Rajoy hurga en la divisi¨®n en CiU para debilitar el proyecto de Mas
La Moncloa ve la pugna entre Mas y Duran como una oportunidad para abortar el proceso soberanista. El PP catal¨¢n ahonda en las discrepancias nacionalistas
Una de las cosas que m¨¢s optimismo generan en La Moncloa sobre el futuro de la crisis catalana, que preocupa a todos en el Gobierno aunque de manera desigual, es la divisi¨®n en el seno de Converg¨¨ncia i Uni¨®. Para el Ejecutivo, Josep Antoni Duran, l¨ªder de Uni¨®, es un aliado en la batalla contra Artur Mas, l¨ªder de Converg¨¨ncia. Sin embargo, el presidente despreci¨® ayer, a su manera, la propuesta estrella de Duran, que le est¨¢ enfrentando a Mas: una especia de ¡°tercera v¨ªa¡±, entre el independentismo del presidente catal¨¢n y lo que ¨¦l ve como inmovilismo de Rajoy. En un intento de buscar soluciones a la situaci¨®n de Catalu?a y ahondar en esta divisi¨®n de CiU, el PP catal¨¢n est¨¢ presionando a Rajoy para que ofrezca un pacto pol¨ªtico sobre la base de la Constituci¨®n que los sectores moderados del nacionalismo no puedan rechazar.
S¨¢nchez-Camacho pide a Rajoy que haga una contraoferta a Mas
Pero, de momento, Rajoy rechaza hacer gestos hacia estos sectores que defienden una tercera v¨ªa. Preguntado en Tokio por esta propuesta pol¨ªtica, Rajoy la tumb¨® con una de sus t¨ªpicas frases: ¡°Yo no s¨¦ en qu¨¦ consiste exactamente la tercera v¨ªa¡±. A pesar de esa distancia que pone con la iniciativa estrella de Duran, el presidente esboz¨® algunas ideas que podr¨ªan coincidir con el planteamiento del l¨ªder de Uni¨®. Lo ¨²nico que les separar¨ªa, de nuevo, es la consulta, ya que Duran sigue defendi¨¦ndola mientras Rajoy no quiere ni o¨ªr hablar de ning¨²n tipo de consulta. ¡°Yo soy partidario del estado auton¨®mico, de la ley, el di¨¢logo, la lealtad y la cooperaci¨®n. En un momento de crisis como este, las comunidades, los ayuntamientos y el gobierno han sido capaces de ir detr¨¢s del objetivo nacional que es reducir el d¨¦ficit¡±, arranc¨® el presidente.
¡°No s¨¦ exactamente en qu¨¦ consiste la tercera v¨ªa, pero en Espa?a hemos vivido siempre juntos, somos el pa¨ªs m¨¢s viejo de Europa, estamos unidos por un sinf¨ªn de lazos personales, afectivos, comerciales. Estamos en un gran proyecto que es el europeo y luchamos por salir a un mundo en donde cada vez los procesos son m¨¢s de uni¨®n, hay menos fronteras, soy partidario de eso, estamos en la UE, en la Alianza del Pac¨ªfico, hemos hablado con el primer ministro de Jap¨®n de que participe en las cumbres iberoamericanas, en eso est¨¢ la mayor¨ªa del mundo¡±, se defendi¨® el presidente.
El Gobierno no es el ¨²nico que ha identificado la divisi¨®n interna de CiU como el gran punto d¨¦bil del proceso soberanista que impulsa Artur Mas. Los socialistas catalanes tambi¨¦n est¨¢n intentando un acercamiento a Uni¨® Democr¨¤tica en un intento de buscar apoyos a su alternativa, que consiste en una reforma federal de la Constituci¨®n.
Pero el intento del Gobierno de dividir a Converg¨¨ncia i Uni¨® tiene dos flancos d¨¦biles como m¨ªnimo. El primero es su tajante negativa a cualquier forma de consulta, que s¨ª defienden tanto Duran como Mas. El segundo es la falta de una alternativa. La Generalitat insiste en que para negociar hace falta que la parte contraria, en este caso el Gobierno, ofrezca una alternativa. Y la simple reforma de la financiaci¨®n auton¨®mica no le sirve a Artur Mas porque, entre otras cosas, ya estaba prevista para el a?o que viene.
Pero que no haya por ahora una oferta formal sobre la que negociar por parte del Gobierno no significa que el PP, o al menos una parte de esa formaci¨®n, no la est¨¦ buscando. La presidenta del PP catal¨¢n, Alicia S¨¢nchez Camacho, ha remitido a La Moncloa varias propuestas sobre las que, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la pol¨ªtica catalana, se podr¨ªa articular una alternativa al proceso soberanista sin tocar la Constituci¨®n y, por supuesto, abortando cualquier tipo de consulta o refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n.
Seg¨²n esas fuentes, Camacho propone que el Gobierno act¨²e en la l¨ªnea de recuperar una lectura ¡°abierta¡± del art¨ªculo segundo de la Constituci¨®n que distingue las autonom¨ªas entre ¡°nacionalidades y regiones¡±. Como nacionalidad hist¨®rica, Catalu?a formar¨ªa parte del primer grupo y seg¨²n el PP catal¨¢n deber¨ªa articularse una propuesta que garantice el tratamiento singular de esta comunidad, aunque sin privilegios. En la pr¨¢ctica, esta distinci¨®n tendr¨ªa que verse en dos aspectos a corto plazo: el primero, una nueva financiaci¨®n que ponga l¨ªmites a la solidaridad entre territorios. El segundo, dar a Catalu?a un tratamiento especial en el proceso de reforma de la Administraci¨®n para respetar en la medida de lo posible sus instituciones y modelo organizativo.
El PP catal¨¢n cree que una oferta ¡°potente¡± en este sentido ser¨ªa un buen comienzo para resolver la crisis catalana con el que, de paso, se dejar¨ªan al descubierto las contradicciones internas de Converg¨¨ncia i Uni¨®.
Sin temor en Fukushima
El deseo de Mariano Rajoy de atraerse a sus hu¨¦spedes japoneses le llev¨® ayer hasta la ciudad de Fukushima, a 60 kil¨®metros de la central protagonista de uno de los mayores accidentes nucleares de la historia, en marzo de 2011. El presidente espa?ol estuvo menos de una hora en Fukushima, lo suficiente para inaugurar la exposici¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Sicilia Flores de Invierno, en la que el artista, presente en el acto, reflexiona sobre la tragedia. Rajoy es el primer dirigente occidental que acude a Fukushima, un gesto pol¨ªtico que hasta el emperador Akihito le agradeci¨® cuando lo visit¨® en el Palacio Imperial el d¨ªa anterior.
Rajoy, que siempre ha apoyado la energ¨ªa nuclear aunque nunca se hab¨ªa pronunciado tan claramente, estaba tan lanzado en su af¨¢n de agradar a los responsables japoneses que, en un acto con los llamados ¡°h¨¦roes de Fukushima¡±, algunos de los militares que acudieron a la central en el primer momento para frenar la cat¨¢strofe, lleg¨® a decir: ¡°Es un temor [sobre Fukushima] que no hace justicia a los esfuerzos que ha hecho el pueblo japon¨¦s para volver a la normalidad. Es un temor infundado, y espero que mi presencia contribuya a disipar estos temores¡±. Poco antes de que el tren bala condujera a Rajoy a la ciudad desde Tokio, la empresa due?a de la central, Tepco, anunci¨® que hab¨ªa detectado otra fuga y que se hab¨ªa vertido agua radiactiva al mar.
S¨¢nchez-Camacho quiere escenificar su apuesta mediante una reuni¨®n con el l¨ªder de Uni¨®, Josep Antoni Duran Lleida, a quien ve ¡°cada vez m¨¢s lejos de Artur Mas y m¨¢s cerca del PP¡±, dijo ayer en una entrevista en Rac1. La l¨ªder del PP catal¨¢n insisti¨® en que Duran ¡°cada vez est¨¢ m¨¢s cerca de nosotros para evitar la independencia de Catalu?a¡±. Pero el margen de maniobra para el di¨¢logo entre el PP y Uni¨® es escaso, pues S¨¢nchez-Camacho da por muerta la v¨ªa que defiende Duran. ¡°Creo que la tercer¨ªa v¨ªa del modelo confederal de Duran no tiene camino, porque el propio Mas ya dijo que ya se hab¨ªa intentado y no ten¨ªa m¨¢s recorrido¡±.
Con todo, Duran est¨¢ dispuesto a sondear el nivel de disponibilidad del Gobierno a llegar a acuerdos concretos. Como primer paso, el democristiano, que preside la parte catalana de la Comisi¨®n Bilateral Estado-Generalitat, ha pedido que el organismo se re¨²na lo antes posible para abordar asuntos referidos a las infraestructuras. La Generalitat interpretar¨ªa como se?al favorable que se concretaran inversiones pendientes en materia de Cercan¨ªas.
Con o sin propuesta del Gobierno del PP, el nivel de enfrentamiento entre los dos socios de la federaci¨®n crece cada d¨ªa. El secretario de organizaci¨®n de CDC, Josep Rull, afirm¨® ayer que los ¡°matices¡± de Uni¨® no ayudan a explicar la hoja de ruta de CiU, ¡°que incluye el ejercicio del derecho a decidir y la formaci¨®n de un estado soberano en Europa¡±, informa Maiol Roger. Uni¨® contraatac¨® tras dejar Duran claro que Catalu?a ser¨ªa expulsada de la Uni¨®n Europea en caso de independencia. El portavoz democristiano insisti¨® en que el programa de CiU solo habla de hacer la consulta y del ¡°Estado propio¡±, no de elecciones plebiscitarias o independencia como propone ahora Converg¨¨ncia.
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