Otra vuelta de ingenier¨ªa jur¨ªdica
El Gobierno pidi¨® que el tribunal no exigiese la libertad de la etarra Del R¨ªo
Los rumores y manipulaciones desde el mismo d¨ªa de la sentencia de Estrasburgo, 21 de octubre, son incontables. Uno: que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional fue convocada a pleno el martes 22 sin siquiera ser ¡°notificada¡±. La verdad: el Gobierno les hizo llegar enseguida, sin perder un minuto, la sentencia, pero he aqu¨ª que en p¨²blico, y sin ambages en privado, ha reprochado a los magistrados su sumar¨ªsima reuni¨®n para resolver. Otro: la sentencia, para el Gobierno, no va m¨¢s all¨¢ de la etarra In¨¦s del R¨ªo. Y lo ¨²ltimo: los magistrados que impulsaron la doctrina Parot¡ªno todos, alg¨²n autor intelectual, fuera de la judicatura, mantiene silencio¡ª reivindican p¨²blicamente su punto de vista y prometen m¨¢s ingenier¨ªa jur¨ªdica.
El embajador permanente de Espa?a ante el Consejo de Europa, Fernando Alvar Gonz¨¢lez, recibe la sentencia. Se hace una traducci¨®n jurada al espa?ol. Exteriores traslada los documentos a Justicia, que los entrega el lunes a la Audiencia para que la Sala de lo Penal proceda. ?Por qu¨¦ esta celeridad? Es evidente. La Gran Sala de Estrasburgo vota por unanimidad una sola cosa de varias a debate: la prisi¨®n, m¨¢s all¨¢ de lo que cab¨ªa seg¨²n la redenci¨®n que estipula el C¨®digo Penal de 1973, es ilegal. El Gobierno solicita que el tribunal no use su poder ¡°excepcional¡± para exigir a Espa?a una cosa concreta: la libertad de la etarra. Para el tribunal en ¡°algunos casos excepcionales, la naturaleza de la violaci¨®n se?alada puede ser tal como para no dejar opci¨®n real en cuanto a las medidas necesarias que pongan remedio a ello y el tribunal puede decidir que indica ¨²nicamente esa medida¡±. Y por eso recomienda la medida: ¡°Incumbe al Estado demandado garantizar que la recurrente sea puesta en libertad a la mayor brevedad posible¡±.
Por tanto, el Gobierno no quiere incurrir en incumplimiento. Pero es evidente que no solo va a llover en Espa?a el d¨ªa que se conoce la sentencia. Esa lluvia se convertir¨¢ en tormenta por el malestar de los familiares de las v¨ªctimas. Entonces, el Gobierno y el Tribunal Supremo buscan maniobrar. La idea: retrasar la puesta en libertad de los terroristas.
El presidente del Supremo, Juan Saavedra, convoca un pleno de la Sala Segunda el 12 de noviembre para analizar la sentencia de Estrasburgo. Nada que ver con la premura de la Audiencia. Dos ser¨¢n los ponentes: Juli¨¢n S¨¢nchez Melgar, ponente de la doctrina en 2006, y Joaqu¨ªn Jim¨¦nez, cuya posici¨®n contraria a aplicar retroactivamente la ley se recogi¨® en un voto particular, junto con otros dos magistrados.
La f¨®rmula ¡°dilatadora¡± que se baraja ahora es que los terroristas que caen bajo las consecuencias de la sentencia de Estrasburgo, excepto aquellos que ya tuvieran fecha de excarcelaci¨®n (que la doctrina Parot se llev¨® por delante) deber¨ªan presentar un recurso de revisi¨®n ante el Supremo. Mediante este recurso se tramitar¨ªa la aplicaci¨®n de la sentencia de Estrasburgo, anul¨¢ndose las condenas y sustituy¨¦ndolas por la que se deriva de la nueva sentencia. M¨¢s ingenier¨ªa jur¨ªdica pues. Este curso de acci¨®n cuestiona la versi¨®n oficial sobre la ¡°exclusividad¡± del caso de In¨¦s del R¨ªo.
Pero la sentencia se refiere m¨¢s concretamente a ello, a los ¡°otros¡± que se benefician, en el p¨¢rrafo 114: ¡°(...) La nueva interpretaci¨®n del Tribunal Supremo, que hizo ineficaces las redenciones de sentencia ya concedidas, condujo en la pr¨¢ctica a la recurrente y a otras personas en situaci¨®n similar al ser privadas de los beneficios del sistema de redenci¨®n¡±.
La moraleja que sugiere la conducta del Gobierno en la gesti¨®n de la informaci¨®n y comunicaci¨®n, y no menos importante, la lecci¨®n de la conducta de todos aquellos que colaboraron en la ingenier¨ªa jur¨ªdica ahora desmontada y que a estas alturas intentan continuar por otros medios, es la siguiente: con las v¨ªctimas y sus familiares no se juega.
O no se deber¨ªa.
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