Concejales en territorio hostil
Cinco ediles del PP cuentan con escolta en la comarca navarra de La Barranca La izquierda 'abertzale' domina esta zona, donde Bildu gobierna en nueve Ayuntamientos
?scar ?lvarez guarda im¨¢genes de Olazti (Navarra) en su m¨®vil. Fotograf¨ªas que le incomodan e indignan; instant¨¢neas que capta en calles e instituciones. En una de ellas, las siglas del PP aparecen en el centro de una diana pintada el a?o pasado en una pared; y, al lado, la palabra ETA. "Soy el ¨²nico concejal popular aqu¨ª. Est¨¢ claro qui¨¦n es el objetivo", comenta ?lvarez, de 41 a?os, que vive en Pamplona. Aterriz¨® a mediados de 2012 en esta localidad de 1.600 vecinos, tras la renuncia de su predecesor por la "incomodidad" del entorno. Es uno de los ¨²nicos cinco ediles del PP en la comarca de La Barranca, basti¨®n de la izquierda abertzale en una Navarra conservadora. Todos cuentan con escolta, pese al fin de ETA.
En esta zona de 15 pueblos y apenas 20.800 habitantes, ¡ªdonde cuelgan de balcones pancartas de Euskal Presoak y mensajes de apoyo a la desmantelada Herrira¡ª Bildu sali¨® como gran vencedora de las elecciones: ostenta nueve alcald¨ªas, mientras las otras seis se las reparten Nafarroa Bai (2) y partidos independientes. Algunos de estos son de declarado corte nacionalista, como Batzarre, que gobierna en Arruazu ¡ªde 120 vecinos¡ª y cuyo teniente de alcalde, Gorka Ovejero, dio un tartazo en 2011 a la presidenta de la comunidad, Yolanda Barcina. Por ello, la Audiencia Nacional lo conden¨® a dos a?os de c¨¢rcel.
Pocas semanas despu¨¦s de los comicios en los que el PP obtuvo cinco ediles en La Barranca, cuatro renunciaron a sus cargos: uno en Olazti, otro en Etxarri-Aranatz y dos en Uharte-Arakil. "Me ofrec¨ª voluntario al partido para sustituir a mi compa?ero. Lo cre¨ª necesario. No pod¨ªamos dejar hu¨¦rfanos a nuestros votantes. Deb¨ªamos darles voz", relata Juan Antonio Extremera, que ocupa el sill¨®n del primer concejal constitucionalista electo en Etxarri-Aranatz (2.496 habitantes) desde el comienzo de la democracia. Le respaldan 120 votos; frente a los 880 de Bildu y sus siete ediles; los 353 apoyos de Nafarroa Bai y sus tres representantes; y las 543 abstenciones.
Extremera, de 33 a?os, ejerce de paracaidista. Al igual que los otros cuatro concejales populares. Este aut¨®nomo no reside en la localidad de la que es edil. ?l llega de Pamplona. "Es incompatible que seas del PP y edil de un pueblo de la zona. Si yo fuera de aqu¨ª y tuviera un bar, [los abertzales] har¨ªan lo que fuera para que no entrara nadie", a?ade ?lvarez, que se present¨® sin ¨¦xito a la alcald¨ªa de Lekunberri (comarca Norte de Aralar) y que ahora, tras 14 a?os trabajando como escolta de concejales en el Pa¨ªs Vasco y Navarra, es ¨¦l quien lleva protecci¨®n. Su partido sum¨® 120 votos en Olazti, donde desembarc¨® en 2012. El pleno lo comparte en solitario con cinco ediles de Bildu. Los tres socialistas que hab¨ªa tambi¨¦n dejaron sus puestos.
Desde la victoria de Rajoy, apenas un mes despu¨¦s del anuncio de ETA del "cese definitivo" de la violencia terrorista, las miradas de las formaciones independentistas se han concentrado en el PP y en quien lleve sus siglas. Al fin y al cabo, el partido que gobierna en Madrid gestiona la pol¨ªtica antiterrorista. En ese contexto, las declaraciones de los populares ganan peso medi¨¢tico.
Los cinco populares no viven en el municipio en el que fueron elegidos
?lvarez vot¨® en su Ayuntamiento contra la derogaci¨®n de la doctrina Parot y pidi¨® la ilegalizaci¨®n de Bildu y Nafarroa Bai. Extremera denuncia amenazas e insultos del entorno abertzale: "No conozco a mis votantes en p¨²blico. Me he reunido con alguno en una sala peque?a, oscura, a escondidas y hablando en voz baja para que nadie nos escuche".
El edil popular m¨¢s veterano de La Barranca, Jes¨²s Gonz¨¢lez, se muestra, en cambio, m¨¢s comedido. Con 60 a?os y tras pasar por la alcald¨ªa de Betelu ¡ªdonde reside, en otra comarca de Navarra¡ª, se ofreci¨® para cubrir una de las vacantes en Uharte-Arakil, de 851 habitantes, gobernado por Bildu. "A nivel de trato personal, no he tenido problemas. Pero es cierto que, a la hora de relacionarnos con los vecinos, la democracia no es plena. Existe una merma", reflexiona. El PP recab¨® all¨ª 107 votos, que se tradujeron en dos ediles. Le acompa?a Jos¨¦ Ram¨®n Rom¨¢n, un veintea?ero de Almer¨ªa que estudiaba Derecho y ADE en Pamplona cuando lleg¨® al cargo.
?scar ?lvarez vuelve a sus fotograf¨ªas del m¨®vil. En su ¨¢lbum guarda la instant¨¢nea de un retrato que cuelga en el sal¨®n de plenos: el del "presunto etarra" ?ngel Gurmindo, alias Stein, asesinado por los GAL en 1984.
Y, en el PP de Navarra, tambi¨¦n recurren a las im¨¢genes para denunciar las "presiones". En una fotograf¨ªa de Alsasua, de 7.711 habitantes y gobernada por Bildu, se ve una falla en la que un guardia civil tortura a una persona. En otra, un mu?eco que "pretend¨ªan quemar" lleva la foto de Francesc Paris, que con 270 votos ¡ªBildu obtuvo 1.038¡ª, se convirti¨® en el edil del PP del pueblo y el ¨²nico de la comarca que no renunci¨® a su acta tras las elecciones. Con 24 a?os, natural de Reus, estudiaba Farmacia en Pamplona cuando aterriz¨® en la localidad, donde un grupo de vecinos parodi¨® en 2011 al Rey y a las fuerzas de seguridad en un desfile en el que los comparaba con el r¨¦gimen nazi.
"Ni he tenido miedo, ni lo tengo, ni lo pienso tener. Ser¨ªa una victoria para ellos", insiste Extremera. Palabras que dice en pleno proceso de tira y afloja dentro de la izquierda abertzale, cuando quienes apuestan por la v¨ªa pol¨ªtica tratan de atraer a quienes ampararon los asesinatos de ETA.
En La Barranca, Amaiur arras¨® en las elecciones generales con 4.126 votos. Fue la formaci¨®n m¨¢s votada y sum¨® m¨¢s apoyos que el PP (2.175), el PSOE (1.389) e IU (330) juntos. "Los terroristas habr¨¢n anunciado el fin de la violencia, pero aqu¨ª no hay normalidad. La habr¨¢ cuando haya una lista del PP con vecinos y estos se puedan reunir en el pueblo", apostilla el edil de Etxarri-Aranatz.
La renuncia de los cinco socialistas
El acta de edil tampoco les dura mucho a los electos por el PSN-PSOE en La Barranca. Aunque detr¨¢s de este fen¨®meno se encuentran m¨¢s bien las disputas internas. El partido consigui¨® cinco concejales en las elecciones de 2011: tres en Olazti, con 231 votos, y dos en Alsasua, con 501 apoyos. Pero, desde entonces, todos ellos han renunciado a sus cargos escalonadamente.
Las ¨²ltimas retiradas se produjeron en Olazti. En apenas tres meses, los tres socialistas dejaron vac¨ªos sus sillones. Sus renuncias se hicieron efectivas tras un pol¨¦mico pleno del 26 de septiembre de 2013, cuando dos de los tres ediles, Manuela Terrados y Miguel ?ngel Sol¨ªs, se opusieron a una moci¨®n del PP que ped¨ªa que se izase la bandera de Espa?a en el Consistorio y que la alcaldesa de Bildu pagase de su bolsillo los m¨¢s de 6.500 euros que le hab¨ªa costado a la Corporaci¨®n el incumplimiento de la ley. Ambos dimitieron en noviembre. Antes, mediante un escrito enviado el 25 de septiembre, lo hab¨ªa hecho Juan Jos¨¦ Galarza, que se abstuvo en esa votaci¨®n. Los tres puestos permanecen vacantes.
Por su parte, en Alsasua solo uno de los dos sillones del PSE est¨¢ ocupado. Braulio Salvador Calvo sustituy¨® en 2013 a Francisco Javier Donlo, que renunci¨® a su acta tras varios meses de baja por enfermedad. Antes, en enero de 2012, lo hab¨ªa hecho la cabeza de lista, Mar¨ªa Jos¨¦ Notario, despu¨¦s de que el propio PSN exigiera su dimisi¨®n por ¡°dejaci¨®n de funciones¡±.
Adem¨¢s de las formaciones nacionalistas, del PP y PSN, otras formaciones tienen ediles en La Barranca. IU y UPN tienen uno en Alsasua. Y este ¨²ltimo grupo tambi¨¦n suma otros dos representantes en Irurtzun.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.