo con las medidas del Gobierno, aunque no lo dicen.
El domingo, con 110.000 personas desfilando contra el vuelco en el modelo educativo en las islas, el presidente balear Jos¨¦ Ram¨®n Bauz¨¢ se esforz¨® en se?alar y censurar a ¡°la minor¨ªa¡± ruidosa. La secretaria de su partido, Dolores de Cospedal, lo reforz¨® ayer: ¡°Yo creo que son m¨¢s voces las que hace dos a?os votaron al PP en Baleares sabiendo cu¨¢l es el proyecto educativo. Y esa es una mayor¨ªa absoluta muy s¨®lida¡±. Hace dos semanas, la vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa dec¨ªa algo parecido sobre lo que sucede en Catalu?a con el desaf¨ªo independentista de Artur Mas: ¡°El Gobierno tiene la obligaci¨®n de escuchar a todos, tambi¨¦n a los que se quedan en sus casas, a las mayor¨ªas silenciosas que tienen derecho a que se defiendan sus libertades y sus opiniones¡±, dijo antes de destacar que, en cualquier caso, esta postura no supone ¡°no o¨ªr a la calle, sino representar un proyecto muy bueno¡±.
El de la mayor¨ªa silenciosa no es un concepto original. Surge precisamente cuando arrecian las protestas. El primero en apelar a ¨¦l fue el expresidente norteamericano Richard Nixon en un discurso televisado el 3 de noviembre de 1969, en plena guerra de Vietnam. Frente a la gigantesca oposici¨®n de los movimientos civiles en las calles de EE UU, poco despu¨¦s de llegar al poder, pidi¨® el apoyo de ¡°la gran mayor¨ªa silenciosa¡± de sus conciudadanos. ¡°Jur¨¦ en mi campa?a presidencial acabar con esta guerra, de manera que pudiese ganar la paz¡±, les dijo. ¡°Cuanto mayor apoyo pueda tener de los americanos, m¨¢s pronto este juramento podr¨¢ ser cumplido. Cuanto m¨¢s divididos estemos en casa, menos probable es que el enemigo negocie en [la Conferencia de] Par¨ªs¡±.
Para Lorenzo Navarrete, doctor en Sociolog¨ªa y profesor en la Universidad Complutense de Madrid, aquello marc¨® un cambio en el paradigma de las movilizaciones: ¡°Tras la colonizaci¨®n del sistema pol¨ªtico por parte del sistema econ¨®mico, una parte de los ciudadanos necesita movilizarse, realizar su protesta¡± reflexiona. En Vietnam ¡°el poder evocaba a esa mayor¨ªa silenciosa para intentar desactivar esos movimientos sociales¡±. Claro que la comparaci¨®n con Espa?a es distinta. ¡°Ahora estamos en la fase en la que muchos grupos con intereses distintos protestan contra determinadas medidas: unos por la independencia, otros por la sanidad, la educaci¨®n, las preferentes... todav¨ªa no hay un elemento transversal que una esas movilizaciones. Eso es lo que el Gobierno quiere desactivar¡±.
?Es significativo que, como reconoc¨ªa ayer el consejero balear Antonio G¨®mez, ¡°solo¡± el 7% de los habitantes de las islas (unas 77.000 personas) cargasen contra el modelo educativo del PP? Para el economista Manuel Lago Pe?as, ¡°el nivel de movilizaci¨®n de la gente siempre ser¨¢ minoritario, pero eso no significa nada. Porque salir a la calle depende de muchos elementos¡±, analiza. ¡°Lo que no puede hacer el PP es invocar a los que quedan en casa para descalificar a los que s¨ª salen, los sectores m¨¢s activos de la sociedad, es demag¨®gico¡±.
Para explicar qui¨¦n es esa mayor¨ªa silenciosa, el soci¨®logo y presidente de Metroscopia Jos¨¦ Juan Toharia recuerda la teor¨ªa de la ¡°espiral del silencio¡±, propuesta por la polit¨®loga alemana Elisabeth Noelle-Neumann. ¡°Descubri¨® que hay tendencias que no afloran en los sondeos pero que est¨¢n ah¨ª¡±. Ocurre por ejemplo con los votantes del PP en el Pa¨ªs Vasco o Catalu?a, que no suelen significarse en las encuestas por lo que Toharia llama ¡°coacci¨®n ambiental, una coacci¨®n que no es violenta, ni f¨ªsica, pero que existe¡±. No se expresan porque, parafraseando al pensador Alexis de Tocqueville, ¡°las personas suelen preferir el error al aislamiento¡±. Toharia cree que realmente el independentismo en Catalu?a solo es apoyado por un 35% de la poblaci¨®n pero ¡°han creado tal ambiente que nos pasamos el d¨ªa hablando de ello. No hay sociedades democr¨¢ticas perfectas, donde cualquiera pueda opinar sin sentirse en alg¨²n punto cohibido¡±. Ve a los espa?oles como una sociedad ¡°muy reactiva, con capacidad de movilizaci¨®n inmediata, pero poco asociativa, con una baja tasa de afiliaci¨®n pol¨ªtica y sindical¡±.
Si es verdad lo que dice Mariano Rajoy, su Gobierno no tiene nada que temer en las pr¨®ximas elecciones: ah¨ª estar¨¢ la mayor¨ªa silenciosa para echar una mano. O quiz¨¢ no. El l¨ªder de los socialistas, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, reproch¨® al Ejecutivo que despu¨¦s de la reciente celebraci¨®n de la Diada estuviese ¡°tratando de mirar para otro lado¡±. Y avis¨®: ¡°Pensar que todos los que no fueron quieren que no cambie nada es un error pol¨ªtico importante que el Gobierno ya cometi¨® el a?o pasado y que no deber¨ªa volver a cometer¡±.
Confiar en la mayor¨ªa silenciosa tiene sus riesgos. Si la pelota de la crisis se convierte, como analiza el profesor Navarrete, en ¡°una bola de nieve indigerible¡±, la situaci¨®n puede derivar en un ¡°malestar generalizado¡±. Entonces esa minor¨ªa que protesta podr¨ªa empezar a unirse y pedir cambios radicales en las pol¨ªticas del Gobierno. ¡°Algo que puede suceder, o quiz¨¢ no¡±.
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