La Muela, con el viento en contra

M¨¦xico, Rep¨²blica Dominicana y Brasil a precio de ganga. Afortunados vecinos de La Muela (Zaragoza) pagaron solo 300 euros por conocer estos id¨ªlicos destinos. Era su Ayuntamiento el que subvencionaba los viajes en los que la alcaldesa, Mariv¨ª Pinilla (PAR) casi siempre participaba. ¡°Es lo normal cuando te hacen precio de grupo¡±, defiende un vecino que comparti¨® butaca de avi¨®n con la exregidora en varias ocasiones, y que ahora prefiere no dar su nombre para evitar problemas con detractores de la alcaldesa que levant¨® tres museos, un auditorio, un complejo deportivo y una plaza de toros. El fiscal acaba de pedir para ella, imputada por varios delitos, 37 a?os de c¨¢rcel. El actual Ayuntamiento, personado como acusaci¨®n particular, eleva su petici¨®n a 69 a?os de prisi¨®n y una multa de 37 millones de euros.

Hoy, La Muela es un municipio plagado de instalaciones cerradas, que lleg¨® a cortar la luz por falta de liquidez. Lo que sucedi¨® entre medias fue una trama de corrupci¨®n que dej¨® una deuda en el Ayuntamiento de 25 millones de euros y un agujero tributario de 8,5.

La industria e¨®lica encontr¨® en esta localidad a 20 kil¨®metros de Zaragoza un lugar privilegiado. Se plantaron en sus alrededores 500 molinos. El dinero proveniente de la venta y alquiler de estos terrenos lo convirti¨® en uno de los m¨¢s ricos de Espa?a. En 10 a?os quintuplic¨® su poblaci¨®n: de 800 a 5.000 habitantes. El viento que los hizo crecer empez¨® a soplar en su contra cuando el 18 de marzo de 2009 se destap¨® la trama de corrupci¨®n urban¨ªstica que supuestamente hab¨ªa tejido durante a?os la alcaldesa.

Los vecinos se despertaron aquel d¨ªa con la noticia de que su regidora, la que daba facilidades para entrar en su despacho, estaba siendo investigada por delitos econ¨®micos. A partir de ese momento comenz¨® a desvelarse su alto tren de vida. Tras cuatro a?os de instrucci¨®n, el escrito con las conclusiones del fiscal del caso detalla los regalos que recibieron tanto Pinilla como sus familiares a cambio de favorecer a las constructoras con recalificaciones irregulares: siete coches, la mayor¨ªa de alta gama, una pista de tenis, un banquete de boda, pisos en C¨¢diz, Rep¨²blica Dominicana y Zaragoza... Seg¨²n el documento, entre 2008 y 2009 Pinilla y su marido viajaron a Polinesia, Italia, Argentina y el Caribe. El fiscal estima que la familia recibi¨® en nueve a?os casi tres millones de euros.

La exregidora se enfrenta a 37 a?os de prisi¨®n por cohecho, prevaricaci¨®n y blanqueo. Su esposo, Juan Antonio Embarba, a 11 a?os y medio; su hijo Jorge, a cuatro, y los otros dos, V¨ªctor y Juan Antonio, a tres. El primo de la exalcaldesa, Carmelo Aured, que actuaba como mediador, afronta 19 a?os de c¨¢rcel. Para Juli¨¢n de Miguel, propietario de la empresa que result¨® beneficiada por los supuestos tejemanejes, el fiscal pide 26 a?os de prisi¨®n.

La Muela conjuga las construcciones modernas con edificios bajos de piedra. El aire fr¨ªo de diciembre se cuela entre sus calles, estrechas las del casco antiguo y anchas las m¨¢s nuevas. Es un pueblo en el que muy pocos han nacido, gran parte de su padr¨®n se compone de zaragozanos instalados aqu¨ª en busca de una segunda residencia o una casa espaciosa y asequible. Pinilla sembr¨® este escenario de placas para recordar qui¨¦n era la alcaldesa que lo promocion¨® a la primera divisi¨®n en materia de servicios y ocio. Hay una en el auditorio ¡ªque ahora solo acoge la disco m¨®vil de las fiestas del pueblo y acumula pintadas¡ª, otra en la plaza de toros que un d¨ªa vio actuar a Julio Iglesias, una m¨¢s en el front¨®n y otra en la biblioteca.

La hiedra se come el museo dedicado a la vida, un edificio moderno de madera y aluminio. La impresionante cubierta vegetal del centro de interpretaci¨®n del viento est¨¢ mustia. Los ladrones han robado la luminaria de las farolas que los alumbran. Durante un tiempo, el Ayuntamiento no tuvo dinero ni para pagar la luz, lo que oblig¨® a cerrar instalaciones cuando se escond¨ªa el sol y a apagar los sem¨¢foros, que ya vuelven a marcar el paso de los coches.

Gran parte de las operaciones irregulares destapadas en la Operaci¨®n Molino se concentran en un inmenso terreno a las afueras del pueblo destinado a convertirse en una macrourbanizaci¨®n llamada Urcamusa Norte. El fiscal sostiene que la alcaldesa vendi¨® este suelo p¨²blico a un empresario amigo, Juli¨¢n de Miguel, sin concurso previo y a cambio de fabulosos obsequios que quedaban registrados en una contabilidad b. Ese terreno, que se comenz¨® a urbanizar, muere poco a poco, cubierto de rastrojos y salpicado de agujeros, los que dejaron los ladrones de cobre al robar las tapas de las alcantarillas.

Santiago Pasamar, vecino del pueblo, recuerda sujetando a su perro para que no caiga en uno de los numerosos hoyos el aspecto que ten¨ªa la futura urbanizaci¨®n cuando la visit¨® antes de comprar una parcela por 120.000 euros. ¡°Hab¨ªa jardines, estaba lleno de gr¨²as, vi incluso un parque infantil. Despu¨¦s de comprar la finca fui muchas veces al Ayuntamiento para asegurarme de que el proyecto era fiable, y ellos promet¨ªan que s¨ª, pero mira ahora¡±, explica. El plan de Pasamar parec¨ªa perfecto: un terreno donde levantar su chalet a escasos kil¨®metros de Zaragoza en un pueblo donde exist¨ªa una oferta de ocio y servicios comparables a los de una ciudad.

Hab¨ªa incluso un zoo. Alberto Cort¨¦s fue durante dos a?os el director adjunto del Aviapark, el parque de animales ex¨®ticos de La Muela, con m¨¢s de 400 ejemplares. Desde que conoci¨® el proyecto, Cort¨¦s se mostr¨® muy interesado en involucrarse en este parque, que acab¨® convirti¨¦ndose en una pesadilla. Durante su primer a?o en La Muela todo fue bien, pero en 2010 las cosas empezaron a fallar. Al principio fueron los cortes de luz. Despu¨¦s, Cort¨¦s puso dinero de su bolsillo para comprar lotes de animales y comida, negoci¨® con ganaderos donaciones de alimentos, e incluso pas¨® nueve meses sin cobrar. Al final, tras un tira y afloja con el nuevo equipo de Gobierno, abandon¨®, y desde entonces no ha vuelto a saber del Aviapark ni de sus animales. Pasamar asegura que un d¨ªa se encontr¨® por una de las calles del pueblo un fais¨¢n cojo extraviado. ¡°Me han contado que por Internet se venden algunos, que a otros los han sacrificado, no s¨¦¡­¡±, comenta apesadumbrado el antiguo director del parque.

Sandra Boullosa y Alberto Alloza llegaron al municipio en 1998. Han sido testigos del crecimiento y la ca¨ªda del pueblo. Su hijo se aficion¨® a la nataci¨®n en las piscinas municipales, pero desde que cerraron tienen que desplazarse cada semana a Zaragoza para que el peque?o siga practicando. En esas mismas piscinas Boullosa trabaj¨® nueve meses gracias a la mano divina de Pinilla. ¡°Una vecina me dijo: ¡®?Quieres trabajo? ?Por qu¨¦ no vas a hablar con la alcaldesa?¡±. A los pocos d¨ªas, estaba en el despacho de Pinilla y en unas semanas ten¨ªa un trabajo a cuenta del presupuesto municipal. Sin embargo, Boullosa se niega a creer que el caso de La Muela fuera especial: ¡°As¨ª funcionaba aqu¨ª y en otros pueblos¡±.