Una fosa com¨²n y olvidada
Se cumplen 35 a?os del accidente laboral m¨¢s importante de las ¨²ltimas d¨¦cadas en Canarias Un escape de gas en el pozo s¨¦ptico de una conservera provoc¨® la muerte de 11 personas
Consta en el acta del juicio: ¡°Pod¨ªamos estar pocos minutos al lado del pozo s¨¦ptico y con una gran protecci¨®n en la cara. Y cuando sub¨ªamos comprob¨¢bamos como los cinturones se hab¨ªan corro¨ªdo y desabrochado del gas tan fuerte que hab¨ªa all¨ª¡±. Es parte de la declaraci¨®n de uno de los bomberos que acudi¨® al auxilio de los 11 trabajadores que murieron el 4 de enero de 1979, hace 35 a?os, en la empresa de envasados de pescado Ojeda, en Guanarteme, Las Palmas de Gran Canaria. Entonces fue una conmoci¨®n. Hoy, apenas se acuerda nadie. En el lugar hay una escultura con varias manos unidas en forma de llama de la solidaridad. Fue una petici¨®n expresa de las familias de las v¨ªctimas: ¡°Murieron ayud¨¢ndose unos a otros¡±.
Ocurri¨® poco despu¨¦s de las cuatro de la tarde, cuando un trabajador se aproxim¨® al pozo s¨¦ptico de la f¨¢brica en el momento que se produjo una emanaci¨®n de gas procedente de desechos de pescado acumulados. Al intentar ayudar, fueron cayendo m¨¢s trabajadores al pozo convertido en una fosa com¨²n que hoy est¨¢ olvidada. En la imagen que los recuerda se puede leer los nombres de los fallecidos: Juan Mar¨ªa Al¨ª, Juan Carlos Moreno, Ferm¨ªn Silva, Francisco Romero, Antonio Garc¨ªa, Jos¨¦ Perdomo, Francisco Rodr¨ªguez, Juan Javier Armas, Jos¨¦ Cabrera y Rafael Viera.
La mayor¨ªa ten¨ªan menos de 30 a?os y el m¨¢s joven de todos, Rafael Viera, apenas 18. Cecilia Viera, su hermana, recuerda como el peque?o Rafael ocult¨® su verdadera edad, era menor de edad, para poder trabajar en la conservera.
Talio Noda, profesor de secundaria, era un reci¨¦n diplomado cuando comenz¨® a dar clases en el IES El Rinc¨®n, a escasos metros de la f¨¢brica. Zona obrera de la ciudad, en su clase hab¨ªa varios de los hijos de los trabajadores de Ojeda y de otras f¨¢bricas de la zona como Lloret, Llinares, Beltr¨¢n, Ortu?o y Turajo. Noda acudi¨® a la factor¨ªa para mostrar a sus alumnos el trabajo y para que entrevistaran a varios de los trabajadores, que entre risas, dec¨ªan a los chicos que se apartaran ¡°para poder hablar claro sin que estuviera el patr¨®n¡±, recuerda. Poco despu¨¦s de la visita, se produjo el suceso.
Joaqu¨ªn Sagaseta, abogado laboralista de prestigio en Las Palmas de Gran Canaria, se encarg¨® del caso. Las familias de los fallecidos fueron indemnizadas muchos a?os despu¨¦s. Este viernes Sagaseta recordaba que a pesar de lograr una buena indemnizaci¨®n, la sentencia no se ajust¨® a lo sucedido, en su opini¨®n: ¡°eran unos delincuentes. No cumplieron las normas de seguridad del momento, las m¨¢s b¨¢sicas¡±, en cuanto a la protecci¨®n de la zona de residuos de una industria conservera.
En el lugar hay una escultura con una placa en la que se lee: ¡°Murieron ayud¨¢ndose unos a otros¡±
En UGT lo clasifican como el peor accidente laboral del ¨²ltimo medio siglo en Canarias pero pocos se acordaron este s¨¢bado de lo ocurrido. Las viudas eran una ¡°corte de luto¡± que apenas ten¨ªan conexi¨®n entre s¨ª y Noda es su portavoz, porque decidi¨® unirlas un buen d¨ªa, para en el 20 aniversario de lo ocurrido inaugurar la efigie conmemorativa. ¡°A?os despu¨¦s, llegaban todas de negro a la sala de espera del despacho¡±, recuerda Sagaseta. El profesor Noda sentencia: ¡°Son familias humildes y generosas, hicieron que en la placa que la acompa?a adem¨¢s de los nombres pusiera: y a todos los fallecidos en accidentes laborales. Eso las define¡±. Las familias no lo olvidan y cada a?o, casi siempre en soledad, el 28 de abril se concentran en el lugar. No es el aniversario, es el D¨ªa Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo.
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