Liberado un empresario gallego secuestrado hace cinco d¨ªas
La Guardia Civil ha detenido a siete personas Los captores hab¨ªan pedido un rescate de 70.000 euros
Ayer expiraba el plazo que los secuestradores dieron a la familia Di¨¦guez para entregarles los 70.000 euros que les exig¨ªan por liberar vivo a Abel Di¨¦guez Neira, un maderero gallego de 41 a?os con negocios en Cambre (A Coru?a). Le secuestraron el pasado s¨¢bado en una pista forestal cerca de Betanzos con el cebo de un falso negocio en unos montes de la zona y le noquearon en el maletero de un coche. Durante los cinco d¨ªas que dur¨® el secuestro, dieron ¡°pocas pistas¡± a los investigadores y presionaron a sus familiares con macabras amenazas insinuando que le amputar¨ªan partes del cuerpo para dejarles claro que no dudar¨ªan en matarlo si no recib¨ªan el pago el viernes.
En trece minutos, entre las 2.30 y las 2.43 horas de la madrugada de ayer, una unidad especial de intervenci¨®n de la Guardia Civil desplazada desde Madrid puso fin a la pesadilla de Di¨¦guez Neira con un operativo de pel¨ªcula. Los agentes liberaron al empresario, que hab¨ªa pasado los cinco d¨ªas de cautiverio retenido en un diminuto cobertizo en la parta trasera de una casa de la aldea de Xar (Lal¨ªn, Pontevedra), con temperaturas de seis grados de media, maniatado, y con el rostro siempre cubierto.
Tirando de un ¡°fino hilo¡±, los agentes de la UCO (Unidad Central Operativa) dieron el jueves con el meollo de este secuestro ¡°extorsivo¡± y arrestaron a siete personas, todas de nacionalidad espa?ola, como cabecillas y miembros de la trama que urdi¨® el rapto expr¨¦s con fines econ¨®micos. ¡°Todos participaron en todo¡±, puntualiz¨® Samuel Ju¨¢rez, delegado del Gobierno en Galicia, que compareci¨® junto a los mandos policiales tras el operativo de rescate. Dos de los siete detenidos, con edades pr¨®ximas a los 60 a?os, cuentan con un largo historial delictivo ¡ªuno de ellos fue condenado por homicidio¡ª y varias extorsiones de por medio. Son considerados los art¨ªfices de un rapto que planearon hace unos tres meses, seg¨²n las informaciones de la Guardia Civil. A otras dos personas las apresaron en Melide, a 50 kil¨®metros de Santiago, donde se estamparon contra un coche patrulla en plena huida cuando iban a detenerlos. Los ¨²ltimos son un matrimonio que rondaba los 70 a?os y que conviv¨ªa con dos nietos ¡ªuno menor¡ª en la granja de Xar.
Aunque la casa que le sirvi¨® de guarida a los secuestradores no ten¨ªa cierre y estaba a pocos metros de otras habitadas, la pareja de septuagenarios se las arregl¨® para mantener las apariencias ante los vecinos al tiempo que hac¨ªan las veces de carceleros y montaban un dispositivo de contravigilancia. Dentro de la vivienda, los agentes se incautaron de una pistola. Este matrimonio, cont¨® Luis F., un vecino del lugar, emigr¨® a Francia y regres¨® hace una d¨¦cada a Lal¨ªn para levantar una gran casa que se le qued¨® a medias. Desde entonces, viv¨ªan en ella sin mucha relaci¨®n con su parroquia.
A la casa, una vivienda de tres plantas custodiada por dos grandes canes y con un plant¨ªo en la parte trasera, se accede por un camino sin asfaltar que no est¨¢ lejos de una carretera comarcal. El cobertizo era poco m¨¢s que un zulo de dos metros cuadrados con muchas rendijas por las que se colaba el aire g¨¦lido y un colch¨®n sucio tirado en el suelo entre herramientas y porquer¨ªa de gallinas que pululaban sueltas por los alrededores.
El cobertizo de Xar fue el segundo escondrijo al que los captores llevaron al maderero coru?¨¦s, que pas¨® las primeras horas desde su captura en un cub¨ªculo en ¡°condiciones denigrantes¡± y expuesto a temperaturas extremadamente bajas. El segundo zulo, en la casa de Xar, tambi¨¦n era un caj¨®n oscuro e insalubre. Del caso se ocupa ya un juzgado de Betanzos, donde la familia Diegu¨¦z acudi¨® el domingo para denunciar la desaparici¨®n de Abel. La Guardia Civil da por desmantelada la banda aunque todav¨ªa no cierra el operativo por su hubiera m¨¢s c¨®mplices. Ju¨¢rez insisti¨® en que el maderero secuestrado no ten¨ªa ninguna deuda econ¨®mica con sus captores.
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