L¨®pez Viejo pon¨ªa las sillas. Pero no era barato
El ser humano es olvidadizo. Y Esperanza Aguirre, m¨¢s. "L¨®pez Viejo no era en absoluto de mi total confianza", declar¨® -por escrito- la expresidenta de la Comunidad de Madrid al juez Pablo Ruz el 17 de diciembre pasado. ?Pobre Alberto L¨®pez Viejo, con lo que ¨¦l hab¨ªa sido para la lideresa! Tanto como para que Esperanza le citara en un mitin de fin de campa?a como una de las dos personas a las que hab¨ªa que agradecer su labor. Y no es de extra?ar, porque L¨®pez Viejo, desde una c¨®moda Consejer¨ªa de Deportes, era el encargado por Esperanza Aguirre -?qui¨¦n si no iba a darle tal poder?- de organizar todos y cada uno de los actos de la presidenta, grande o peque?o, f¨¢cil o dif¨ªcil. Hasta controlaba el color de la ropa de su jefa para que los chicos de Correa adaptaran convenientemente los decorados. Alguna vez hasta cuid¨® de que se retocaran las fotos de su presidenta, con la consiguiente facturaci¨®n a?adida, para "suavizar arrugas" o "retocar el pelo". Ten¨ªa mano de hierro: sentaba y levantaba de las primeras filas a quien cre¨ªa oportuno, tuviera el rango que tuviera. Porque mandaba -era la mano ejecutora de Esperanza- un mont¨®n.
Tito Pajares, uno de los nuestros
Tanto va el c¨¢ntaro, que a veces se rompe. Lleg¨® un momento en el que las consejer¨ªas de la Comunidad de Madrid se rebelaron, y algunos funcionarios pusieron los pies en pared antes tanto desm¨¢n y tanta factura de L¨®pez Viejo. Los pagos se retrasaban y Correa se pon¨ªa nervioso. Hubo alguna bronca. Quiz¨¢ por ello, o porque L¨®pez Viejo quiere volar solo, en 2006 aparece la empresa Ilusiona como rival de Correa. Felisa Jord¨¢n avisa al jefe de los retrasos y de Ilusiona. Resulta que esta nueva estrella -y otras que pronto aparecer¨ªan- tiene como administrador a un se?or que se llama Javier Fern¨¢ndez Verea. Rascando, resulta que es el administrador habitual de otras empresas de Jos¨¦ Tito Pajares San Rom¨¢n, sobrino de Fidel San Rom¨¢n, un imputado en el caso Malaya y relacionado con el tamayazo.
Tito Pajares tiene sus propios m¨¦ritos. Amigo fiel de todo el clan de Becerril, es due?o, entre otros negocios que no vienen al caso, de la discoteca Gabana 1800, en la madrile?a y lujosa calle Vel¨¢zquez. All¨ª, en la noche del 3 de septiembre de 2002, Ana Aznar y Alejandro Agag celebraron su despedida de solteros. Fiesta guay. El concejal de Limpieza del Ayuntamiento de Madrid era Alberto L¨®pez Viejo, habitual del local, como Agag y sus amigos. Se ocup¨® hasta el l¨ªmite: las brigadas municipales limpiaron a fondo la zona. Tan a fondo que algunos operarios tuvieron que fregar, rodilla en tierra, aquellas aceras con ro?a incrustada desde muchos a?os atr¨¢s.
Y es que la memoria de Aguirre es muy, muy d¨¦bil, porque tampoco es consciente de que el mayor nido de corrupci¨®n destapado en el caso G¨¹rtel est¨¢ incrustado en lo m¨¢s profundo del Partido Popular de Madrid, del que ella es presidenta, con 20 imputados. Mucho ha presumido de haberlos echado, pero si al final tuvo que hacerlo es porque estuvieron dentro durante a?os. Aguirre o no se enteraba de tanta putrefacci¨®n o dejaba hacer. Poca virtud hay en ninguna de las dos opciones. Alcaldes, diputados, consejer¨ªas¡ todo estaba tocado por la red. Y en primer lugar, Alberto L¨®pez Viejo, un personaje de fama mediana dentro del PP que ella misma se encarg¨® de rescatar tras algunos incidentes no menores, y situarle, primero de n¨²mero seis en su lista de 2003, para despu¨¦s nombrarle consejero.
L¨®pez Viejo proviene de donde ya sabemos que estaba el granero de Correa: los j¨®venes leones del PP, aquel famoso clan de Becerril donde se alimentaron, tambi¨¦n, el yern¨ªsimo Alejandro Agag, la consejera de la Comunidad de Madrid Luc¨ªa Figar, o el asesor personal de Rajoy, Pedro Moragas. Concejal en el Ayuntamiento de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano le adjudica en 1999 la responsabilidad sobre Limpieza Urbana y Desarrollo Medioambiental. Sigue en el cargo con Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Y all¨ª debieron empezar sus primeras proezas porque durante su mandato la oposici¨®n, PSOE e IU, no se cansaron de denunciar y pedir explicaciones por las ingentes cantidades de dinero -decenas y decenas de millones de euros- que dedicaba la concejal¨ªa a las empresas concesionarias de la recogida de basuras a las que hab¨ªa que sumar otros gastos desmesurados de la propia consejer¨ªa por el mismo cometido. Se supon¨ªan comisiones colosales para quien las autorizaba. El sumario G¨¹rtel recoge un ejemplo cristalino: la adjudicaci¨®n en 2002 para limpiar el distrito madrile?o de Moratalaz supondr¨ªa unos ingresos de 48 millones de euros durante diez a?os para la empresa que se quedara con el contrato. Gan¨® Sufi S. A., presidida entonces por Rafael Naranjo. El 3%, dice el sumario G¨¹rtel, fue para la trama de Correa. Alberto L¨®pez Viejo era el concejal de Limpieza. Poco despu¨¦s, Vallehermoso comprar¨ªa Sufi y su fama continuar¨ªa. Es la protagonista, en Toledo, del rifirrafe entre Cospedal y B¨¢rcenas. Hubo muchas m¨¢s denuncias y el brillo del joven L¨®pez Viejo -naci¨® en el 68- se fue oscureciendo. Hasta que Esperanza Aguirre, de memoria tan feble, le rescat¨® de las oscuridades en la campa?a de 2003 y lo situ¨® a su vera.
El sistema de operar de L¨®pez Viejo en la Comunidad era muy sencillo. Pr¨¢cticamente todos los actos p¨²blicos de la Comunidad -686, con un coste de 6,48 millones de euros, seg¨²n el sumario- se le adjudicaban a las empresas de Correa por un precio acordado entre ellos, sin m¨¢s control, porque ya se encargaba ¨¦l de despiezar los contratos por debajo de los 12.000 euros para que no hubiera que hacer concurso de ning¨²n tipo. Y los seis que no se despiezaron, por un valor de 1,4 millones, tuvieron que ser aprobados por el Consejo de Gobierno que presid¨ªa la mism¨ªsima Aguirre. Tampoco se acuerda. ?Tiene tantas cosas en la cabeza! Pero de los que se troceaban, 680, las consejer¨ªas pagaron durante a?os esas facturas de las que nada sab¨ªan, "porque llegaban del hombre de confianza de la presidenta", seg¨²n declar¨® alguno de los funcionarios. Las facturas, adem¨¢s, presentaban unos precios totalmente abusivos: hasta un 100% o un 50% de sobrecoste, seg¨²n las estimaciones de Hacienda. Al consejero de Deportes le correspond¨ªa, donaci¨®n altruista de Correa, un 10% de cada operaci¨®n. Ejemplos de precios pagados sin rechistar a las empresas de Correa: "Tres atriles por 45.075,91 euros". O sea, 15.000 euros por atril, y 4.500 y 1.500 para el bolsillo de L¨®pez Viejo. El Bel¨¦n de 2005 cost¨® 81.000 euros, y eso que las figuras eran de la Asociaci¨®n de Belenistas de Madrid. ?Y el homenaje al Getafe por subir a Primera Divisi¨®n, 73.000 euros! Insistimos: 7.300 para el eficiente L¨®pez Viejo. Est¨¢ muy claro en las grabaciones de Pe?as y en los informes de la polic¨ªa y de la Agencia Tributaria.
Resumamos: Alberto L¨®pez Viejo, exconsejero de la Comunidad de Madrid, acumul¨®, seg¨²n la Agencia Tributaria, un patrimonio "no justificado de 5,5 millones de euros". Esto es lo que declaraba de ingresos anuales como diputado y cargo p¨²blico: entre 61.000 y 103.000 euros, dependiendo del a?o. Pero para pagar su fianza de 750.000 euros, present¨® como aval un chal¨¦ que se hab¨ªa comprado en Madrid, en la calle Arturo Soria, poco antes de que estallara el caso: 400 metros cuadrados, cuatro plantas con ascensor, seis habitaciones, cuatro cuartos de ba?o, dos salones, patio interior, piscina y garaje para tres coches. Una ganga que no resulta cre¨ªble: 1.200.000 euros, precio depositado ante notario. M¨¢s otro medio mill¨®n que quedaba por ah¨ª pendiente. Demasiado para el sueldo. Tuvo, como los importantes, cuenta en Suiza. ?l y su mujer, Teresa Gabarra. "Para huir de un acreedor", dijo ella. Se benefici¨® de la amnist¨ªa fiscal del Gobierno y repatri¨® el dinero. Un buen ciudadano. L¨¢stima que est¨¦ imputado por los delitos de blanqueo de capitales, cohecho, prevaricaci¨®n, tr¨¢fico de influencias y asociaci¨®n il¨ªcita.
Conste que L¨®pez Viejo no es el ¨²nico implicado de la Comunidad de Madrid. Tenemos, por ejemplo, a Carlos Clemente, exviceconsejero de Inmigraci¨®n, hoy por Colombia, buen amigo del exministro Michavila, al que el propio Correa, en charla telef¨®nica interceptada por la polic¨ªa, le recomendaba ¡°opacidad fiscal¡±. O, tambi¨¦n, al funcionario de la Consejer¨ªa de Sanidad Germ¨¢n Rasilla, que viaj¨® gratis de luna de miel a Kenia -con safari- y a Isla Mauricio. Eso, al menos, dice la UDEF.
De G¨¦nova a la Puerta del Sol
Francisco Correa se aleja de G¨¦nova al tiempo que se aleja el aznarismo de La Moncloa. Pero las amistades contin¨²an y la trama solo hace que desplazarse hasta nuevos destinos en busca de jugosas oportunidades. Es una l¨¢stima, claro, porque en G¨¦nova dejaban amigos. Y negocios. Sobre todo, negocios, que Luis B¨¢rcenas no era cualquier cosa como proveedor de infinitos contratos. Ni Paco ?lvarez Cascos, que c¨®mo va nadie a suponer que pueda tratarse de ese misterioso PAC, que tan generosamente recompensado aparece en los papeles, a ra¨ªz de unas concesiones de AENA, en la ¨¦poca en la que el interesado era el ministro de Fomento. Aunque la polic¨ªa, siguiendo el viejo chiste de aqu¨ª han fumado, ha llegado a deducir que esas siglas -PAC- corresponden, oh, milagro, a Francisco ?lvarez Cascos. En G¨¹rtel no se desanimaron, porque las Comunidades tambi¨¦n necesitaban financiaci¨®n, y por ah¨ª cerca andaban esas brillantes fundaciones ultraliberales -y ultragenerosas con el presupuesto- nacidas en el aznarismo, todas ellas dominadas por los j¨®venes leones que tan bien conoc¨ªa Correa. Valen FAES o Fundescam, que tanto monta, monta tanto. Adem¨¢s de los se?ores alcaldes, todo prodigalidad. As¨ª que se siguen trucando contratos y ama?ando concursos porque corruptores y corrompidos lo necesitan. Socorro mutuo. Como en Valencia, tierra de oportunidades, donde los millones de euros se multiplicaban por el milagro de los panes y los peces. Y puestos a contemplar milagros, hasta lograron combinar las chaquetillas de El Bigotes con el porte patricio de Benedicto XVI.
Pr¨®ximas paradas: Madrid y Valencia.
El lunes, cap¨ªtulo 7
Boadilla del Monte y Arganda, o El Albondiguilla y El Gafitas.
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