Los jueces exprimen la ley para mitigar los da?os de la crisis
Los tribunales se adelantan a la acci¨®n pol¨ªtica interpretando la norma y marcando l¨ªmites


La ley se interpreta seg¨²n la realidad social. No es solo lo que est¨¢ pasando, sino que es lo que estipula el C¨®digo Civil espa?ol. Los jueces, algunos jueces, est¨¢n marcando los l¨ªmites a determinadas pol¨ªticas y abusos. Est¨¢n se?alando un camino y fijando gu¨ªas para este tiempo de crisis econ¨®mica y social con la justicia, y la ley, como la ¨²ltima frontera. ¡°Hay un margen para la interpretaci¨®n y la b¨²squeda de mecanismos¡±, afirman varios jueces.
Los desahucios, las preferentes, los indultos, las privatizaciones, los recortes y la corrupci¨®n son algunos de los temas concretos en los que jueces y magistrados han se?alado los l¨ªmites que nadie puede sobrepasar. Pese a las reticencias sobre el principio de que la justicia es igual para todos, el hecho es que destacados l¨ªderes pol¨ªticos, relevantes banqueros, notorios personajes p¨²blicos e incluso la hija del Rey, en un acto ins¨®lito entre las monarqu¨ªas europeas, han pasado o pasar¨¢n por el banquillo de los acusados porque un togado as¨ª lo ha decidido. ¡°No hay intocables¡±, asegura el juez decano de M¨¢laga, Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¢ez, sin necesidad de mentar al principal partido pol¨ªtico y el que sostiene al Gobierno o a renombrados dirigentes empresariales.
¡°Los jueces no hacemos pol¨ªtica sino un control de la legalidad sobre la pol¨ªtica¡±, explica el decano de Madrid, Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez Armengol. Y el efecto de ese control ha sido, por ejemplo, la renuncia a la privatizaci¨®n de la sanidad madrile?a. Miles de personas salieron a la calle repetidas veces en la llamada marea blanca, reclamando al Gobierno auton¨®mico que diera marcha atr¨¢s en su intenci¨®n, pero no fue hasta que lleg¨® la suspensi¨®n cautelar del proceso en los tribunales cuando pol¨ªticamente se desisti¨®.
Igual de multitudinarias y m¨¢s extendidas fueron las protestas por los desahucios. Y mientras en el Parlamento, y sin consenso, se debat¨ªa la modificaci¨®n de medidas que contribuyeran a paliar el drama que estaba dejando a cientos de personas en la calle, los jueces volvieron a adelantarse. Comenz¨® un movimiento entre la judicatura para tratar de frenarlo y, finalmente, fue Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez Seijo, un juez de Barcelona, el que plante¨®, y gan¨®, en la Uni¨®n Europea el caso de un desahuciado que pidi¨® amparo por entender que los t¨¦rminos de su pr¨¦stamo bancario eran abusivos. Su camino no fue nimio. Europa acab¨® d¨¢ndole la raz¨®n porque la ley espa?ola no era acorde a la normativa comunitaria sobre protecci¨®n de derechos del consumidor. ¡°En aquellos aspectos en los que los Gobiernos tardan, el juez, modificando par¨¢metros de interpretaci¨®n, se acerca m¨¢s a la sociedad¡±, resume Fern¨¢ndez Seijo.
El juez decano de Valencia, Pedro Viguer, ya se?al¨® entonces c¨®mo la pol¨ªtica se hab¨ªa visto sobrepasada por la ciudadan¨ªa. Ahora, sostiene que ¡°la justicia est¨¢ en una encrucijada crucial para demostrar si funciona como es exigible en tiempos complicados¡±. ¡°Es justo ahora cuando tenemos m¨¢s trabajo y m¨¢s que demostrar¡±, ratifica.
¡°Dedicaci¨®n y servicio p¨²blico¡±
El grupo anticorrupci¨®n del Consejo de Europa (GRECO), en un informe sobre la Administraci¨®n de Justicia en Espa?a hecho p¨²blico este mes, referencia algunas de sus virtudes, entre las que resalta su ¡°fuerte sentido del servicio p¨²blico y dedicaci¨®n a su misi¨®n p¨²blica¡±. No hay bar¨®metros ni encuestas recientes sobre la visi¨®n que tienen los espa?oles de la justicia, aunque la lentitud que tanto Europa como los propios jueces achacan a la falta de medios sigue siendo el principal h¨¢ndicap. ¡°Al estar sobrecargados no siempre son capaces de hacer frente a los casos con celeridad¡±, se?ala el informe GRECO, a sabiendas de que Espa?a ocupa el primer puesto en el ranking europeo sobre la carga de trabajo de los jueces.
La mayor salvedad que hace el Consejo de Europa es a la ley que rige el nombramiento de los rangos m¨¢s altos de la judicatura y la ¡°nueva evaluaci¨®n¡± del marco legislativo que regula el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y de sus efectos sobre la independencia real percibida.
Tambi¨¦n fueron los jueces quienes primero anularon la compra de participaciones preferentes, devolviendo los ahorros de toda una vida a ciudadanos que firmaron sin informaci¨®n o por ignorancia. Y quienes han dictado que la estabilidad presupuestaria y los recortes no pueden realizarse salt¨¢ndose la norma, como ha ocurrido en Castilla-La Mancha, donde se ha sentenciado la obligaci¨®n de admitir a 500 interinos. ¡°No somos nosotros quienes decidimos si hay que echar o no a funcionarios sino si el proceso mediante el que se ha hecho se ajusta a la realidad¡±, insiste Armengol.
¡°Hacemos nuestro trabajo¡±, repiten los jueces sin querer dar importancia a la ventaja que el poder judicial est¨¢ tomado al legislativo en muchos de los temas que afectan y sufren los ciudadanos.
En otros casos ha sido un tribunal, como el Supremo, que se atrevi¨® a reaccionar ante el indulto a un conductor kamikaze, pese a que la medida de gracia es, por ley, totalmente arbitraria y est¨¢ en manos del Gobierno. Se busc¨® el error de forma para poner al Ejecutivo en un brete, igual que otros magistrados escudri?aron subterfugios legales para resolver con visi¨®n social.
?Se est¨¢n acercando los jueces a la sociedad o es la sociedad la que se acerca m¨¢s a ellos? Son muchos los que piensan que han convergido ambos. ¡°Yo soy prudente a la hora de atribuirnos m¨¦ritos. Lo que s¨ª sucede es que los jueces somos cada vez m¨¢s accesibles y la mayor¨ªa de nosotros tiene la puerta abierta¡±, expone Alfonso Gonz¨¢lez-Guija, juez decano de Bilbao. ¡°La crisis ha provocado situaciones tan dram¨¢ticas que los ciudadanos acuden a quienes pueden y los pol¨ªticos son m¨¢s distantes¡±, apunta.
¡°La sociedad empieza a ver en los jueces su ¨²ltimo recurso¡±, plantea Lourdes Men¨¦ndez, titular de un juzgado de instancia de Madrid que apel¨® a los derechos de los menores para evitar un desahucio de una familia. ¡°Los ciudadanos nos ven ahora, por primera vez, m¨¢s como muro de contenci¨®n ante una crisis que les arrasa. Nosotros resolvemos los casos que nos llegan, no somos quienes escogemos la realidad que se nos deja encima de la mesa¡±, a?ade.
Otros togados alegan que el origen est¨¢ en el hecho de que la gente conoce, en mayor medida, sus derechos. ¡°Saben que pueden ganar y acuden a los juzgados¡±, explica Pablo Fern¨¢ndez de la Vega, al frente de un juzgado de Torrelavega (Cantabria), el primero que ha presentado un recurso de inconstitucionalidad contra la ley de tasas judiciales, a instancias de un ciudadano.
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