Chute de autoestima antes de la batalla
Los socialistas acordaron dejar fuera los asuntos espinosos: Catalu?a y las primarias
![Luz S¨¢nchez-Mellado](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F8fa6d141-6327-4b3a-ba1c-06d47dfc5fb2.jpg?auth=83e5f118677c09bcd05b5e7c3bd2bd322707e7e9095295e6017bde16d9ee2d96&width=100&height=100&smart=true)
Ven¨ªan anhelantes. A¨²n alica¨ªdos, pero con lo peor del duelo ya pasado y llorados de casa. Acud¨ªan como quien acude a una terapia de grupo: a estar juntos, a sacar los demonios, a escuchar el rapapolvo del sentido com¨²n ajeno, a cambiar de actitud en su propio beneficio. A darse besos, o collejas, pero de frente, como buenos hermanos pol¨ªticos. Todo por recuperar la autoestima y la confianza devastada de sus votantes de toda la vida. Lo segundo est¨¢ por ver. Pero lo primero lo cumplieron a conciencia, aunque se hicieran ellos mismos trampas al solitario. Acordaron dejar fuera los asuntos espinosos: Catalu?a y las primarias, para no reventar el globo antes de tiempo, y consiguieron ¡ªno es poco¡ª autoafirmarse, darse un ba?o de compa?erismo y aparcar la batalla territorial y sucesoria que los tiene divididos. Al menos, hasta el lunes.
Para ello, tuvieron que tirar de estrellas, aunque sean pocas y de brillo relativo. El partido que dispuso de todo el poder local solo pudo presumir de dos barones, la andaluza Susana D¨ªaz y el asturiano Javier Fern¨¢ndez, y alg¨²n alcalde de capital contable con los dedos de una mano. Bueno, tambi¨¦n de dos se?ores expresidentes del Gobierno. Dos patriarcas que vinieron por separado, en orden cronol¨®gico e incluso alfab¨¦tico, a darles su homil¨ªa y que cosecharon una acogida diferente entre la parroquia. A Felipe Gonz¨¢lez, el abuelo, el t¨®tem, el tit¨¢n que hizo posible todo lo que ahora est¨¢ desmantelando el PP, seg¨²n el discurso mayoritario, se lo com¨ªan a flashazos las c¨¢maras, a palmetones los caballeros, y a besos las se?oras, como un santo en vida. A muchos les faltaba santiguarse a su paso. A Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, ZP, el padre los derechos civiles, el adalid de la igualdad, pero tambi¨¦n el responsable del principio del fin del idilio con el electorado, se le rindi¨® un tributo c¨¢lido, pero mucho m¨¢s humano que divino. ?l sabe lo que es pasar del cielo al infierno. A¨²n vive en el purgatorio.
La estrella, sin embargo, fue Susana, a secas, como llaman todos a Susana D¨ªaz Pacheco, 38 a?os, presidenta de la Junta de Andaluc¨ªa. Como a una estrella del rock, casi como a Beyonc¨¦, la despidieron los presentes, cuando pronunci¨® el discurso inaugural del evento. D¨ªaz, de blanco y negro, dej¨® todo el riesgo, calculad¨ªsimo, para su parlamento, en el que, desde la autocr¨ªtica m¨¢s feroz que se ha escuchado a ning¨²n cargo hacia su propio partido, llam¨® a los presentes a cerrar heridas, dejarse de ombliguismos y salir a la calle a recuperar uno a uno los votos perdidos. La corriente de electricidad con que carg¨® las bater¨ªas de los presentes casi funde los plomos. Hasta Jos¨¦ Mar¨ªa Barreda, expresidente de Castilla-La Mancha y partidario de Carme Chac¨®n como presunta candidata a las presuntas primarias para suceder a Rubalcaba, se confesaba encantado por el descubrimiento de la compa?era baronesa en la distancia corta.
¡°Primarias¡± y ¡°Catalu?a¡±, las dos palabras prohibidas en el estrado, hac¨ªan sin embargo furor en los corrillos de los 2.500 delegados, todos con el escapulario tama?o cuartilla que la organizaci¨®n impuso como identificaci¨®n hasta al ¨²ltimo mono. Una tormenta de ideas de una multinacional en fin de semana. As¨ª era el ambiente. Besos, abrazos, desvirtualizaciones de gente que solo se conoc¨ªa de las redes sociales. Y mucha, much¨ªsima foto de m¨®vil para demostrar que ellos estuvieron all¨ª, en lo que quieren que sea el principio del fin de la debacle. Eduardo Madina, quiz¨¢ por su experiencia como fan en conciertos indies, fue el que m¨¢s pos¨® para los compa?eros. Seguro que, como todos, a¨²n no se ha quitado de los t¨ªmpanos la musiquilla del partido, un la-la-la en bucle interpretado por una coral sinf¨®nica, que ameniz¨® toda la jornada.
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