As¨ª se prepara la Infanta
Los abogados de do?a Cristina simulan con ella el interrogatorio al que el juez la someter¨¢ el 8 de febrero para evitar contradicciones y mantener la serenidad
A diez d¨ªas de la cita, la Infanta se entrena a conciencia con el fin de salir bien parada de un trance para el que nadie ha preparado nunca a un miembro de la familia real: el interrogatorio de un juez. Sus abogados ensayan con ella los posibles cuestionarios del magistrado Jos¨¦ Castro, el fiscal Pedro Horrach y la acusaci¨®n popular (Manos Limpias) con rondas de preguntas y r¨¦plicas cruzadas para no caer en ninguna contradicci¨®n. Repasan juntos los aspectos de la causa y especialmente los que, seg¨²n el juez, contienen indicios incriminatorios contra do?a Cristina por supuesto blanqueo de capitales y fraude fiscal.
Lo primero, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, es bajarla del pedestal oficial tras una vida y formaci¨®n entre algodones. Convertir a la Infanta en Cristina, una ciudadana m¨¢s, sin aforamiento judicial. Explicarle con detalle c¨®mo es la sala donde declarar¨¢, qui¨¦nes se sentar¨¢n ese d¨ªa junto a ella, qu¨¦ papel tiene cada uno: juez, fiscal, abogados, secretaria, juez ayudante...
Los abogados que defienden a la hija del Rey, procedentes de los bufetes de Jes¨²s M. Silva y Miquel Roca, repasan con ella hechos, gastos, ingresos, declaraciones fiscales y facturas del caso N¨®os para tener preparada una respuesta para todo.
Saben lo incisivos que son el juez Castro y el fiscal Horrach en sus interrogatorios porque el asesor legal del Monarca, Jos¨¦ Manuel Romero, conde de Fontao, y el secretario personal de las Infantas, Carlos Garc¨ªa Revenga, ya conocen la experiencia. El primero declar¨® como testigo en marzo de 2013, y el segundo, como imputado, un mes antes, en febrero.
Torres quiere la declaraci¨®n en v¨ªdeo
El exsocio de I?aki Urdangarin en el Instituto N¨®os, Diego Torres, ha vuelto a denunciar el "trato de favor" que, en su opini¨®n, est¨¢ recibiendo la infanta Cristina en la investigaci¨®n del caso N¨®os. Su abogado ha recurrido la decisi¨®n del juez, Jos¨¦ Castro, que impide grabar en v¨ªdeo la declaraci¨®n, como imputada, de la esposa de Urdangarin, prevista para el pr¨®ximo 8 de febrero. Torres pide al magistrado que "proceda a la grabaci¨®n audiovisual" porque "cuenta sobradamente con medios t¨¦cnicos" para hacerlo "sin cortapisa".
En un auto dictado el martes, el juez acord¨® que la hist¨®rica declaraci¨®n de la hija del Rey se grabar¨¢ solamente en soporte sonoro. De ese archivo ¡ªque se custodiar¨¢ en una caja fuerte¡ª se har¨¢ una transcripci¨®n escrita. No habr¨¢, pues, im¨¢genes de la infanta Cristina ante el juez. Ni oficiales ni oficiosas: el magistrado ha prohibido ¡°terminantemente¡± que las personas presentes en la sala accedan a ella con ¡°terminal telef¨®nico, tabletas, ordenador port¨¢til o cualquier otro dispositivo apto para la captaci¨®n de im¨¢genes o sonidos¡±.
El abogado de Torres, Manuel Gonz¨¢lez Peeters, razona que ¡°no existe precepto legal alguno que ampare la decisi¨®n del juzgado¡± y recuerda que los juzgados deben ¡°promover el empleo de los medios t¨¦cnicos, audiovisuales e inform¨¢ticos¡±. El letrado reprocha que a otros imputados en la causa s¨ª se les ha grabado en v¨ªdeo. ¡°No se alcanza a comprender el trato diferenciado que se da a la esposa de Urdangarin, que, lejos de ser destinataria de un trato distinto respecto al resto de ciudadanos, debiera auspiciar lo contrario¡±.
Es ¡°incomprensible¡±, a?ade el recurso de reforma, que el juez haya aceptado la petici¨®n de la defensa de la Infanta, porque la decisi¨®n ¡°no tiene amparo legal de ninguna clase¡±. El letrado recuerda que no se puede privar a las partes de obtener una copia de la declaraci¨®n.
¡°No puedo agradecerle su comparecencia porque, si bien lo que ha declarado es su verdad, su declaraci¨®n me parece poco cre¨ªble¡±, le espet¨® el juez Castro al conde de Fontao al t¨¦rmino de un tenso interrogatorio en el que lleg¨® a preguntarle hasta 23 veces si el Rey conoc¨ªa los negocios de Urdangarin. ¡°No me ha convencido¡±, concluy¨® el magistrado.
El interrogatorio a Garc¨ªa Revenga, tesorero del Instituto N¨®os cuando la supuesta instituci¨®n sin ¨¢nimo de lucro logr¨® casi seis millones de euros en contratos a dedo de la Administraci¨®n, tambi¨¦n fue intenso. ¡°Se?or Revenga, tiene una facilidad de palabra importante y da usted todo lujo de detalles. Ya s¨¦ que es del Atl¨¦tico de Madrid y que su abogado es del Real Madrid, pero cuando se le pregunta por cosas espinosas se queda usted callado y solo da respuestas evasivas, totalmente evasivas¡±, le dijo en este caso el fiscal Horrach al secretario de las Infantas durante su declaraci¨®n.
El objetivo de la Infanta y de La Zarzuela, seg¨²n fuentes de la misma, es que, al contrario de lo que ocurri¨® con Revenga, ella salga de la declaraci¨®n del pr¨®ximo 8 de febrero en los juzgados de Palma con un pie en la desimputaci¨®n. Y que en las varias horas que se estima que se prolongar¨¢ su comparecencia ante el juez, quede todo aclarado y empiece el fin del ¡°martirio¡± que el caso N¨®os supone para Casa del Rey.
La defensa de la Infanta considera que tras las nuevas explicaciones de peritaje dadas por los inspectores de la Agencia Tributaria ante el juez, la fiscal¨ªa y la abogac¨ªa del Estado el pasado s¨¢bado, ha quedado desarmado el andamiaje de indicios acusadores por supuesto blanqueo y delito fiscal que alz¨® el juez Jos¨¦ Castro en su auto de imputaci¨®n del pasado 7 de enero.
Castro quiere aprovechar el interrogatorio del pr¨®ximo 8 de febrero para conocer el grado de implicaci¨®n de la hija del Rey como supuesta cooperadora pasiva en los dos supuestos delitos fiscales de los que se acusa a su marido. El instructor considera que ¡°los delitos contra la Hacienda p¨²blica que se imputan a I?aki Urdangarin dif¨ªcilmente se podr¨ªan haber cometido, cuando menos, sin el conocimiento y la aquiescencia de su esposa por mucho que, de cara a terceros, mantuviera una actitud propia de quien mira para otro lado¡±, escribi¨® en su auto de imputaci¨®n.
Hasta ahora, solo una acusaci¨®n, el pseudosindicato ultraderechista Manos Limpias, pide la incriminaci¨®n de la Infanta. El fiscal Pedro Horrach, que suele ser el interrogador m¨¢s duro en el t¨¢ndem que durante a?os protagoniz¨® con el juez Castro, no ve a do?a Cristina sospechosa de haber cometido delitos.
La Infanta podr¨ªa acogerse al derecho a no declarar que protege a los imputados, pero es un extremo que tanto ella como sus letrados y La Zarzuela descartan, ya que el objetivo es dar una imagen de cierta colaboraci¨®n con la justicia y demostrar, como dijeron sus abogados cuando renunciaron a recurrir la imputaci¨®n, que do?a Cristina ¡°no tiene nada que ocultar¡±. En cualquier caso, la Infanta siempre quedar¨¢ exenta de contestar aquello que pueda perjudicar a su esposo.
Do?a Cristina y sus abogados se est¨¢n concentrando en el fondo m¨¢s que en la forma; en la declaraci¨®n dentro del juzgado, m¨¢s que en el modo de llegar al mismo. Al contrario de lo que ocurri¨® con la primera comparecencia de Urdangarin en 2012, el interrogatorio de do?a Cristina se grabar¨¢ en audio, lo que ahorrar¨¢ el engorroso proceso de transcripci¨®n de cada pregunta y respuesta con el consiguiente debate sobre el sentido de la redacci¨®n y correcciones del acta, lo que dilat¨® las sesiones hasta 25 horas. Tanto los abogados de la Infanta como La Zarzuela conf¨ªan en que la declaraci¨®n de do?a Cristina dure bastante menos.
En cuanto a si bajar¨¢ o no andando la cuesta, la ¨²ltima decisi¨®n ser¨¢ de do?a Cristina y depender¨¢, sobre todo, de su estado de ¨¢nimo. Lo importante, explican fuentes de su entorno, es que entre en el juzgado serena y entera, y no que unos insultos antes de llegar hagan que se derrumbe dentro. ¡°Ya est¨¢ crucificada, aunque solo vaya a declarar como imputada, no como procesada ni condenada¡±, a?aden las mismas fuentes.
Es previsible, seg¨²n esas fuentes, que la Infanta viaje esa misma ma?ana a Palma, en lugar de hacerlo la noche anterior, y que no duerma en el Palacio de Marivent, donde pasa sus vacaciones la familia real. La Zarzuela no enviar¨¢ a nadie a Palma ese d¨ªa al juzgado, aunque, por supuesto, seguir¨¢ de cerca la declaraci¨®n, de la que sus habitantes son totalmente partidarios. A estas alturas est¨¢n convencidos de que es la ¨²nica forma de acortar el martirio y la oportunidad de recuperar la iniciativa y la popularidad perdida en las encuestas.
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