La Audiencia estudia priorizar la libertad de los presos de la ¡®v¨ªa Nanclares¡¯
La sentencia del tribunal de Estrasburgo afecta a ocho de los 20 reclusos
La Audiencia Nacional tiene sobre la mesa una propuesta de los abogados de los presos de ETA arrepentidos y acogidos a la v¨ªa Nanclares para que su salida de prisi¨®n sea prioritaria, tras la anulaci¨®n de la aplicaci¨®n retroactiva de la doctrina Parot por la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.
La sentencia del Tribunal de Estrasburgo, del pasado 21 de octubre, no afecta a todo el colectivo, que incluye a una veintena de presos, pero s¨ª a una minor¨ªa simb¨®lica. Se trata de Andoni Alza, Fernando Luis de Astarloa, I?aki Rekarte, Joseba Arizmendi, Luis Mar¨ªa Lizarralde, Kepa Pikabea, Joseba Urrusolo y Carmen Guisasola, cuyas condenas fueron aumentadas hasta los 30 a?os por la aplicaci¨®n retroactiva de dicha doctrina. Los recursos de tres de ellos, Alza, Rekarte y Lizarralde se encontraban ya entre los 37 que la Audiencia tiene pendientes de resolver.
Los abogados de estos presos se han hecho eco de la presi¨®n de los partidos vascos, con la excepci¨®n de Sortu, que consideran que los acogidos a la v¨ªa Nanclares deben tener un reconocimiento especial por su valor al romper con el terrorismo y al reconocer el da?o causado a las v¨ªctimas, lo que ha supuesto su enfrentamiento con ETA desde la c¨¢rcel.
Los partidos vascos creen que la medida tendr¨ªa efecto pedag¨®gico
Los partidos vascos creen, tambi¨¦n, que ese reconocimiento tiene un sentido pedag¨®gico, al primar la v¨ªa de reinserci¨®n social de los presos como ejemplo para el futuro del resto del colectivo de reclusos de ETA.
Otro argumento de peso es el propio impacto en la opini¨®n p¨²blica de esta decisi¨®n. Para numerosos ciudadanos que ven con reticencia la excarcelaci¨®n de decenas de presos de ETA como consecuencia de la aplicaci¨®n de la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, resulta mucho m¨¢s asumible que se prime la excarcelaci¨®n de quienes han rechazado el terrorismo y han reconocido el da?o causado a las v¨ªctimas frente a la de los que no lo han hecho.
Un recluso participar¨¢ en un encuentro p¨²blico con v¨ªctimas
Las encuestas se?alan que una mayor¨ªa de ciudadanos asume la reinserci¨®n de los presos etarras que se arrepientan de sus delitos. Son minor¨ªa los ciudadanos que se oponen a su reinserci¨®n, que es la tesis que propagan la FAES y su presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.
Los ocho presos de la v¨ªa Nanclares afectados por la doctrina Parot llevan cumplidos m¨¢s de 20 a?os de condena. Excepto Andoni Alza, fueron condenados por delitos de sangre. Tres de ellos, los m¨¢s conocidos ¡ªJoseba Urrusolo, Carmen Guisasola y Kepa Pikabea, que atentaron en Madrid y Barcelona en los a?os de plomo¡ª, al haber sido detenidos en Francia, han cumplido parte de su condena en el pa¨ªs vecino, y esa parte de la misma no les ha sido computada en Espa?a.
Urrusolo, Guisasola y Pikabea discreparon p¨²blicamente de la estrategia de ETA de continuar con el terrorismo hace una decena de a?os e incluso antes. Urrusolo conden¨® en 1997 el asesinato del concejal del PP Miguel ?ngel Blanco. Y en mayo de 2010, los tres, junto con Fernando Luis de Astarloa y otros cuatro presos etarras, suscribieron desde la c¨¢rcel una carta en la que reconoc¨ªan y se mostraban dispuestos a reparar el da?o causado a las v¨ªctimas del terrorismo y ped¨ªan al resto de la banda que hiciera lo mismo.
En declaraciones m¨¢s recientes, este mismo verano, denunciaron la actitud de la direcci¨®n de ETA de no dejar a sus presos acogerse a la legalidad y a los beneficios penitenciarios.
La Audiencia Nacional ha empezado, lentamente, a reactivar esta v¨ªa tras un par¨®n de a?o y medio. A Joseba Urrusolo y Valent¨ªn Lasarte se les han concedido permisos penitenciarios de fin de semana en los ¨²ltimos meses.
Asimismo, la Audiencia Nacional ha permitido que los pr¨®ximos 21 y 22 de noviembre participe un preso de la v¨ªa Nanclares en unos encuentros entre v¨ªctimas y victimarios que se van a celebrar en la Facultad de Ciencias Empresariales de Vitoria. Lo har¨¢ junto a I?aki Garc¨ªa Arrizabalaga, hijo del delegado de Telef¨®nica en San Sebasti¨¢n, asesinado por los comandos aut¨®nomos en 1980, y con Agnes Moro, la hija de Aldo Moro, primer ministro italiano asesinado por las Brigadas Rojas, y la exmilitante de esta organizaci¨®n terrorista Adriana Faranda.
Esta presencia romper¨¢ una racha de prohibiciones. En mayo de 2012, a Carmen Guisasola, adscrita a la v¨ªa Nanclares, Instituciones Penitenciarias le prohibi¨® acudir al debate organizado por el Gobierno vasco dentro de unas jornadas dedicadas a las v¨ªctimas del terrorismo. M¨¢s recientemente, a Luis Carrasco, tambi¨¦n adscrito a la v¨ªa Nanclares, se le prohibi¨® participar en un encuentro p¨²blico con Maixabel Lasa, la viuda de su v¨ªctima, Juan Mar¨ªa J¨¢uregui, gobernador civil de Gipuzkoa, organizado por una asociaci¨®n pr¨®xima a la Iglesia y en el que tambi¨¦n particip¨® la ex directora general de Instituciones Penitenciarias Mercedes Gallizo.
Los partidos vascos, incluido el PP, valoran estos encuentros por el efecto bals¨¢mico que tienen en las v¨ªctimas del terrorismo y por lo que suponen de ejemplo expansivo para otros presos de ETA.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.