Una menor de Camer¨²n salta la valla de Melilla con la tibia rota
Era la cuarta vez que la adolescente Mireille trataba entrar en la ciudad aut¨®noma Durante su pen¨²ltimo intento result¨® herida y anduvo con muletas, seg¨²n el jesuita Esteban
¡°?Ha saltado la valla con fractura de tibia!¡±. El padre Esteban Vel¨¢zquez, delegado de migraciones en Nador del arzobispado de T¨¢nger, no sale de su asombro cuando habla de Mireille, una adolescente de Camer¨²n, que viernes por la ma?ana salt¨® la valla que rodea a la ciudad de Melilla. Mireille no solo es una de los pocos inmigrantes que logr¨® franquear la verja con un hueso roto sino que es la primera mujer menor de edad que escala con ¨¦xito ese obst¨¢culo de seis metros. Las mujeres suelen llegar a las ciudades aut¨®nomas en patera aunque en la ¨²ltima d¨¦cada un par de ellas, ambas adultas, lograron hacerlo trepando por la valla.
Con algunos cortes en sus piernas, a causa probablemente de las concertinas (alambre entremezclado con cuchillas), Mireille fue atendida a primera hora de la ma?ana en la enfermer¨ªa del Centro Temporal de Estancia de Inmigrantes (CETI), de Melilla, saturado por las ¨²ltimas avalanchas de subsaharianos. De ah¨ª fue trasladada a La Pur¨ªsima, un centro para menores no acompa?ados. Jos¨¦ Palaz¨®n, que dirige la ONG Prodein de ayuda a la infancia, calcula que tiene entre 14 y 16 a?os. Otros 200 inmigrantes entraron en la madrugada del viernes en la ciudad.
En el caso de Mireille a la cuarta fue la vencida. Las otras tres veces que lo intent¨®, fracas¨® y, al volver a pisar tierra del lado marroqu¨ª de la valla, fue golpeada por las Fuerzas Auxiliares, los antidisturbios marroqu¨ªes. La pen¨²ltima vez se rompi¨® incluso la tibia y fue atendida en el Hospital Hassani de Nador. ¡°Anduvo un tiempo con muletas, pero ayer [el jueves] ya prescindi¨® de ellas¡±, recuerda el jesuita Esteban dedicado a atender a los inmigrantes escondidos en el monte Gurug¨² que domina Melilla. En el CETI se apoyaba, sin embargo, en sus compa?eros para caminar.
¡°La aconsejamos que no volviera a intentarlo m¨¢s¡±, prosigue el sacerdote canario. ¡°Pero ve¨ªamos en su mirada que ten¨ªa su decisi¨®n tomada¡±, a?ade. ¡°Es una chavala determinada, yo dir¨ªa que hasta algo cabezota¡±, resalta al tel¨¦fono. ¡°Dios me ayudar¨¢ a saltar¡±, declar¨® Mireille el jueves a una periodista de El Peri¨®dico de Catalu?a que la entrevist¨® en el Gurug¨².
En realidad ya la hab¨ªa ayudado, pero de otra manera. Conocedores, a trav¨¦s de la prensa, de que una menor estaba herida en el Gurug¨² dos diputados, del PSOE y de Amaiur, se pusieron en contacto con el titular del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, durante el debate del Estado de la Naci¨®n. Le pidieron que autorizase la entrada de la adolescente en Espa?a por razones humanitarias. El ministro se mostr¨® receptivo y el procedimiento, que requer¨ªa la intervenci¨®n de varias instituciones (Fiscal¨ªa de menores, Consulado de Espa?a en Nador), se empez¨® a poner en marcha, pero Mireille se adelant¨®.
¡°Es un caso fuera de la com¨²n¡±, recalca el padre Esteban. Desde de delegaci¨®n de migraciones ¡°hemos tenido un trato especial con ella aunque tardamos en ganarnos su confianza¡±, a?ade. ¡°Era introvertida, t¨ªmida¡±. ¡°Era la ¨²nica mujer, adem¨¢s menor, en un monte poblado por hombres j¨®venes¡±. ¡°Aunque no tenemos constancia de que le hicieran ning¨²n da?o pensamos que era preferible que saliera de esa zona¡±. ¡°Desde el primer momento estudiamos las v¨ªas legales para sacarla de all¨ª, pero ella no quiso esperar¡±.
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