Seis v¨ªctimas del gris¨²
Estos son los hombres que perdieron la vida en la mina
El picador que muri¨® como un h¨¦roe
Todos en Pola de Gord¨®n conoc¨ªan a Orlando. Era de Paradilla de Gord¨®n, pero en invierno viv¨ªa en Pola con su madre para evitar las crudas nevadas que caen en su pueblo natal.
Orlando muri¨® como un h¨¦roe: intentando salvar a sus compa?eros. ?l no se encontraba en la galer¨ªa 7, donde se origin¨® el accidente, pero cuando le avisaron no dud¨® en entrar para intentar salvarles. En seguida result¨® afectado por el gris¨² y muri¨® en el acto. ¡°Lleg¨® corriendo all¨¢, pero fue entrar y muri¨®; hizo lo que pudo¡±, cuenta Eric Rodr¨ªguez, uno de sus colegas que ayer no falt¨® al homenaje que hicieron para todas las v¨ªctimas en la Plaza Mayor de Pola.
Orlando ten¨ªa un hermano, Jos¨¦ Manuel, que vive en Geras y que no se dedica a la miner¨ªa. Su amiga Maite Mieres recuerda su simpat¨ªa y su humor. Amigos desde la juventud, salieron de fiesta much¨ªsimas veces juntos, y lo que m¨¢s le gustaba de ¨¦l era su espontaneidad, pues siempre estaba haciendo planes. ¡°De repente te propon¨ªa ir a tomar un caf¨¦ a Gij¨®n, que est¨¢ a dos horas de aqu¨ª; siempre andaba de ruta con su todoterreno¡±. En los ¨²ltimos tiempos, Orlando compart¨ªa planes y viajes con su novia, Marta, con quien se le ve¨ªa muy feliz, seg¨²n asegura Maite.
De padre minero, Orlando regent¨® un bar de copas en Pola llamado Metro cuadrado. Un poco antes fue repartidor y los vecinos sol¨ªan verle con su furgoneta de un lado para otro. Despu¨¦s entr¨® en la mina, donde llevaba doce a?os como picador. ¡°Una vez le dije a Orlando que si cre¨ªa que mi marido, que es alba?il y estaba sin trabajo, podr¨ªa incorporarse al pozo. Me aconsej¨® que lo mantuviera lejos de all¨ª, que eso no era vida¡±, recuerda su amiga Maite.
¡°Nacido para currar¡±, llevaba escrito su casco
Jos¨¦ Luis Arias, de 45 a?os, es el ¨²nico asturiano que se encuentra entre los fallecidos. Naci¨® en el concejo de Pola de Lena, donde a¨²n viv¨ªa con su mujer y sus dos hijos, de 12 y 6 a?os. Cuando se qued¨® sin trabajo en su Asturias natal, busc¨® en Le¨®n otra mina para seguir gan¨¢ndose la vida. As¨ª, recorr¨ªa a diario los 90 kil¨®metros que separaban su casa del pozo de Emilio del Valle para trabajar.
¡°Siempre iba con otros tres compa?eros asturianos¡±, cuenta uno de sus compa?eros, que le define como una persona simp¨¢tica pero muy reservada y, ante todo, profundamente trabajadora. ¡°Era muy pele¨®n, durante la huelga del a?o pasado estuvo al pie del ca?¨®n desde el primer al ¨²ltimo d¨ªa, recuerdan los que lo conocieron.
Jos¨¦ Luis era soutirador, es decir, dentro de la mina era el responsable de descargar el carb¨®n, y era f¨¢cil reconocerle porque en su casco, este asturiano hab¨ªa pintado con rotulador permanente el lema ¡°Nacido para currar¡±.
¡°No hablaba mucho, ni de ¨¦l mismo ni de sus aficiones, pero a todo el mundo le llamaba la atenci¨®n esa pintada en el casco¡±, cuentan sus colegas.
Minero desde que ten¨ªa 20 a?os
Roberto ?lvarez ten¨ªa 35 a?os y Zorr¨ªn, el de Fontanos era su apodo, porque todos en la mina tienen su mote. Era el m¨¢s joven de los fallecidos y uno de los trabajadores m¨¢s alegres del pozo, de buen humor, aunque fuese lunes y tuviese muchas horas por delante. ¡°Siempre llevaba una bota de vino llena y nos ofrec¨ªa a todos. Era generos¨ªsimo¡±, recuerda su compa?ero Eric. Era de una familia con tradici¨®n minera: su padre lo fue y todos sus hermanos estaban ya prejubilados.
Roberto era picador, pero adem¨¢s estaba en la brigada de salvamento. Fue minero desde que termin¨® la Formaci¨®n Profesional, hace 15 a?os, y no conoci¨® otra manera de ganarse la vida. En sus ratos libres se dedicaba al pastoreo del ganado familiar y a la caza. Estaba casado y ten¨ªa una ni?a de dos a?os y un ni?o de meses. Su amigo le conoci¨® entre ca?a y ca?a, antes de que se convirtieran en compa?eros de trabajo. ¡°?bamos juntos a las fiestas de los pueblos de por aqu¨ª. As¨ª nos conocimos. Y ¨¦l siempre te ofrec¨ªa todo lo que ten¨ªa: casa para dormir, comida o lo que hiciera falta. Lo que m¨¢s me gustaba de ¨¦l era la alegr¨ªa que ten¨ªa siempre, era un ejemplo de persona¡±.
Un apasionado de los deportes
Manuel Moure, de 39 a?os, naci¨® en Ci?era de Gord¨®n, una localidad del mismo t¨¦rmino municipal donde est¨¢ la mina donde falleci¨® mientras ejerc¨ªa su trabajo diario como picador. Era de familia minera, de hecho, su padre fue vigilante de otra explotaci¨®n hasta que se jubil¨®. Este fue uno de los primeros que lleg¨® el lunes a la mina donde se produjo el siniestro y qued¨® roto de dolor al recibir la noticia de que su hijo era una de las v¨ªctimas.
Manuel era un apasionado de los deportes, sobre todo del baloncesto, que practicaba desde ni?o, pero tambi¨¦n le gustaba el alpinismo, el senderismo y la escalada. ¡°Era una persona s¨²peralegre y bromista¡±, recuerda Jos¨¦ Antonio, amigo de Ci?era ¡°de toda la vida¡±. ¡°Siempre participaba en las fiestas del pueblo. Se apuntaba siempre al descenso del r¨ªo en canoa y tambi¨¦n a los autos locos, un concurso que consiste en construirse un coche y bajar con ¨¦l por una cuesta¡±, dice su amigo.
Manuel estaba casado y compart¨ªa su amor por la monta?a con su esposa. Viv¨ªa en Llanos de Alba, y, adem¨¢s, ten¨ªa una ni?a de pocas semanas de edad. Precisamente, acababa de volver de una baja por paternidad cuando sufri¨® el mortal accidente.
Este leon¨¦s tambi¨¦n ten¨ªa dos hermanos, aunque ellos no se dedican a la miner¨ªa. ¡°Hoy he perdido una parte de m¨ª. Hoy es sin lugar a dudas el d¨ªa m¨¢s triste de mi vida...¡±, escribi¨® ayer uno de ellos, Roberto, en su perfil de Facebook.
¡°Se pon¨ªa a trabajar y no levantaba la cabeza¡±
Juan Carlos P¨¦rez, de 41 a?os, era de Bembibre, en la comarca de El Bierzo (Le¨®n). Era el vigilante de la galer¨ªa y no le dio ni tiempo a darse cuenta del escape de gris¨².
Casado y padre de dos hijos (una de 11 a?os y otro de 18), se traslad¨® a esta zona hace dos a?os. Desde entonces, trabajaba en la mina. Sus compa?eros le recuerdan muy trabajador. ¡°Se pon¨ªa a trabajar y no levantaba la cabeza de lo suyo, pero siempre estaba dispuesto a ayudar a todo el mundo¡±, cuenta uno de ellos.
Tras vivir unos meses en La Pola de Gord¨®n, se traslad¨® a Le¨®n con toda la familia. A¨²n as¨ª, aprovechaba los fines de semana para acercarse al pueblo y visitar a sus padres.
Era un muy aficionado al f¨²tbol, especialmente al F. C. Barcelona y resultaba habitual verle en alg¨²n bar de La Pola de Gord¨®n o Le¨®n cuando hab¨ªa partido. El ¨²ltimo lo vio el s¨¢bado pasado en su pueblo: fue el cl¨¢sico entre el Real Madrid y su Bar?a, a quien tuvo la satisfacci¨®n de ver ganar.
¡°Ten¨ªa que haberse jubilado en agosto¡±
Antonio Blanco hab¨ªa nacido en Robles de la Valcueva hace 42 a?os. Sus compa?eros le apodaban Tori, porque descend¨ªa del valle del Torio. Estaba casado y ten¨ªa una hija de corta edad. Con sus dos mujeres viv¨ªa en Le¨®n, desde donde se desplazaba a diario para trabajar en el pozo Emilio del Valle, donde era soutirador, es decir, encargado de transportar el carb¨®n extra¨ªdo.
No siempre fue minero. De joven comenz¨® a trabajar con su padre, que era pintor, pero despu¨¦s entr¨® en el tajo, igual que su hermano, que tambi¨¦n trabajaba para la Hullera Vasco Leonesa.
Emma y Eloy, due?os del restaurante El Valle, el m¨¢s cercano al pozo, le conoc¨ªan desde ni?o. De hecho, uno de sus hijos acompa?¨® el lunes al hermano menor de Antonio al tanatorio de Le¨®n, donde le estuvieron velando toda la noche. ¡°Se ten¨ªa que haber jubilado el pasado agosto, pero debido a la modificaci¨®n de la edad de jubilaci¨®n del plan minero, le tocaba trabajar un a?o m¨¢s¡±, contaba Emma.
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