Un empresario estafa 11 millones al Gobierno y a la Comunidad de Madrid

Las notificaciones de la Comunidad de Madrid amontonadas en el despacho hicieron saltar las alarmas. Hab¨ªa que justificar el dinero recibido para cursos de formaci¨®n, pero el empresario Jos¨¦ Luis Aneri ten¨ªa otro problema encima de la mesa: su vida. Para entonces, este cordob¨¦s de 34 a?os hab¨ªa perdido el control. Inmerso en una espiral de gastos de lujo, drogas y prostituci¨®n, su labor al frente de la empresa que dirig¨ªa, Sinergia Empresarial Avanzada, era m¨¢s nominativa que real.

Esa carrera desenfrenada hacia ninguna parte termin¨® por estallar en verano de este a?o. Los t¨¦cnicos de la Direcci¨®n General de Empleo de la Comunidad de Madrid le hab¨ªan hecho toda clase de requerimientos para que justificase el dinero y no hab¨ªan obtenido respuesta de Aneri. A partir de ah¨ª comenz¨® una investigaci¨®n que acab¨® por destapar un agujero de 4,4 millones de euros. El sistema de Aneri era sencillo: ofrec¨ªa a distintas asociaciones empresariales gestionar las subvenciones que recib¨ªan de la Comunidad de Madrid para cursos de formaci¨®n. Luego se inventaba los alumnos y falsificaba identidades de los estudiantes para as¨ª conseguir m¨¢s dinero. La falta de controles en la administraci¨®n le hac¨ªa salir siempre victorioso, pero su mala vida y su sensaci¨®n de impunidad acabaron por descubrirle.

A finales de verano, seg¨²n algunos extrabajadores, Aneri hab¨ªa dejado pr¨¢cticamente de existir. No atend¨ªa llamadas, se ausentaba sin motivo, a veces, si los empleados iban a su casa, les recib¨ªa desnudo, fuera de s¨ª.

Cualquiera dir¨ªa que se trata de la misma persona que en tan solo cinco a?os pas¨® de organizar cursos para cortar jam¨®n en C¨®rdoba a partir el bacalao en Madrid. Su apogeo vino de la mano de unas 30 asociaciones que le dieron a este licenciado en Derecho todo el poder sobre el dinero p¨²blico que recib¨ªan. Los que le conocen dicen de ¨¦l que es una persona brillante, un embaucador, un virtuoso capaz de organizar decenas de planes de cursos en tan solo un fin de semana.

Su exesposa, Celia Jariol, quiso tramitar en febrero el divorcio. ¡°Mi vida con ¨¦l fue un enga?o tras enga?o. S¨¦ que puso mi nombre a algunas de sus empresas, pero no s¨¦ nada porque ¨¦l me dejaba al margen de todo¡±, se?al¨® esta semana a este diario.

Sin su mujer y sus dos hijos, Aneri se sumergi¨® en la noche madrile?a. En su p¨¢gina de Facebook hab¨ªa, hasta su cierre hace cuatro d¨ªas, numerosas fotograf¨ªas en las que se le ve¨ªa acompa?ado de atractivas mujeres. Como quien colecciona cromos. La ¨²ltima vez que le vieron por la calle de Orense, donde a¨²n est¨¢ su oficina, fue hace tres meses y estaba mucho m¨¢s delgado.

Sus conocidos resaltan su obsesi¨®n por vestir siempre de forma combinada y pulcra. Y los zapatos, lo m¨¢s brillantes posible. El empresario tampoco escatimaba con los rayos UVA y la gomina. Su atuendo era, acaso, excesivamente cinematogr¨¢fico. Sus maneras, adem¨¢s, le delataban: sol¨ªa pagar sus compras sacando del bolsillo trasero del pantal¨®n un fajo de billetes sujetos con una pinza. ¡°Aquello era para verlo; solo ten¨ªa de 100 y de 500. No era normal¡±, recuerda uno de los vendedores. ¡°No pensaba que fuera un triunfador; m¨¢s bien cre¨ªa que era un traficante o algo as¨ª¡±, a?ade.

En agosto, el tipo ¡°correct¨ªsimo¡±, como le recuerdan sus vecinos, dej¨® de comprar la prensa econ¨®mica. Tal vez ya no le interesaba: a fin de cuentas, hab¨ªa conseguido cuadrar su caja. El problema, ahora, lo tienen las distintas asociaciones. El Gobierno regional les reclama la devoluci¨®n del dinero p¨²blico a pesar de que algunas de ellas no pueden afrontar los pagos. La investigaci¨®n tambi¨¦n ha desvelado otro posible agujero en las subvenciones del Ministerio de Empleo, unos 6 millones de euros. En total, podr¨ªa haber estafado 11 millones. A¨²n quedan por revisar muchos a?os de ayudas en cursos gestionados por Aneri.

Quedan a¨²n muchas inc¨®gnitas en esta historia. Para empezar, nadie le ha denunciado todav¨ªa, ni las empresas supuestamente estafadas, ni las administraciones que reclaman ahora el dinero. Tampoco se sabe d¨®nde est¨¢. Su pista conduce a Brasil, pero solo hay indicios. En su extinto perfil de Facebook se ve¨ªan hasta hace poco fotograf¨ªas tambi¨¦n de lugares paradis¨ªacos, hoteles de lujo y celebraciones. Algunos de los comentarios estaban escritos en portugu¨¦s por personas que figuraban entre sus amigos y que son de nacionalidad brasile?a.

En su huida hacia el infierno, Aneri dej¨® en la estacada a sus antiguos compa?eros de correr¨ªas. El sector de la noche forma parte del n¨²cleo de empresas estafadas. La resaca puede salirle muy cara.