Panam¨¢, la cumbre de la transici¨®n iberoamericana

La Cumbre Iberoamericana que se celebra en Panam¨¢ este viernes y s¨¢bado se presenta como la de la renovaci¨®n, aunque ser¨ªa m¨¢s apropiado hablar de transici¨®n: los dirigentes que han impulsado en las ¨²ltimas d¨¦cadas la comunidad que agrupa a los 22 pa¨ªses de habla espa?ola y portuguesa en Europa y Am¨¦rica empiezan a retirarse del escenario, pero a¨²n no han llegado sus sucesores.

El Rey, que ha participado en todas las cumbres desde 1991, no acudir¨¢ a esta cita, convaleciente de la intervenci¨®n quir¨²rgica del pasado d¨ªa 24, y se har¨¢ presente a trav¨¦s de un mensaje grabado. Pero el Pr¨ªncipe solo lo sustituir¨¢ en parte: estar¨¢ en la inauguraci¨®n de la cumbre y en la cena de gala que el viernes ofrecer¨¢ el presidente paname?o, Ricardo Martinelli, a los restantes mandatarios, pero no en las sesiones plenarias; ni, sobre todo, en el retiro, la reuni¨®n a puerta cerrada en la que los l¨ªderes hablan a calz¨®n quitado y sin orden del d¨ªa.

La Casa del Rey ha hecho encaje de bolillos para que don Felipe est¨¦ sin estar (es decir, sin formar parte de la delegaci¨®n espa?ola, que encabeza el presidente Rajoy) y para llenarle una agenda de cuatro d¨ªas en el pa¨ªs centroamericano: inaugurar¨¢ un foro empresarial que re¨²ne a altos directivos de m¨¢s de un centenar de empresas (20 espa?olas), un centro cultural espa?ol y la nueva sede del Parlamento Latinoamericano. Y ya el domingo, tras la cumbre, participar¨¢ en la conmemoraci¨®n del V Centenario del Descubrimiento del Pac¨ªfico y en la apertura del Congreso de la Lengua Espa?ola. Pese al car¨¢cter protocolario de la mayor¨ªa de estos actos, don Felipe viaja solo a Panam¨¢, mientras que Rajoy lo har¨¢ con su esposa, Elvira Fern¨¢ndez.

La ausencia del Rey podr¨ªa ser coyuntural, pero la futura relaci¨®n de Espa?a con Am¨¦rica Latina pasa por el Pr¨ªncipe; as¨ª lo han entendido los sucesivos Gobiernos que, desde 1996, lo han enviado a las tomas de posesi¨®n de los presidentes iberoamericanos: a todos los conoce personalmente y con todos puede codearse.

Rebeca Grynspan, de Costa Rica, se perfila como nueva secretaria general

Quien se despedir¨¢ en Panam¨¢ es el secretario general iberoamericano, el uruguayo de origen espa?ol Enrique Iglesias, que desde 2005 ha pilotado esta modesta Commonwealth hispano-lusa, frente al desapego o la desconfianza de muchos mandatarios iberoamericanos. Tras concluir su mandato, Iglesias, de 83 a?os, estaba dispuesto a seguir en el puesto hasta la pr¨®xima cumbre, en Veracruz (M¨¦xico) en 2014, pero los Gobiernos han decidido sustituirlo en enero, tres meses despu¨¦s de Panam¨¢ y lejos los focos que atraen las reuniones de mandatarios. La excusa oficial para posponer hasta enero el relevo de Iglesias es evitar que este eclipsara los debates de la cumbre, pero lo cierto es que los Gobiernos han querido darse un margen suplementario de tiempo para buscar el consenso. No obstante, fuentes diplom¨¢ticas admiten que el nombre del sucesor (o m¨¢s bien sucesora) podr¨ªa anunciarse en Panam¨¢ si cuaja un acuerdo en torno a la candidatura que re¨²ne m¨¢s apoyos: la de la costarricense Rebeca Grynspan, administradora asociada del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), secretaria general adjunta de la ONU y ex vicepresidenta de su pa¨ªs.

Panam¨¢ ser¨¢ tambi¨¦n una cumbre de transici¨®n porque se aprobar¨¢ el informe Lagos ¡ªencargado en C¨¢diz al expresidente chileno Ricardo Lagos y a la excanciller mexicana Patricia Espinosa¡ª que propone una serie de medidas para relanzar la comunidad iberoamericana. La m¨¢s llamativa es el cambio de periodicidad de las cumbres, que pasar¨¢n de anuales a bienales a partir de 2014, por lo que se celebrar¨¢ los a?os pares, altern¨¢ndose con las cumbres entre Am¨¦rica Latina-Caribe y la Uni¨®n Europea.

Panam¨¢ tambi¨¦n deber¨ªa dar luz verde a un reparto m¨¢s equilibrado del coste de la Secretar¨ªa General Iberoamericana (Segib), unos siete millones de euros al a?o: del actual 70% soportado por Espa?a y Portugal (60% la primera, 10% la segunda) y el 30% Am¨¦rica Latina; se pasar¨ªa al 60-40.

El cambio en las cuotas evidenciar¨ªa el profundo cambio del escenario econ¨®mico que se ha producido en estos 23 a?os de cumbres iberoamericanas: la relaci¨®n entre las dos orillas del Atl¨¢ntico ya no consiste en el flujo de capitales en un sentido e inmigrantes en el otro; sino que incluso se ha invertido en muchos casos.

Si la asistencia de l¨ªderes es un term¨®metro del atractivo que a¨²n conserva la comunidad iberoamericana, la cumbre de Panam¨¢ puede estar m¨¢s cerca del fiasco de Asunci¨®n (Paraguay), en 2011, a la que faltaron la mitad de los mandatarios; que del ¨¦xito de C¨¢diz, en 2012, que registr¨® un lleno casi total. Confirmadas las ausencias del rey Juan Carlos, Cristina Fern¨¢ndez (Argentina), Jos¨¦ M¨²jica (Uruguay) y Rafael Correa (Ecuador); y descontadas las de Ra¨²l Castro (Cuba) y Nicol¨¢s Maduro (Venezuela); a estas pueden sumarse las de Sebasti¨¢n Pi?era (Chile), Dilma Rousseff (Brasil) o Daniel Ortega (Nicaragua).